ARTÍCULO
La escuela y la comunidad unida para conservar el agua
Nicté Rosas-Topete e Isma Sandoval-Galaviz
Resumen:
La educación ambiental es una variante centrada en enseñar la importancia de proteger al medioambiente, esencial para el desarrollo sostenible, y la protección de recursos naturales como el agua. En México, el 60 % de los cuerpos de agua están contaminados y muchos acuíferos están sobreexplotados, por lo que la situación hídrica requiere estrategias integrales que incluyan el conocimiento local y la participación de la población para garantizar el derecho al agua. Las instituciones educativas pueden crear proyectos de aprendizaje-servicio, promoviendo la conciencia y conservación del agua, involucrando a estudiantes, docentes y a la comunidad. Esta participación, junto con las instituciones educativas, es crucial para abordar la crisis del agua. La Educación Sostenible (ES) provee conocimientos y habilidades para enfrentar desafíos ambientales, enriqueciendo el proceso educativo y fortaleciendo la capacidad comunitaria para soluciones efectivas y equitativas.
Palabras clave: Comunidad, educación ambiental, seguridad hídrica.
RECIBIDO: 20/06/2024; ACEPTADO: 30/11/2024;
PUBLICADO: 18/07/2025
Educación ambiental y seguridad hídrica
La educación ambiental se ha convertido en un pilar fundamental para promover el desarrollo sostenible y la protección de los recursos naturales, entre los cuales el agua es uno de los más vitales. En este contexto, las instituciones educativas de todos los niveles tienen un rol relevante como agente de cambio y formación, no solo transmitiendo conocimientos teóricos, sino también fomentando actitudes y prácticas responsables hacia el medioambiente. Por su parte, los gobiernos municipales deben atender lo relacionado con la planeación del desarrollo de los centros urbanos, de tal forma que se establezcan las condiciones necesarias para la modernización de la ciudad, el crecimiento económico y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población, todo ello en un marco de respeto por el medioambiente y de las características urbanas propias de los centros de población.
Enfrentamos una problemática global que amenaza la seguridad hídrica por la crisis del agua y que pone en riesgo la salud y el bienestar de comunidades en todo el mundo. En México, existen diferencias en la disponibilidad del recurso y el aumento de la población genera una desproporción entre la oferta y la demanda, lo cual se manifiesta en escasez en las regiones, sumando la falta de conciencia y de adopción de una cultura del agua que, actualmente, obstaculiza la relación de la sociedad con este recurso vital, mermando los valores, las actitudes y las prácticas que promuevan la conservación y uso eficiente.
La deficiente coordinación entre los actores gubernamentales, sector privado y sociedad impide la implementación de estrategias integrales; aunado a ello, la escasa participación ciudadana agrava esta situación, obstaculizando la gestión eficiente, tal como lo establece la Constitución mexicana. El acceso al agua potable y al saneamiento, al ser un derecho fundamental, exige medidas urgentes para garantizarlo, especialmente por la situación hídrica actual.
Crisis del agua en México
El agua es fundamental para el desarrollo, salud, resiliencia, supervivencia y la prosperidad de los seres humanos y el planeta; asimismo, es un vínculo decisivo entre la sociedad y el medioambiente, por lo que es nuestro deber protegerla y conservarla. De acuerdo con el Informe Mundial de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2023, las cifras del 2020 muestran que el 26 % de la población mundial (2 000 millones) no tenía acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura y, aproximadamente, el 46 % (3 600 millones) no contaba con acceso al agua.
México enfrenta una crisis hídrica, ya que el 60 % de los cuerpos de agua tienen algún grado de contaminación, 157 acuíferos sobreexplotados, 50 % del territorio con pérdida de cobertura vegetal original, 71 % del territorio no puede cubrir la demanda y 106 municipios tienen alta vulnerabilidad a sequías, además de una variabilidad hidrológica, con años de abundantes precipitaciones y otros con prolongadas sequías, empeorando la situación actual. Aunque en 1977 establecieron recomendaciones para aumentar la eficiencia en la gestión, reciclar el agua y combatir la contaminación, fue insuficiente. El problema es de todos, ya que las futuras generaciones están en riesgo.
Los datos del Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2021, señalan que cuatro mil millones de personas viven en zonas con escasez grave de agua, por ende, la gestión del agua requiere de estrategias y planes donde se incorpore el conocimiento local y la participación de la población. En México, el derecho al agua se consagra en el artículo 4, párrafo 6 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, señalando la participación de las Entidades Federativas en todos los niveles y la participación ciudadana.
La solución de esta problemática requiere de la participación de diferentes actores en distintos niveles organizativos para lograr un bienestar social. Por lo anterior, atendiendo el objetivo 4.7 de la Agenda para el Desarrollo Sostenible y a efectos de contribuir a que se pueda garantizar que los alumnos adquieran conocimientos teóricos y prácticos para promover el desarrollo sostenible, además de formar una ciudadanía mundial para una educación inclusiva, equitativa y de calidad, promoviendo oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos, se pretende que este artículo pueda servir de base para que, desde la educación, se vincule la participación de la comunidad.
Educación y comunidad
El desarrollo de proyectos para la conservación y uso eficiente del agua requiere que la sociedad, desde un enfoque participativo, articule los intereses comunes; por eso resulta necesario llevar a cabo acciones inmediatas para preservar el recurso. El presente análisis encuentra sustento en algunos proyectos que se implementaron en México para tal fin. «Yo cuido el agua» es liderado por la Agencia de Gestión Urbana de la Ciudad de México e involucra a los ciudadanos; «Casa del Agua» en Oaxaca, de la fundación CRISIS, es un proyecto rural para la gestión sostenible; «Guardianes del Agua» en Guanajuato, colabora con el gobierno y voluntarios residentes; «Agua para todos» en Chiapas, promueve buenas prácticas de gestión del agua; «Adopta un Medidor» en Monterrey, es liderado por el operador de agua y ofrece incentivos a quienes logran reducciones en el consumo.
Al ser la comunidad una extensión social donde se concentran los actores que incluyen a la escuela y la familia como multiplicadores de la educación sostenible, las agrupaciones vecinales reconocidas en los municipios de los estados en México tienen el objetivo de fortalecer la democracia participativa y vinculación con el gobierno para la solución de las necesidades en la comunidad. La crisis del agua requiere la participación y la colaboración de la población para implementar programas de concientización sobre la cultura del agua y promover prácticas de conservación, así como el uso eficiente que beneficien a todas las personas; los proyectos comunitarios de aprendizaje-servicio desempeñan un papel significativo.
La generación de proyectos desde las instituciones educativas con una metodología de aprendizaje-servicio, combinan el aprendizaje académico con el servicio a la comunidad, ofreciendo una oportunidad única para que tanto docentes como estudiantes apliquen los conocimientos en la solución de problemas reales. Al integrar la educación ambiental, promoviendo la participación ciudadana, se crean colaboraciones que garantizan la sostenibilidad de las acciones emprendidas y el beneficio de la escuela y comunidad.
La divulgación del conocimiento nos permite llegar a un público más amplio, democratizando el acceso para que más personas comprendan la importancia de generar soluciones y adquirir nuevos hábitos o estilos de vida. En tal sentido, en este artículo se ponen a disposición del lector algunos programas que se pueden desarrollar como proyectos comunitarios de aprendizaje-servicio, los cuales, con la participación de las instituciones educativas, donde estudiantes y docentes colaboran en la realización de acciones en vinculación con la comunidad a través de las agrupaciones vecinales, contribuyan en la educación y sensibilización para la conservación del agua.
- Visión Integral del Cuidado del Agua
El agua en tus manos
Promoción Integral. Promover, en la población, una visión integral del cuidado del agua orientada al conocimiento del estado que guarda el abastecimiento, la infraestructura y los perjuicios del uso irracional del recurso, convirtiéndose en un proceso social que facilite una formación que proporcione herramientas para la acción consciente.
- Cultura de Reportes y Atención
Corre la voz, que no corra el agua
Cultura de Reportes. Promover en la ciudadanía la cultura de reportes de fugas y el reporte de uso indiscriminado del recurso por parte de ciudadanos o dependencias del gobierno municipal.
- Promoción de la Limpieza y Reutilización del Agua
Agua pura, agua segura
Promoción de la limpieza. Promover en la ciudadanía la cultura de limpieza de medios de almacenamiento de agua en hogares, oficinas y comercios para evitar el desperdicio por condiciones de suciedad o contaminación.
Agua pasó por mi casa
Reutilización del agua. Promover la reutilización del agua utilizada para uso doméstico.
¡Se requiere de la participación ciudadana!
Ante la crisis de agua, es urgente que la ciudadanía participe en el cuidado y conservación, ya que las agrupaciones vecinales son los potenciales aliados y actores principales para lograr lo anterior. Además, es necesario el involucramiento de las instituciones de educación en todos los niveles, debido a que la Educación Sostenible (ES) posee un enfoque educativo que tiene por objetivo brindar a las personas conocimiento, habilidades, valores y actitudes para contribuir a un futuro donde cada acción impacta en toda la sociedad.
Esta vinculación no solo enriquecerá el proceso educativo, sino que también puede fortalecer la capacidad de la comunidad para enfrentar los desafíos ambientales de una manera más efectiva al tener como características el aprendizaje activo y la conciencia ambiental. El empoderamiento comunitario y la responsabilidad compartida; el desarrollar habilidades prácticas, valores y actitudes positivas; el generar soluciones efectivas; permitir el acceso a conocimientos que pueden ser limitados y, finalmente, promover la inclusión y la equidad al participar todos los miembros de la comunidad, se convierte en una estrategia poderosa para construir un futuro más sostenible y equitativo.
Nicté Rosas-Topete. Profesora e investigadora, Cuerpo Académico «Gobierno, Medio Ambiente y Desarrollo» UAN-CA-286, Universidad Autónoma de Nayarit. Tepic, Nayarit. México.
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Isma Sandoval-Galaviz. Profesora e investigadora, Cuerpo Académico «Gobierno, Medio Ambiente y Desarrollo» UAN-CA-286, Universidad Autónoma de Nayarit. Tepic, Nayarit. México.
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ONU-DAES. (7 de marzo de 2024). Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, ONU-AGUA. https://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/iwrm.shtml#:~:text=La%20definici%C3%B3n%20que%20da%20la,bienestar%20social%20de%20forma%20equitativa
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