Canibalismo filial en peces ¿Conducta de un buen padre?

Escrito por Mariana Solís Mendoza y Luis Felipe Mendoza Cuenca

El acto de comer a un individuo de la misma especie se denomina canibalismo, si el individuo ingerido es un hijo o parte de este, se conoce como canibalismo filial. Esta conducta resulta común en especies que cuidan de sus hijos, observándose en aves, mamíferos, insectos, arañas, pero principalmente, en peces. En este artículo te hablaremos del canibalismo filial en los peces y te explicaremos el porqué de esta conducta.

 

Duérmete niño, duérmete ya, que viene el coco y ¡Te comerá!

Por extraño que parezca, esta aterradora canción se canta a los niños para que duerman tranquilos. La mayoría de las culturas cuentan con canciones, historias o cuentos donde el protagonista se come a los niños porque se portan mal o desobedecen a sus padres. Afortunadamente, estos seres terribles como monstruos, brujas, trolls, duendes, el coco, el ropavejero, o incluso un ayudante de Santa Claus, son siempre ajenos a la familia, pero ¿Se imaginan que no fuera un monstruo sino el mismo padre quien se comiera a sus hijos?

Que un padre mate a uno de sus hijos resulta detestable y una de las conductas con mayor repudio social, pero que además se lo coma, resulta sumamente repulsivo. Para sorpresa de muchos, en otros animales, los biólogos evolutivos han propuesto que un macho que mata y se come a sus hijos puede no solo estar tomando una buena decisión, sino ser un muy buen padre.

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Canibalismo filial, una historia aterradora

El canibalismo filial en humanos es una costumbre ancestral. Diversas culturas tienen mitos relativos a padres que matan y, en ocasiones, devoran a uno o más de sus hijos. Por ejemplo, para los antiguos israelitas la desobediencia a Dios podía traer como castigo divino el tener que comer carne de sus propios hijos. Más allá de la mitología, el canibalismo filial medicinal era una conducta común en China hace dos mil años; los hijos adultos daban alguna parte de su cuerpo a su padre en un intento de curarle alguna enfermedad. Usualmente el riesgo para el hijo no era grave ya que se ofrecía un mordisco de la pierna y, solo en casos graves, podía ser consumido un dedo completo.

Que el canibalismo filial nos resulte repulsivo, motivó a que, por algún tiempo, se excluyera la descripción de estos actos en los textos científicos, considerándose una conducta aberrante que ocurría en condiciones de estrés agudo como el cautiverio. Sin embargo, esta es una conducta común, observada más frecuentemente en especies que realizan cuidado parental, e incluye —como mencionamos anteriormente—, grupos como aves, mamíferos, insectos, arañas y principalmente peces. La ocurrencia del canibalismo filial no deja de ser paradójico si consideramos que la teoría evolutiva sugiere que el cuidado de los padres es una conducta que incrementa la probabilidad de supervivencia de los hijos, aun cuando reduce la condición física y la reproducción futura de los padres por toda la energía y tiempo invertidos en cuidar. Entonces, ¿qué desquiciado padre podría querer comerse a sus hijos?

Fotografía: Mendoza-Cuenca, L.F. 

En peces el canibalismo filial es parte de su conducta de supervivencia

En peces el canibalismo filial es usual en especies donde únicamente el padre cuida de la progenie. En general, los machos pelean por el sitio perfecto de anidación, lo preparan, limpian y cortejan a las hembras, las que, de elegirlo, pondrán sus huevos en el nido «abandonándolos al cuidado del macho». Aunque los peces no incuban los huevos, el cuidar de cientos o miles de ellos resulta una tarea sumamente demandante para el padre, ya que involucra numerosas y constantes peleas para defenderlos de los múltiples depredadores presentes (incluyendo machos vecinos que también cuidan huevos), mantenerlos limpios y oxigenados a través de «abanicados» con las aletas, e incluso, «soplándoles» agua con la boca para asegurar que se desarrollen correctamente.

En algunas especies, los padres son tan abnegados que no se distraen ni en alimentarse durante el largo periodo de cuidado paterno. Pese a todo ese esfuerzo, es usual observar a padres comiendo algunos de los huevos de su propio nido, lo que es llamado canibalismo filial parcial y nos lleva a preguntarnos ¿Por qué lo hace?

En ocasiones, los machos engullen huevos no desarrollados, muertos o infectados por hongos y bacterias, por lo que retirarlos es una buena medida para evitar que la infección se disperse, o para aumentar el área de aireación de los huevos sanos lo que hace que se desarrollen más rápido y crezcan mejor, es decir, canibalizan por el bienestar de la mayoría. Pero, ¿por qué no simplemente retirarlos en lugar de comerlos?

Los huevos que el pez consume están pegados al fondo y la herramienta corporal que le permite retirarlos es la boca, pero ¿Por qué no escupirlos como lo hacen con las rocas cuando limpia el nido? En realidad, los huevos son ricos en nutrientes y energía, representando un recurso valioso que es codiciado por muchas especies de peces, y el padre al consumirlos aprovecha esos recursos adicionales y los invierte en sus labores de padre cuidador con los hijos restantes. Un principio similar del bien de la mayoría, aplica cuando la densidad de huevos por nido es muy alta (cientos de miles de huevos) y, en ocasiones, los machos deben retirar incluso embriones sanos que pueden impedir la adecuada oxigenación, limpieza y desarrollo del total de huevos.

Sin embargo, explicar o justificar la conducta de un padre que se come a todos sus hijos presentes en el nido, parece una tarea sumamente complicada y poco intuitiva. Hemos hablado antes que el cuidado de los hijos es una tarea sumamente desgastante para el padre implicado, si aceptamos que es igualmente desgastante cuidar diez o diez mil huevos, un macho que obtuvo muy pocos huevos en la presente temporada, podría decidir comérselos a todos para mejorar su condición física y apostar por realizar un mejor cortejo y conseguir más huevos en la siguiente temporada. Idéntica decisión se esperaría de un macho que se percata que más del 50 % de los huevos de su nido no son sus hijos sino fecundados por machos tramposos que logran colarse en su nido.

Con la descripción de estos ejemplos de padres devoradores de hijos, quizás ya no te parezca tan repulsivo el canibalismo filial que nos remite a las canciones, historias o cuentos con seres terroríficos. Un padre que devora a algunos de sus hijos puede estarlo haciendo por el bienestar de la mayoría de los hijos restantes, o bien, los engullen para poder ser mejores padres en el futuro.

 

Para Saber Más: 

 

La Ciencia me Encanta. (2018). «Este pez mata a sus recién nacidos si no son los suficientemente buenos». La Ciencia me Encanta.

https://cutt.ly/0yJtaWx

 

Klug H. y Bonsall M.B. (2007). «When to care for, abandon, or eat your offspring: the evolution of parental care and filial cannibalism». American Naturalist, 170:886-901.

DOI: 10.1086/522936

 

Richter-Boix A. (2018). «Si quieres volver a ligar, cómete a tus hijos: canibalismo filial entre peces». Evoikos. Blog de Biología y Ecología Evolutiva.

https://andaresdelaciencia.com/2018/08/19/si-quieres-volver-a-ligar-comete-a-tus-hijos-canibalismo-filial-entre-peces/

Mariana Solís-Mendoza. Estudiante del Programa Institucional de Doctorado en Ciencias Biológicas opción Biotecnología Molecular en el Laboratorio de Genómica del Centro Multidisciplinario de Estudios en Biotecnología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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Luis Felipe Mendoza-Cuenca. Profesor-Investigador del Laboratorio de Ecología de la Conducta en la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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