Clembuterol: Un enemigo silencioso

Escrito por Salvador Salgado Díaz y Aurora Femat Díaz

¿Quién no recuerda estos escándalos deportivos?

Guillermo Ochoa, Antonio Naelson «Sinha», Francisco «Maza» Rodríguez, Edgar Dueñas y Christian «Hobbit» Bermúdez, son futbolistas de la Selección Nacional de México que dieron positivo por clembuterol en pruebas de dopaje previas a la Copa de Oro 2011. De acuerdo a Decio de María, secretario general de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), se cree que los jugadores dieron positivo debido a la ingesta de carne de res o de pollo contaminada. En este mismo año se celebró en México el Mundial Sub 17 donde participaron 24 países; de los exámenes realizados a 208 futbolistas, 109 mostraron restos de clembuterol en la orina, reprobando las pruebas de dopaje. El elemento común, todos habían comido carne mexicana contaminada.

En 2013, La FMF informó que los futbolistas Amaury Escoto y Marco Jiménez de los Gallos Blancos de Querétaro, resultaron positivos en el consumo de clembuterol, concluyendo que esta sustancia estuvo presente en la comida, por lo que no estaban conscientes de su consumo. Más recientemente, en 2018, el boxeador mexicano Saúl «Canelo» Álvarez fue sancionado con seis meses de inactividad por dar dos veces positivo al clembuterol en los controles de antidopaje, previos a su combate contra Gennady Golovkin. La causa de este resultado positivo fue por la carne mexicana contaminada.

Según las normas, un atleta es culpable si da positivo al clembuterol, sin importar si consumió una sustancia prohibida de manera intencional o no, por lo que se ha convertido en un grave problemas para los atletas.

 

¿Consumir clembuterol es un problema solo de atletas?

La respuesta es muy simple, ¡NO! Lamentablemente no lo es. Todos estamos expuestos al consumo de carne contaminada por clembuterol. El 28 de octubre de 2019, el Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes, aseguró 59 kg de carne contaminada lista para su venta. Desafortunadamente se han presentado casos graves de intoxicación derivada del clembuterol, el más reciente se presentó en Cuernavaca, Morelos, acaparando los titulares de diversos periódicos el 14 de junio de 2019, donde se intoxicaron 38 personas.

Para Saber Más sobre el clembuterol, acompáñanos en este recorrido, donde descubriremos algunos secretos que lo rodean.

 

¿Qué es el clembuterol?

La primera vez que lo escuchas, suena como un medicamento, y efectivamente, ¡lo es! Su nombre de acuerdo a la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC, por sus siglas en inglés) es 1-(4-amino-3,5-dicloro-fenil)-2-(tert-butilamino)etanol, un poco largo, ¿no lo crees? Mejor lo seguiremos llamando clembuterol, cuya fórmula química es C12H18N2Cl2O.

El clembuterol es un fármaco empleado para el tratamiento de problemas respiratorios, por su efecto broncodilatador, al igual que el salbutamol, pues ambos pertenecen a la misma familia de los β2 agonistas adrenérgicos. Aunque, el clembuterol solo se debe utilizar en animales que no serán destinados a la ingesta humana.

 

Representación tridimensional de la molécula del clembuterol
Salvador Salgado Díaz

¿Cómo funciona en el organismo?

El clembuterol además de facilitar la respiración, tiene una reacción secundaria en el organismo que lo consume, ya que provoca un efecto de reparto, es decir, su absorción estimula el efecto anabólico y el efecto lipolítico. En otras palabras, provoca el desarrollo de músculo y la pérdida de grasa al mismo tiempo.

Hasta el momento pareciera un producto estrella, ¿quién no quisiera lograr un físico de ensueño? Pero no todo es miel sobre hojuelas, el clembuterol ocasiona diversos problemas a la salud, como mareos, náuseas, dolor de cabeza, dolor muscular, taquicardias, temblores musculares, nerviosismo e intoxicación que puede ocasionar la muerte.

 

Uso ilegal en ganado

Debido a que el clembuterol logra incrementar la musculatura, algunos ganaderos lo utilizan para obtener un máximo beneficio en la comercialización de sus animales, en especial del ganado bovino. Este uso es ilegal, ya que México en la NOM-061-ZOO-1999 prohibió el empleo del clembuterol y otros ingredientes activos, en la formulación de alimentos para animales que serán utilizados para el consumo humano.

Otros países como Estados Unidos, Canadá, China, Japón, Corea e incluida la Unión Europea, también han prohibido el uso de clembuterol en la ganadería. Al utilizarlo en nuestro país, se daña notablemente la reputación para futuras exportaciones.

¿Quién lo regula?

Tal vez has escuchado de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) o del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), bueno, ellos se encargan de realizar diversos procedimientos de inspección y supervisión en los rastros y establecimientos industriales, dedicados a producir, almacenar, sacrificar, procesar y distribuir todo tipo de carnes, así como sus derivados.

El SENASICA otorga la certificación Tipo Inspección Federal (TIF) a los establecimientos que cumplen con los requisitos establecidos, uno de ellos, y que es indispensable, es que la carne esté libre de clembuterol, por lo que se recolectan muestras de animales sacrificados, siendo el hígado, músculo, orina, riñón y retina las muestras más representativas, ya que en ellas podemos encontrar las concentraciones más elevadas.

La NOM-EM-015-ZOO-2002 establece tres métodos para la cuantificación del clembuterol, es decir, el ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA por sus siglas en inglés), la cromatografía de gases y la cromatografía de líquidos. Estos métodos tienen alta sensibilidad, gran precisión y son muy específicos, pero como nada es perfecto, tienen una desventaja, son muy costosos por lo que es imposible analizar a todos los animales sacrificados y solo se hacen muestreos aleatorios.

 

Consumo de carne

De acuerdo al Consejo Mexicano de la Carne (COMECARNE), el consumo anual de carne en México, oscila en los 65 kilos por persona. La carne de ganado bovino ocupa el tercer puesto, solo detrás de la carne de pollo y de cerdo.

De acuerdo al SENASICA (septiembre 2019), en México existen 844 rastros donde se realiza vigilancia por parte de las entidades federativas y 469 establecimientos que cuentan con la certificación TIF, de los cuales, solo 166 realizan sacrificios. En el primer semestre del año 2019, se exportaron 629 906 cabezas de ganado bovino solamente a Estados Unidos, obviamente todas libres de clembuterol, por lo que podríamos suponer donde se venden las que posiblemente sí lo contienen.

Otra manera de detectarlo

Recientemente, el uso de biosensores electroquímicos para la resolución de problemas de salud, es una tendencia en la química analítica moderna, debido a su bajo costo, simplicidad y selectividad. Para nuestra fortuna, el clembuterol cuenta con las propiedades electroquímicas necesarias para su detección.

Tal vez en este momento te puedas estar preguntando, ¿qué es un biosensor electroquímico? Es muy probable que ya los conozcas, si es que alguna vez te han tomado los niveles de glucosa en la sangre.

Los sensores están constituidos por tres componentes: el sensor biológico que puede ser natural o sintético; el transductor que no es otra cosa que un electrodo encargado de traducir la señal que emite el sensor; y finalmente, el detector que da la respuesta a la señal. Decimos que tenemos un biosensor cuando el elemento de reconocimiento es tomado de la naturaleza.

Existen diversos tipos de biosensores electroquímicos; no obstante, para la detección de clembuterol, el más utilizado es el biosensor voltamétrico/amperométrico, que mide la corriente proveniente de la electrólisis causada por la oxidación o reducción del clembuterol. Esta se logra al aplicar una diferencia de potencial a un electrodo de trabajo contra un electrodo de referencia, simultáneamente, la corriente se mide entre el electrodo de trabajo y el electrodo auxiliar. Dicha corriente es proporcional a la concentración del clembuterol, lo que permite conocer si la muestra analizada presenta residuos del fármaco.

Actualmente, algunos investigadores están identificando los diversos parámetros para lograr una detección óptima de clembuterol en muestras provenientes del ganado bovino, acoplando un electrodo serigrafiado a una estación de trabajo electroquímica, utilizando como técnica de detección, la voltametría cíclica.

¿Podrías imaginar que nosotros como consumidores, tuviéramos la oportunidad de verificar si la carne que estamos adquiriendo está libre de clembuterol y evitar futuras complicaciones? ¡Sería increíble!, ¿no lo crees? Sin embargo, por el momento, lo único que podemos hacer es verificar que los productos adquiridos cuenten con el sello TIF.

  

Chávez-Almazán L.A., Díaz-Ortiz J.A., Garibo-Ruiz D., et. al. (2019). «Impacto de la vigilancia sanitaria del clembuterol en Guerrero, México: Resultados de 2011 a 2015». Revista Mexicana de Ciencias Pecuarias, 10(1):186-198.

http://www.scielo.org.mx/pdf/rmcp/v10n1/2448-6698-rmcp-10-01-186.pdf

 

Pereyra B. (2018). «En carne propia, la pesadilla del clembuterol». Proceso, 2162:6-12.

https://www.proceso.com.mx/528738/en-carne-propia-la-pesadilla-del-clembuterol

Pereyra B. (2018). «Ineficacia y simulación sanitarias». Proceso, 2162:12-17.

https://www.proceso.com.mx/528962/ineficacia-y-simulacion-sanitarias

 

Valladares-Carranza B., Bañuelos-Valenzuela R., Peña-Betancourt S.D., et. al. (2015). «Riesgos a la salud por el uso de clorhidrato de clembuterol: Una revisión». Revista de Medicina Veterinaria, 30:139-149.

https://ciencia.lasalle.edu.co/mv/vol1/iss30/12/

 

Salvador Salgado Díaz, Ingeniero Químico egresado de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y estudiante del Programa de Maestría en Ingeniería de Calidad y Productividad, impartida por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro.

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Dra. Aurora Femat Díaz, Profesor-Investigador en el Programa de Maestría de Calidad y Productividad y en la Carrera de Ingeniería Biomédica de la Facultad de Ingeniería en la Universidad Autónoma de Querétaro.

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