LA CIENCIA EN POCAS PALABRAS
Fitoestrógenos, ¿aliados de la mujer? Ventajas y desventajas
Carlos Alberto Galeana-Bustos y Virginia A. Robinson-Fuentes
Resumen
Se conoce como fitoestrógenos a las sustancias de origen vegetal que pueden tener una actividad hormonal. Se han utilizado como alternativa al tratamiento de la sintomatología de la mujer en la menopausia, derivado de la deficiencia de estrógenos que ocurre en esta etapa de la mujer. Las isoflavonas son los fitoestrógenos más estudiados y se encuentran en varios alimentos, como en la soya. Diversos estudios han reportado que el consumo de estos compuestos tiene un efecto en la sintomatología vasomotora, en especial en los sofocos, protege contra el desarrollo de osteoporosis, padecimiento muy común en la mujer en esta etapa de la vida. Aunque hay beneficios de su consumo durante la menopausia, hay que considerar que en algunas situaciones no se recomienda su consumo, ya que podría ser perjudicial para la salud.
Palabras clave: Fitoestrógenos, isoflavonas, menopausia.
RECIBIDO: 24/06/2024; ACEPTADO: 04/12/2024; PUBLICADO: 22/09/2025
¿Qué son los fitoestrógenos?
Se conoce como fitoestrógenos a los compuestos naturales biológicamente activos que pueden ser comestibles y que están presentes en algunas plantas. Estos forman parte del grupo selecto de alimentos que se les puede llamar «funcionales», ya que su consumo puede tener un efecto positivo en la salud. Esto se debe a que se han estudiado sus efectos en la menopausia para el alivio de la sintomatología que presentan las mujeres en esta etapa, como la fatiga, las sudoraciones, los sofocos, el insomnio, la irritabilidad, etc. De igual manera, la relación que puede tener con el efecto protector contra la osteoporosis.
La palabra fitoestrógeno puede sonar compleja; sin embargo, estos compuestos podemos encontrarlos en alimentos que consumimos todos los días, tales como cereales, legumbres, frutas y verduras, siendo la soya la más estudiada. La palabra proviene de «fito» del griego «phyton» que hace referencia a ‘planta’ y estrógeno porque pueden tener un efecto similar a los estrógenos que produce el propio cuerpo, es decir, tener un efecto hormonal, el cual se ve disminuido en la menopausia lo que genera la sintomatología antes mencionada.
Estrógenos de plantas
Se tienen descritos más de 4 000 compuestos de este tipo que pueden dividirse, por su mayor presencia en las plantas, en cuatro grupos: isoflavonas, cumestanos, liganos y lactonas, siendo las isoflavonas las más estudiadas. Referente al aspecto químico de la molécula, estos compuestos naturales son similares a los estrógenos que produce el cuerpo humano, pero dependiendo de la dosis y el tipo, pueden tener un efecto similar.
Cabe mencionar que el efecto de los fitoestrógenos se vio por primera vez en 1940, ya que se observó un efecto en la fertilidad de los animales cuando consumían alimentos ricos en estas sustancias. Posteriormente, en la década de los ochenta del siglo pasado, se confirmó que podían tener efecto en los seres humanos y, gracias a esto, desde entonces se han estudiado los fitoestrógenos en cuanto a su composición, dosis adecuada, cuál es el más abundante, etc.
Isoflavonas
Son el grupo más numeroso por estar presente en muchos alimentos, principalmente en la soya y sus derivados. En el grupo de las isoflavonas, las sustancias más estudiadas son la genisteína y la daidzeína. El estudio de estos compuestos y, específicamente, de la soya, proviene de investigaciones que se han hecho en la población oriental, donde su dieta tiene una mayor presencia de derivados de la soya. En esta población se ha visto que las mujeres tienden a presentar una sintomatología menor en la etapa de la menopausia en comparación con la población occidental.
Algo interesante con estos compuestos es que no tienen como tal una actividad en el organismo, sino hasta que llegan a los intestinos, y con la fermentación a partir de la microbiota intestinal, logran activarse y pueden tener un efecto en el cuerpo. Por lo que el uso de antibióticos, el padecimiento de alguna enfermedad intestinal e incluso una mala alimentación pueden afectar la activación y la absorción de estas sustancias.
En cuanto a la genisteína y la daidzeína, presentan un efecto antioxidante debido a que pueden inhibir la producción de radicales libres. Asimismo, se ha descrito que pueden tener un efecto protector contra la ateroesclerosis, ya que promueven la oxidación de colesterol LDL, también llamado colesterol de baja densidad y conocido como colesterol malo.
¿Realmente hay una actividad estrogénica?
Como hemos mencionado, estas moléculas de origen vegetal tienen una similitud con las producidas por el cuerpo, por lo que pueden ser detectadas como iguales por las células. Recordemos que nuestras células tienen receptores específicos para diferentes sustancias, los cuales se localizan en su pared externa. Un ejemplo de un estrógeno que detectan estos receptores es el estradiol, que es el que se verá disminuido de manera natural en esta etapa de la mujer, el cual tiene una importante función en la regulación de procesos metabólicos en el cuerpo. La genisteína y la daidzeína tienen una especial afinidad por estos receptores celulares. Los receptores reconocen las sustancias y tienen efectos en las funciones celulares.
De igual forma, las isoflavonas tienen una afinidad por otros receptores que están implicados en el metabolismo de las grasas, en el crecimiento o la muerte celular, ejerciendo una actividad antiinflamatoria y antioxidante, por lo que se pueden ver relacionadas con la prevención de algunas enfermedades.
Diversos estudios describen una reducción en los síntomas vasomotores, especialmente en los sofocos, que pueden generar cambios en los estados de ánimo y en la conducta. Por otra parte, se describe su papel protector contra la osteoporosis. Lo anterior se debe a que las isoflavonas pueden aumentar la producción de osteoblastos, que son células encargadas de la remodelación y regeneración ósea.
Fitoestrógenos en la alimentación
Debemos recordar que estos compuestos están presentes en las plantas, por lo que el factor determinante de que podamos aprovechar sus beneficios es la alimentación. Una dieta deficiente de frutas, verduras y leguminosas puede ser perjudicial para el desarrollo de los síntomas de la menopausia. Existen estudios donde se analiza la calidad de la dieta de las mujeres en esta etapa y se ha observado que mujeres con una dieta deficiente de estos grupos de alimentos, presentan una mayor sintomatología en comparación con las que llevan una alimentación adecuada.
Hay que recordar que el consumo de los grupos de alimentos mencionados, no solo son benéficos en cuanto a su contenido de isoflavonas, sino que se debe tomar en cuenta también que estos alimentos nos aportan fibra, la cual es indispensable para tener una microbiota intestinal variada, ya que la fibra sirve como alimento para las bacterias presentes en los intestinos y, como antes mencionamos, estas bacterias son necesarias para la absorción de estos compuestos.
Por otra parte, tenemos la dieta inflamatoria que puede afectar nuestra salud, no solo en esta etapa de la vida, sino en cualquier edad. Existen estudios donde se relaciona la dieta inflamatoria con el cáncer de mama. Esta dieta incluye alimentos ultraprocesados, con alto contenido de azúcar, grasas saturadas, harinas refinadas, etc. Todo esto, como mencionamos, afecta la microbiota intestinal y puede producir un estrés oxidativo en el cuerpo, es decir, un desbalance entre la producción de radicales libres y antioxidantes. En este sentido, la recomendación siempre será tener una dieta variada, donde se incluyan todos los grupos de alimentos y se eviten alimentos inflamatorios, como azúcar refinada, carbohidratos refinados, refrescos, bebidas azucaradas, carnes rojas y procesadas, grasas saturadas, etc.
¿Hay desventajas por el consumo de fitoestrógenos?
Uno de los principales inconvenientes del consumo de fitoestrógenos es que su efecto, en comparación con los estrógenos producidos por el cuerpo, tienden a ser menores, ya que como hemos mencionado, las moléculas son similares, pero no iguales. Asimismo, la dosis proveniente de las plantas es menor en comparación con los tratamientos farmacológicos que se usan actualmente. Se han reportado casos en los que pueden presentarse síntomas gastrointestinales con el consumo de alimentos que contienen estos compuestos. Se debe tener especial cuidado cuando se presenta hipotiroidismo, ya que el consumo de estos compuestos puede comprometer el efecto de los fármacos administrados y ser perjudicial para el tratamiento.
Carlos Alberto Galeana-Bustos
Estudiante del Programa de Maestría en Ciencias de la Salud,
División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas «Dr. Ignacio Chávez»,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán.
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Virginia A. Robinson-Fuentes
Profesora e investigadora, responsable del Laboratorio de Desarrollo Analítico,
División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas «Dr. Ignacio Chávez»,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán.
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