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La masa muscular saludable como un signo vital más

Escrito por Sarai Sánchez-Duarte y Rocío del Carmen Montoya-Pérez

ARTÍCULO

La masa muscular saludable como un signo vital más

 

Sarai Sánchez-Duarte y Rocío del Carmen Montoya-Pérez

 

Resumen

El tejido músculo esquelético se considera el tejido más grande de nuestro cuerpo y un órgano vital para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Además de brindarnos movimiento, nos ayudan a mantener el equilibrio, protegen nuestras articulaciones, participan en la respiración y mantienen la homeostasis metabólica, entre otras funciones. El deterioro de la masa muscular representa una gran amenaza para un estilo de vida saludable, ya que empeora muchas enfermedades crónicas degenerativas, por lo que se sugiere que la calidad, la cantidad y el estado metabólico del músculo son un catalizador de la enfermedad. Por otro lado, la pérdida de masa muscular es un proceso natural del envejecimiento que, cuando se combina con un estilo de vida inadecuado, puede disminuir la independencia del adulto mayor y su calidad de vida. Una adecuada masa muscular a lo largo de la vida es la base de la salud metabólica y de un envejecimiento saludable. Más masa muscular, mejor salud y más vida.

Palabras clave: Envejecimiento, músculo, salud.

 

RECIBIDO: 10/06/2024; ACEPTADO: 26/08/2024; PUBLICADO: 22/09/2025

 

Movernos de un lugar a otro es la primera imagen que nos viene a la mente cuando pensamos en las funciones del músculo esquelético. Sin embargo, los músculos esqueléticos son mucho más que simplemente movimiento, ya que son esenciales reguladores del metabolismo, puesto que nos ayudan a mantener el equilibrio, protegen nuestras articulaciones, participan en la respiración, en la generación de energía y calor, a la vez que proporcionan estabilidad corporal. La pérdida de homeostasis en su estructura y funcionamiento puede causar un deterioro significativo de la salud en general. Este artículo nos ayuda a comprender el papel crucial e indispensable del músculo esquelético en la salud y la supervivencia del organismo, así como el porqué mantener la masa muscular se podría considerar un signo vital más.

 

A mayor edad, menos músculo

En la salud muscular, tanto la calidad como la cantidad son fundamentales. La masa muscular disminuye en un 40 % a partir de los treinta años, y disminuye más rápidamente en las siguientes décadas (hasta un 40 % después de los 60 años). Como resultado, la masa muscular de las personas de más de 70 años solo representa una cuarta parte de su masa corporal total.

El envejecimiento es un proceso fisiológico en el que de manera natural y progresiva perdemos masa muscular (sarcopenia/dinapenia) y en consecuencia fuerza muscular. El principal factor es la fragilidad, que suma a una menor independencia en el adulto mayor, asociado a mayores fracturas por caídas. Sin lugar a dudas, una masa muscular saludable es necesaria para un envejecimiento saludable. Por lo que es imperativo tomar medidas preventivas como la actividad física, lo que ya no es una recomendación hoy en día, sino una necesidad.

A medida que aumenta el número de habitantes en el planeta, aumenta el número de personas enfermas. Y, por otro lado, el ser humano está viviendo más tiempo. Las enfermedades que se presentan, son especialmente las crónicas degenerativas como el cáncer, la diabetes y la obesidad, que disminuyen la calidad de vida, por lo que, ¡vivimos más años y los vivimos más enfermos! Si bien, la pérdida de masa muscular es una consecuencia natural del envejecimiento, en la actualidad, se ha descubierto a través de varios estudios que este proceso puede retrasarse, interrumpirse e incluso invertirse. De hecho, la pérdida de masa acompaña y empeora muchas enfermedades crónicas, por lo que se ha sugerido que el estado metabólico del músculo es un catalizador de la enfermedad. ¡A más masa muscular, mejor salud!

 

¿Qué son y qué hacen los músculos?

El tejido muscular esquelético es el tejido más abundante de nuestro cuerpo; se encuentra en la cara, la cabeza, el cuello, el tronco y claro en las extremidades superiores e inferiores. Están compuestos principalmente por células llamadas miofibras, las cuales son células de forma tubular, alargadas y multinucleadas que, debido a su estructura celular, tienen la capacidad de producir movimiento al contraerse y relajarse.

¿Qué lo hace tan importante? Es el principal almacenamiento de proteínas de nuestro cuerpo. Representa aproximadamente la mitad de la masa magra (sin grasa) corporal y entre el 25 y el 35 % del peso corporal total de una persona sana. El 75 % del músculo esquelético está concentrado en las extremidades, de ahí su papel en mantener una postura bípeda y asegurar la locomoción. Sin embargo, no solo son necesarios para movernos, sino también para respirar, comer, gastar energía (termorregulación) y mantener la glucosa, los aminoácidos y los lípidos en equilibrio. Dado que el músculo esquelético es el responsable del 75 % de la captación de glucosa estimulada por la insulina en los humanos, también juega un papel importante en el manejo de la glucosa en sangre.

El músculo no es estático. Se dice que es un tejido maleable porque se adapta rápidamente a los estímulos internos y ambientales, rasgo esencial de la adaptabilidad del organismo. La capacidad de liberar moléculas (mioquinas) que actúan como mensajeros entre el músculo esquelético y otros órganos vitales, como el hígado, el corazón, la grasa e incluso el cerebro, lo convierte en un tejido endocrino. Esta señalización tiene un impacto en enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la caquexia, la sarcopenia y la neurodegeneración. Estas conexiones confirman que el músculo esquelético es esencial y necesario para la salud y la supervivencia del organismo.

 

¿Qué provoca la pérdida de músculo?

Hay una variedad de estímulos que pueden provocar la pérdida de masa muscular. La desnutrición, la denervación (pérdida de la conexión con el nervio), una dieta baja en proteínas y la genética. Además, otros factores que contribuyen a la pérdida y debilidad del músculo incluyen un estilo de vida poco saludable (sedentarismo, dieta rica en grasas), la presencia de patologías sistémicas y la terapia con medicamentos a largo plazo (glucocorticoides, entre otros).

En algunas situaciones, la masa del músculo esquelético puede disminuir por padecimientos como:

Sarcopenia: pérdida de masa muscular asociada con el envejecimiento.

Caquexia: pérdida de masa muscular causada por enfermedades crónicas degenerativas (cáncer, diabetes)

Atrofia muscular: pérdida de masa muscular por inactividad física.

 

El ejercicio es medicina

El ejercicio mejora la composición corporal, el control glucémico, la función cardiovascular y respiratoria, entre otros beneficios para nuestra salud. Por lo tanto, se considera un tratamiento no farmacológico muy recomendado para la mayoría de las enfermedades. Cualquier tipo de actividad física se relaciona con una disminución del 13 % de riesgo de muerte. Al envejecer, los individuos tienden a reducir su actividad física, lo que contribuye en gran medida al desarrollo de sarcopenia relacionada con la edad. La relación entre la masa del músculo esquelético y el nivel de actividad física es compleja.

Lo que es un hecho es que la reducción de la actividad física altera la composición corporal en distintas maneras: la masa muscular disminuye mientras que la masa grasa aumenta. De hecho, un factor importante que contribuye a la atrofia muscular en la caquexia y la sarcopenia está relacionado con la reducción de la actividad física, frecuentemente asociada con enfermedades crónicas y la edad. Aumentar la actividad física puede retardar, prevenir o incluso revertir la pérdida muscular.

El ejercicio adecuado y bien supervisado puede ayudar a aumentar la masa muscular. El tipo de ejercicio que mejor ayuda al crecimiento de los músculos es el entrenamiento de fuerza. Cada vez hay más evidencia científica que indica mejoras en el rendimiento neuromuscular, movimiento articular, metabolismo mejorado de las grasas y aumento de fuerza. Se asocia con prevenir la pérdida de masa muscular causada por el envejecimiento y la osteoporosis. Además, reduce el riesgo de diabetes, síndrome metabólico y problemas cardiovasculares, entre otras ventajas. Y claro, todos estos beneficios incluyen una mejor apariencia física y calidad de vida.

En conclusión, nuestros músculos llevan a cabo funciones esenciales en nuestro cuerpo. La cantidad de músculo y la funcionalidad son recientemente valoradas por estudios científicos como importantes predictores de morbilidad y mortalidad. Por lo tanto, mantener una masa muscular saludable es tan importante a lo largo de nuestra vida como mantener el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, la temperatura, la glucosa en sangre y la presión arterial, lo que podría tratarse de un signo vital más.

 

Sarai Sánchez-Duarte. Estudiante del Programa de Doctorado en Ciencias en Biología Experimental, Instituto de Investigaciones Químico Biológicas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán.

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Rocío del Carmen Montoya-Pérez. Profesora e investigadora, Instituto de Investigaciones Químico-Biológicas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán.

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