Calentamiento global: Un fenómeno no tan nuevo

Escrito por Rodrigo Martínez-Abarca

Uno de los problemas más acuciantes de nuestra sociedad es el calentamiento global, que consiste en el aumento en la temperatura promedio del planeta como resultado de las diversas actividades humanas. De acuerdo al Panel Internacional de Cambio Climático (PICC), la temperatura media global ha incrementado cerca de 1 °C desde la época preindustrial, lo que ha tenido como consecuencia el aumento en los niveles marinos, deshielo de glaciares, blanqueamiento de corales, entre otros efectos.

Los registros meteorológicos de los últimos 60 años muestran una tendencia que favorece el incremento en la temperatura mundial, y cuya causa principal se ha asociado a las actividades humanas (emisión de gases de efecto invernadero, el cambio de uso de suelo, la deforestación). Sin embargo, los cambios en la temperatura del planeta no siempre han ocurrido por forzantes antropogénicos, sino que en repetidas ocasiones a lo largo de la historia de la Tierra, son el resultado de forzantes naturales. A continuación, te menciono algunos.

 

Ejemplos de calentamiento global en el pasado

* Periodo Cretácico

Al inicio del periodo Cretácico (hace 145 millones de años), el supercontinente Gondwana se conservaba casi intacto. La longitud de la masa continental podía alcanzar doce mil kilómetros de largo en la región ecuatorial, cuatro veces el ancho de Norteamérica a los 40 °N. Se ha estimado que la temperatura media global durante este periodo, pudo haber alcanzado los 35 °C (20° más que en la actualidad), donde además la concentración del dióxido de carbono (CO2) era de 1000 partes por millón (ppm), 600 ppm más que en la actualidad.

La razón por la que durante el Cretácico la Tierra era un «horno», ha sido asociada con la continentalidad, un término que se refiere al efecto que produce la distribución de los continentes sobre la manera en que circulan las corrientes oceánicas y atmosféricas, que regulan la temperatura y distribuyen humedad a lo largo del planeta. Debido a que Gondwana era una sola masa continental ubicada cerca del ecuador, la circulación oceánica y atmosférica era muy diferente a la actual. En consecuencia, la distribución de la humedad estaba limitada al margen oeste de Gondwana, produciendo un enorme desierto en el centro del continente.

Durante el Cretácico, gran parte de México se encontraba sumergida por un mar relativamente somero. Los grandes depósitos de carbonatos en rocas cretácicas del centro y norte de México, sugieren que durante este periodo hubo una alta evaporación. Por otro lado, registros de paleosuelo localizados muy cerca de los municipios de Tiquicheo de Nicolás Romero y Tuzantla, en Michoacán, indican que esta región pudo haber sido árida a semiárida hacia el final del Cretácico.

Registro de temperatura media de la Ciudad de México desde 1876 a 2016. Durante este periodo, la temperatura en la ciudad ha incrementado cerca de 2 °C. Gráfico propio del autor. Datos tomados del observatorio meteorológico de Tacubaya del Servicio Meteorológico Nacional.
(https://smn.conagua.gob.mx/es/informacion-climatologica-por-estado?estado=df)

* Periodo Paleoceno

El final del Cretácico (hace 65 millones de años) estuvo marcado por el impacto de un meteorito al norte de la actual península de Yucatán, México. La colisión de este cuerpo extraterrestre de 10 kilómetros de diámetro, levantó una gran cantidad de polvo a la atmósfera que no permitió el paso de radiación solar a la superficie terrestre y provocó la disminución de la temperatura global por unas cuantas décadas.

Con lo anterior, y posterior a una gran extinción, se inició el Paleoceno, una época que finalizó hace 55 millones de años. El final del Paleoceno estuvo caracterizado por un incremento «repentino» (menos de 10 mil años) de la temperatura global (hasta 7 °C más altas que en la actualidad). A este calentamiento se le conoce como «Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (MTPE)». Las condiciones cálidas en todo el mundo llevaron al derretimiento de hidratos de metano en el fondo oceánico que, por un lado, acidificó los océanos y por el otro, aceleró el calentamiento global debido a la liberación de metano hacia la atmósfera. De igual manera, hubo migración de especies marinas y terrestres hacia latitudes altas, así como una extinción masiva de organismos que vivían en el fondo del océano.

La razón principal, discutida en la última década, es la alta recurrencia volcánica en el hemisferio norte, particularmente en lo que hoy es Islandia. Cuando un volcán produce una erupción hay una importante emanación de gases de efecto invernadero (GEI), como el CO2, así como de ceniza y rocas. Como resultado, puede haber una respuesta doble del vulcanismo sobre el clima. Inmediatamente después de la erupción, la emanación de ceniza genera una capa de material en la atmósfera que no permite el paso de la radiación solar, lo que en consecuencia disminuye momentáneamente la temperatura. Sin embargo, los GEI producidos durante la erupción volcánica como CO2, azufre, metano y vapor de agua, conllevan al calentamiento dado que retienen la radiación térmica emitida por la superficie de la Tierra.

Registros mexicanos han sugerido que durante el final del Paleoceno en el centro de México, prevalecía un ambiente húmedo y la vegetación predominante era tropical. Lamentablemente, son pocos los estudios que analizan las afectaciones que tuvo el MTPE en la flora y fauna establecida en el territorio mexicano.

Distribución de los continentes al inicio del Cretácico (Berriasiense). Con colores se indican las diferentes regiones climáticas. Durante este periodo las masas continentales formaban un solo continente llamado Gondwana. Figura modificada de Hay y Floegel (2012).

* Óptimo Cálido Medieval

El último ejemplo de esta serie de eventos climáticos de elevada temperatura en la historia de la Tierra, ocurrió entre los años 1150 y 1300 d.C. Durante este periodo que coincide con el fin del imperio romano, se presentó un incremento en la temperatura global de 1.5 °C en el hemisferio norte que derritió grandes volúmenes de hielo existentes en Groenlandia. El deshielo incrementó en 18 metros el nivel del mar y expuso grandes áreas cubiertas bajo la nieve de Groenlandia y el norte de Canadá. Lo anterior fue favorable para algunas civilizaciones como la vikinga, quien aprovechó el clima para colonizar estos terrenos. Sin embargo, el incremento de la temperatura también propició plagas y enfermedades que aumentaron la tasa de mortandad de Europa Central.

El Óptimo Cálido Medieval, entre otros factores, se vincula con el incremento en la radiación solar que llegaba a la superficie de la Tierra como producto de la cantidad de manchas solares del Sol. Estas variaciones son periódicas y, hasta el momento, se ha identificado un ciclo de 11 años y otro de 80 años aproximadamente. Esto es relevante, dado que diversas investigaciones han mostrado que 1 % de incremento en el brillo del Sol puede aumentar la temperatura entre 1 y 2 °C globalmente.

Los registros paleoclimáticos del centro de México indican condiciones húmedas y cálidas durante este periodo. Algunos estudios en el estado de Veracruz indican que en particular el lago Verde aumentó sus niveles. En el caso del lago la Luna, en el Estado de México, se reportan condiciones similares. El Óptimo Cálido Medieval concluyó con el inicio de la «Pequeña Edad de Hielo» en la cual las condiciones fueron secas, hubo incremento de incendios y se preservaron bajas temperaturas.

Reconstrucción artística del paisaje durante el inicio del Paleoceno. Las condiciones húmedas prevalecían. Figura original del Peabody Museum of Natural History, Universidad de Yale, New Haven, EUA.

¿El calentamiento global es un fenómeno nuevo?

No hay duda que el planeta es un sistema dinámico en constante cambio. En el pasado, los procesos que alteraron el clima de la Tierra ocurrieron y en el futuro seguirán ocurriendo, es algo que los humanos no podemos cambiar. Como te puedes dar cuenta por los ejemplos climáticos que se han explicado, el hecho de que nuestro planeta se caliente no es nuevo, pero sí lo es el tiempo en el que está ocurriendo.

El actual calentamiento global no tiene precedentes. Durante el Cretácico la temperatura máxima de 35° se alcanzó después de cincuenta millones de años, en el Paleoceno el calentamiento de siete grados tomó diez mil años y en el Óptimo Cálido Medieval el aumento de 1.5° tomó 150 años. Desde 1960 se ha incrementado 1 °C la temperatura global debido a la elevada quema de hidrocarburos y la producción de gases de efecto invernadero. Este calentamiento en menos de 50 años no le da tiempo suficiente a nuestro planeta para regularse.

 

Para saber más:

Castro Y.C.G. y Martínez J.I. (2009). «El periodo cálido medieval y la pequeña edad de hielo en el Neotrópico». Revista de la Academia Colombiana de Ciencias exactas, físicas y naturales, 33(129):477-490.

http://www.divulgameteo.es/uploads/Periodo-C%C3%A1lido-medieval-PEH.pdf 

Duarte C.M., Alonso S., Benito G., Dachs J., Montes C., Pardo Buendía M. y Valladares F. (2006). Cambio Global. Impacto de la actividad humana sobre el sistema Tierra. Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

https://e-archivo.uc3m.es/handle/10016/8520

El Bali I. (2013). «Descripción, análisis y consecuencia que tuvo en la navegación de la época, el óptimo climático en la edad media».

https://upcommons.upc.edu/handle/2099.1/19184 

Hay W.W. y Floegel S. (2012). «New thoughts about the Cretaceous climate and oceans». Earth-Science Reviews, 115(4): 262-272.

https://www.researchgate.net/publication/256695290_New_thoughts_about_the_Cretaceous_climate_and_oceans/figures

 

Rodrigo Martínez-Abarca, Posgrado en Ciencias de la Tierra, Universidad Nacional Autónoma de México.

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