Es común escuchar que, al envejecer, muchas personas desarrollan «demencia senil». Sin embargo, cada vez es más frecuente que personas más jóvenes también enfrenten enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple, Huntington o demencia vascular, entre otras. Actualmente, estas enfermedades no tienen cura, son de larga duración y los medicamentos disponibles suelen ser costosos y con efectos secundarios significativos. Esto hace que sea crucial buscar alternativas naturales para su prevención y tratamiento. Una opción prometedora son los nutracéuticos, nutrientes presentes en los alimentos que ofrecen beneficios para la salud. Diversos estudios han demostrado que los nutracéuticos pueden ser eficaces en el tratamiento de enfermedades crónico-degenerativas, incluidas las neurodegenerativas. Además, destacan por ser de bajo costo, tener pocos o nulos efectos secundarios y presentar un gran potencial de éxito en la mejora de la calidad de vida.
Palabras clave: Enfermedades neurodegenerativas, envejecimiento, nutracéuticos.
Daniel Godínez-Hernández Asdrúbal Aguilera-Méndez Actualmente, más de tres mil millones de personas viven con alguna afección neurológica, siendo las enfermedades neurodegenerativas una de las principales causas de discapacidad y muerte prematura. Desde 1990, su carga global ha incrementado un 18 %, impulsada por el envejecimiento poblacional y el aumento en la esperanza de vida. En la actualidad, las opciones terapéuticas son muy limitadas para la mayoría de los trastornos neurodegenerativos y no existe cura para ninguno de ellos. Además, con el tiempo y con la administración repetida, se presenta cierta resistencia a los fármacos, por lo que se debe usar más de uno para una misma enfermedad, lo que hace que los efectos secundarios se incrementen. Una alternativa prometedora es el uso de nutracéuticos que, al ser nutrientes que se encuentran en los alimentos y al ser administrados en forma de píldoras y en dosis superiores a la existente en ellos, tienen un efecto favorable en la salud y su costo es menor a la mayoría de los fármacos. El nombre de nutracéutico proviene de la fusión de las palabras «nutrición» y «farmacéutico». Son compuestos naturales presentes en los alimentos que ofrecen beneficios para la salud, más allá de solo nutrir. Estos se presentan en formatos no alimenticios, como píldoras, cápsulas o polvos, para facilitar su consumo y aprovechar sus propiedades terapéuticas. Actúan como un puente entre la comida y la medicina, ayudando a prevenir o tratar enfermedades. Esto fue planteado hace más de 2500 años por Hipócrates, en la frase: «Deja que la comida sea tu medicina, y la medicina sea tu comida». Son ejemplos de nutracéuticos las vitaminas, fibra dietética, carbohidratos, proteínas, lípidos, minerales, antioxidantes, prebióticos, probióticos, etc. Los nutracéuticos han transformado la forma en que entendemos los alimentos y su relación con la salud. Ahora no solo se evalúan los macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) y micronutrientes (vitaminas y minerales) que contienen, sino también otros compuestos bioactivos (antioxidantes, polifenoles, etc.) con efectos beneficiosos. Estos componentes pueden ayudar a prevenir enfermedades, mejorar tratamientos y, en algunos casos, reducir el riesgo de muerte. La nutrición, más que solo alimentarnos, se convierte en una herramienta clave para cuidar nuestra salud. Existen diversos estudios, en personas y en animales, que han comprobado los beneficios del uso de nutracéuticos en enfermedades de larga duración e incurables, como enfermedades crónico-degenerativas (diabetes, hipertensión, osteoporosis, ateroesclerosis, cáncer, neurodegenerativas, etc.). Se ha demostrado que estos nutracéuticos tienen efectos restableciendo el equilibrio metabólico, al activar las redes de comunicación dentro de las células (vías de señalización), las cuales permiten a las células detectar señales, como hormonas, nutrientes o estímulos del entorno y responder adecuadamente. Estas señales comienzan una serie de reacciones en cadena que llevan a la célula a realizar una acción específica, como crecer, dividirse, moverse o producir una molécula. Las enfermedades neurodegenerativas son un grupo heterogéneo de trastornos que se caracterizan por la pérdida progresiva de poblaciones de neuronas, es decir, la degeneración progresiva de las neuronas en áreas concretas del cerebro y/o en otras partes del sistema nervioso central o periférico. Los trastornos neurodegenerativos afectan algunos de los principales procesos funcionales, lo que conduce a una disfunción neuronal gradual y a la muerte. Generalmente, las enfermedades neurodegenerativas se distinguen entre sí por los grupos neuronales o áreas cerebrales que se ven afectados dentro de cada enfermedad, produciendo síntomas particulares para cada condición patológica y evoluciones diferentes. Sin embargo, en algunos pacientes, las enfermedades neurodegenerativas se manifiestan clínicamente puras, mientras que en otros se observan características clínicas mixtas. No obstante, algunas enfermedades neurodegenerativas comparten rasgos, tanto de sintomatología clínica como de alteraciones neuropatológicas, lo que dificulta la identificación precisa del diagnóstico. Actualmente, no disponemos de herramientas diagnósticas capaces de identificar de forma precisa la mayoría de las enfermedades neurodegenerativas que pueden causar diferentes combinaciones de problemas cognitivos y motores. No se pone en duda todo el potencial de la genética, la historia clínica, los exámenes físicos y neurológicos, así como de las pruebas de diagnóstico por imagen, además de la identificación de biomarcadores moleculares que está en crecimiento constante; sin embargo, este «arsenal diagnóstico» puede ser insuficiente en algunos casos. Las enfermedades neurodegenerativas se pueden clasificar según las características clínicas primarias (p. ej., demencia, parkinsonismo o enfermedad de la neurona motora), distribución anatómica de la neurodegeneración (p. ej., degeneraciones frontotemporales, trastornos extrapiramidales o degeneraciones espinocerebelosas) o anomalía molecular, principal. A continuación, se presenta una clasificación general, junto con ejemplos de enfermedades, síntomas y tratamientos. Además del diagnóstico preciso, las enfermedades neurodegenerativas requieren de tratamientos igualmente precisos. Las enfermedades neurodegenerativas son complejas y demandan un enfoque individualizado para el tratamiento y el manejo de los síntomas. Tomando en cuenta que de las enfermedades neurodegenerativas no son curables y que la búsqueda de la cura puede considerarse como el objetivo principal de la terapéutica, la atención de los síntomas se convierte en un objetivo principal, así como el detener la evolución de la enfermedad. Los mejores resultados se logran con la aplicación de estrategias con diferentes enfoques, es decir, un tratamiento multidisciplinario que incluye: tratamiento farmacológico de los síntomas y manifestaciones clínicas, apoyo psicológico, terapia ocupacional, fisioterapia, etc., dependiendo de la enfermedad en cuestión. En cuanto al tratamiento farmacológico, este es costoso, además de ser limitado en alternativas en el caso de que el paciente presente respuestas deficientes al fármaco de elección; asimismo, se pueden presentar efectos adversos exacerbados dependientes del fármaco y/o de las dosis empleadas y pérdida del efecto; a la par, que el tratamiento no sea la cura ni puede detener la evolución de la enfermedad, hace que el tratamiento farmacológico sea un campo de oportunidades para la investigación y, en este contexto, los nutracéuticos alcanzan una importancia mayúscula. Los nutracéuticos están ganando atención como una opción prometedora para ayudar en la prevención y tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson y la esclerosis múltiple. Sin embargo, es importante destacar que no son un sustituto de tratamientos médicos convencionales. Estos compuestos naturales, presentes en alimentos como frutas, yogures, tés, vegetales, semillas y pescado azul (salmón), tienen propiedades que pueden proteger las neuronas, reducir la inflamación y combatir el estrés oxidativo, factores clave en el desarrollo de estas enfermedades. Algunos ejemplos de nutracéuticos son: Omega-3: Presente en pescados, principalmente el salmón, ayuda en la comunicación de las células del cerebro (sinapsis neuronal), prolonga su vida y mejoran la plasticidad neuronal (adaptarse a nuevos entornos o reprogramar su función en respuesta a estímulos fisiológicos o patológicos), lo que es esencial para el aprendizaje y la memoria. Antioxidantes: Como los encontrados en frutas y vegetales, ayudan a combatir los daños causados por el envejecimiento, el estrés oxidativo y disminuyen la inflamación. Polifenoles: Presentes en el té verde, cacao y uvas, favorecen la formación de nuevas neuronas y de la barrera hematoenfálica (es una estructura protectora que separa la sangre del cerebro) y mejoran el flujo sanguíneo cerebral. Vitaminas del complejo B: encontrados en pescados, tés, son importantes para el mantenimiento de la función nerviosa al ayudar en la producción de energía, síntesis de neurotransmisores (moléculas que ayudan en la comunicación neuronal), regulan el estado de ánimo y ayudan a la concentración y memoria. Aunque no sustituyen los tratamientos médicos, los nutracéuticos pueden complementar la dieta, ayudando a retrasar la progresión de enfermedades neurodegenerativas o mejorar la calidad de vida de los pacientes. Su bajo costo y mínimos efectos secundarios los convierten en una alternativa accesible y segura. Sin embargo, siempre es importante consultar a un especialista antes de incluirlos como parte de un plan de prevención o tratamiento, ya que los nutracéuticos contienen varios ingredientes activos que tienen más posibilidades de interactuar entre sí en comparación con los medicamentos recetados. La razón es que no se conocen del todo los componentes activos de estos productos ni la cantidad exacta que se debe utilizar. Las enfermedades neurodegenerativas son una variedad amplia de enfermedades crónicas, no tienen cura, son de larga duración y los medicamentos disponibles suelen ser costosos y con efectos secundarios significativos. Esto hace que sea crucial buscar alternativas para su prevención y tratamiento. En este contexto, una opción prometedora son los nutracéuticos, nutrientes presentes en los alimentos que han demostrado que pueden ser eficaces en el tratamiento de enfermedades crónico-degenerativas, incluidas las neurodegenerativas. Además, destacan por ser de bajo costo, tener pocos o nulos efectos secundarios y presentar un gran potencial de éxito en la mejora de la calidad de vida.
Biruete-Guzmán A., Juárez-Hernández E., Romero-Viruegas R. y Silencio-Barrita J.L. (2009). Los nutracéuticos. Lo que es conveniente saber. Revista Mexicana de Pediatría, 76(3), 136-145. https://www.medigraphic.com/pdfs/pediat/sp-2009/sp093h.pdf Fundación Pasqual Maragall. (2021). ¿Qué son las enfermedades neurodegenerativas? https://blog.fpmaragall.org/enfermedades-neurodegenerativas Rojas S., Lopera J.S., Uribe A., Correa S., Perilla N. y Marín J.S. (2015). Consumo de nutracéuticos, una alternativa en la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles. Revista Biosalud, 14(2), 91-103. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-95502015000200009
Resumen
Profesor e Investigador del Instituto de Investigaciones Químico Biológicas,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Morelia, Michoacán.
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Profesor e Investigador del Instituto de Investigaciones Químico Biológicas,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Morelia, Michoacán.
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Enfermedades neurodegenerativas
Nutracéuticos en el tratamiento y prevención de enfermedades neurodegenerativas
La importancia de las alternativas para la prevención y tratamiento
Nutracéuticos: una herramienta prometedora contra la neurodegeneración
Año 14 / Número 79 / 2025
RECIBIDO: 11/11/2024; ACEPTADO: 21/01/2025; PUBLICADO: 14/02/2025