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Conociendo los volcanes de Morelia

Escrito por Martha Gabriela Gómez-Vasconcelos y Denis-Ramón Avellán

ARTÍCULO

Conociendo los volcanes de Morelia

Martha Gabriela Gómez-Vasconcelos y Denis-Ramón Avellán

Resumen

La ciudad de Morelia está rodeada de volcanes formados entre 23 y 0.1 millones de años. Está asentada sobre la cantera rosa de 16.8 millones de años, misma que fue utilizada para la construcción del centro histórico. Quinceo y Tetillas adornan la ciudad en su parte noroeste, mientras que un grupo de pequeños volcanes al oeste de la ciudad nos brindan material para la construcción de casas y caminos. Estos volcanes forman parte de nuestra cultura, patrimonio e historia geológica; además, regulan el clima y filtran el agua para la formación de acuíferos, por lo que es importante conocerlos, valorarlos y preservarlos.

Palabras clave: Morelia, Michoacán, volcanes.

 

RECIBIDO: 4/02/2025; ACEPTADO: 25/06/2025; PUBLICADO: 19/12/2025

La ciudad de Morelia se encuentra dentro del Cinturón Volcánico Transmexicano, una cadena volcánica localizada en el centro de nuestro país que alberga a más de ocho mil volcanes de tipo y morfología variada que han modificado y embellecido nuestro paisaje desde hace más de 30 millones de años (Fig. 1A). Los volcanes y sus rocas han formado parte de la cultura mexicana desde tiempos prehispánicos, apareciendo en leyendas y códices. Sus rocas han sido utilizadas para la confección de objetos ornamentales, herramientas para la cacería, el trabajo y la construcción.

En la parte central de México, dentro de la cuenca Lerma-Chapala, se encuentra la bella ciudad de Morelia, formando parte de la cuenca del Lago de Cuitzeo y del campo volcánico Michoacán-Guanajuato (Fig. 1B). La topografía de Morelia es el resultado de la interacción entre la actividad tectónica y volcánica que se ha presentado desde hace 23 millones de años en la región.

Los volcanes más viejos de Morelia tienen edades entre los 23 y los 16 millones de años y se encuentran al sursureste de la ciudad, en la Sierra de Mil Cumbres. Estas estructuras se reconocen como los supervolcanes o calderas Atécuaro y Escalera, que fueron producidos por dos grandes erupciones explosivas. También está el vulcanismo, tanto explosivo como efusivo, de Cuitzeo. Mientras que los volcanes más jóvenes pertenecen al campo volcánico Michoacán-Guanajuato, un grupo de más de 1 200 volcanes pequeños, de vida corta y caracterizados por una sola erupción que puede durar desde varios meses hasta años para luego extinguirse.

A continuación, se describen brevemente los volcanes de la región de Morelia, del más viejo al más joven.

El basamento local está conformado por una meseta de voluminosos flujos de lava de 21.5 millones de años. Estas lavas se pueden observar al sureste de la ciudad, en la cascada de los Filtros Viejos (Fig. 2). Sobre estas lavas se encuentra la caldera Escalera, la cual se formó de 23 a 16 millones de años y consiste en tres colapsos en forma de herradura de 3 a 7 km de diámetro y paredes verticales de 200 a 400 m que coinciden con fallas de dirección NE-SO. Se compone de diferentes depósitos, tanto explosivos (ignimbrita) como efusivos (flujos de lava y domos).

La caldera Atécuaro se encuentra al sur de Morelia y tiene edades entre los 19.4 y los 16.3 millones de años. Consiste en un cráter de colapso circular de 6 km de diámetro con paredes de 150 a 300 m de alto. También se compone de depósitos explosivos (ignimbritas) y efusivos (flujos de lava y domos). El centro histórico de Morelia se construyó con la ignimbrita Atécuaro (también llamada cantera rosa o piedra vieja), material proveniente de la erupción que formó la caldera Atécuaro hace 16.8 millones de años (Fig. 2F). El volcán Punhuato, localizado al este de la ciudad, es un domo de lava formado por una erupción tranquila que ocurrió hace 16.3 millones de años (Fig. 3). Se cree que este volcán está asociado a la actividad tardía de la caldera Atécuaro.

Las lavas e ignimbritas de Cuitzeo de 18.7 y 17.4 millones de años, respectivamente, se encuentran en la parte norte de Morelia. Este vulcanismo de gran volumen se asocia a la formación de una caldera de tipo graben al suroeste del Lago de Cuitzeo. Esta actividad volcánica se podría relacionar con el inicio del Cinturón Volcánico Transmexicano en el centro del país.

Después de un largo periodo de inactividad, como parte del campo volcánico Michoacán-Guanajuato, se formó el volcán Divisadero. Este se encuentra entre Villas del Pedregal y San Nicolás Obispo, y es un domo producido por una erupción muy tranquila hace 3.14 millones de años. Cerca de la colonia Villas del Quinceo se encuentra el volcán Estadio (Fig. 3). Se trata de un domo alargado cortado por una falla; desde su cima se puede observar el estadio Morelos.

Manteando la ciudad, sobre todo en su parte norte, encontraremos la capa Amaranto, compuesta de fragmentos de pómez porosos y ligeros de color ocre derivados de una erupción altamente explosiva ocurrida hace 1.48 millones de años al noroeste de Morelia (Fig. 3). Su nombre deriva de su similitud con el cereal de amaranto. Por su amplio uso en la cosmética, construcción y limpieza, en la actualidad es difícil observar este depósito. Un lugar en donde se puede observar es en los Piloncillos del Porvenir, al noroeste de la ciudad.

El emblemático volcán Quinceo está ubicado al noroeste de la ciudad. Es un coloso con forma de escudo de guerrero vikingo, con suaves pendientes en su parte baja que aumentan cerca de su cima. Este volcán está constituido de lavas y se formó hace 1.36 millones de años con una erupción tranquila y voluminosa (Figs. 2C y 3). Hacia el poblado de La Concepción, al oeste de la ciudad, se encuentra el volcán Pelón. Este es un cono de escoria, similar al volcán Paricutín, producto de una erupción poco explosiva que ocurrió hace 844 mil años. En el paisaje al oeste de la ciudad destaca el volcán en escudo Águila, construido por flujos de lava producto de una erupción tranquila y voluminosa ocurrida hace 620 millones de años. Un poco después se formó el volcán Tetillas, también conocido como cerro de la Antena, ubicado al oeste del volcán Quinceo. Este volcán también tiene forma de escudo y es producto de una erupción tranquila y voluminosa ocurrida hace 560 mil años (Figs. 2C y 3).

Hacia la salida a Quiroga, al oeste de la ciudad, cerca de Villas del Pedregal, se encuentran los tres volcanes más jóvenes de Morelia. Los dos primeros son Jamanal y Parastaco, que se formaron hace aproximadamente 200 mil años. Ambos son conos de escoria cercanos al relleno sanitario y están a punto de desaparecer por la extracción de su material para la construcción. La actividad volcánica más reciente en la ciudad es del volcán Cerritos (Fig. 3). Este volcán es producto de una erupción tranquila ocurrida hace 120 mil años. Villas del Pedregal, Villa Magna y Lomas de la Maestranza fueron construidos sobre sus lavas.

Conocer la actividad volcánica del pasado nos ayuda a entender su comportamiento en el futuro y a estar conscientes del riesgo que conlleva vivir en una zona volcánica. Aunque cabe mencionar que todos los volcanes de Morelia están extintos, ya que tuvieron su última actividad hace más de 10 000 años. Sin embargo, están dentro de un campo volcánico activo que ha tenido actividad reciente, como la del volcán Paricutín que ocurrió de 1943 a 1952, o el volcán Jorullo de 1759 a 1774 (Figs. 1B y 2A). Por lo tanto, es probable que nazca un nuevo volcán en el futuro en esta región, pero no sabemos cuándo ni dónde ocurrirá.

Como morelianos, es importante que conozcamos los volcanes que nos rodean por ser parte de nuestra cultura, patrimonio e historia geológica. Así que te invitamos a conocer físicamente los volcanes de Morelia y sus rocas, particularmente los volcanes Punhuato, Quinceo, Tetillas, Águila, Atécuaro y Escalera, ya que ofrecen múltiples rutas de senderismo y actividades de aventura para todos los niveles (Fig. 2E).

Los volcanes morelianos, además de brindarnos un bello paisaje para la recreación y el senderismo, regulan la temperatura y proveen de suelos fértiles para las actividades agrícolas gracias a los minerales de sus rocas. También constituyen zonas naturales de recarga y filtración de agua a través de sus fallas y poros. Asimismo, las rocas volcánicas ofrecen materiales para construir nuestras casas y caminos.

Te invitamos a hacer conciencia sobre los beneficios de los volcanes en tu vida cotidiana, a conservar nuestro geopatrimonio y a considerar este conocimiento en el uso de suelo y desarrollo urbano de nuestra ciudad.

 

Martha Gabriela Gómez-Vasconcelos. SECIHTI-Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Tierra, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán.

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Denis Ramón Avellán. SECIHTI-Instituto de Geofísica Unidad Michoacán, Universidad Nacional Autónoma de México. Morelia, Michoacán.

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Avellán D.R., Cisneros-Máximo G., Macías, J.L., Gómez-Vasconcelos M.G., Layer P.W., Sosa-Ceballos G. y Robles-Camacho J. (2020). Eruptive chronology of monogenetic volcanoes northwestern of Morelia–Insights into volcano-tectonic interactions in the central-eastern Michoacán-Guanajuato Volcanic Field, México. Journal of South American Earth Sciences, 100, 1-23, 102554. https://www.researchgate.net/publication/340062188_Eruptive_chronology_of_monogenetic_volcanoes_northwestern_of_Morelia_-_Insights_into_volcano-tectonic_interactions_in_the_central-eastern_Michoacan-Guanajuato_Volcanic_Field_Mexico

 

Gómez-Vasconcelos M.G. (2018). El volcán Paricutín en el campo volcánico Michoacán-Guanajuato: una revisión. Ciencia Nicolaita, 74, 15-30. https://www.cic.cn.umich.mx/cn/article/view/400

 

Servicio Geológico Mexicano. (2017). Volcanes de México. https://www.sgm.gob.mx/Web/MuseoVirtual/Riesgos-geologicos/Volcanes-de-Mexico.html