Judit Araceli Aviña-Verduzco Juan Carlos Jiménez-Cruz. Actualmente, se estima que existen alrededor de veinte mil especies de abejas distribuidas por todo el planeta, excepto en el continente antártico. Estos pequeños insectos son responsables de más del 80 % de la actividad polinizadora del planeta y contribuyen significativamente en la actividad económica global a través de la comercialización de productos de alto valor, como la miel, jalea real, cera, propóleo, polen, entre otros. La conservación y el cuidado de este insecto es vital para mantener el equilibrio en el ciclo de vida de la vegetación del planeta. Las abejas domésticas (Apis melífera), o también llamadas abejas europeas, son insectos extraordinarios, descendientes directos de las avispas depredadoras. Se cree que este peculiar insecto lleva habitando el planeta desde hace más de cien millones de años, desde el periodo Cretácico. Desde su separación y evolución se estima que comenzaron con la recolección y obtención de miel como una fuente de almacenamiento de provisiones, esto debido a las condiciones climáticas que se vivieron en eras posteriores en nuestro planeta, así como periodos largos de sequía o tiempos prolongados de frío. Una prueba real que da cuenta del tiempo que llevan habitando la tierra, es una abeja encontrada en 2006 fosilizada atrapada en resina de árbol (ámbar), en Oregón, Estados Unidos. Lo extraordinario de este fósil, además de datar su edad, fue que se encontraron adheridas a ella parásitos y restos de polen, razón por la que se piensa que, desde la prehistoria, una de las actividades más importantes de este insecto volador es la polinización y, por tanto, el mantenimiento del equilibrio del ecosistema. A pesar de su importancia, en los últimos años se ha detectado un drástico descenso en el tamaño de las colonias, esto atribuido a diversos factores como la presencia de parásitos, la pérdida de zonas de floración y recolección de néctar a causa de la agricultura, el uso de plaguicidas, al cambio climático y al crecimiento de las ciudades. Las colonias de abejas son de las sociedades más fascinantes y organizadas que existen en el reino animal, no solo por el tamaño que llegan a alcanzar (de hasta sesenta mil miembros), sino por las complejidades de la comunidad que se establecen en la colmena. Estas colonias se encuentran encabezadas por una abeja reina, cuya función es controlar la colonia y poner los huevos para mantener un número adecuado de abejas en la colmena; los machos llamados zánganos, encargados de fecundar a la abeja reina, y las abejas obreras (hembras infértiles), quienes desarrollan todas las tareas de la colonia, excepto la fecundación. Curiosamente, de acuerdo a la edad y capacidades de cada obrera, llevará a cabo distintos trabajos, como salir de la colmena para buscar y recolectar el néctar y polen de las flores, resinas de las yemas y corteza de los árboles, así como el agua. También hacen la actividad de ventilar y mantener una temperatura adecuada de la colmena, de proteger la colonia, ya que estas abejas se mantienen en la entrada de la colmena (piquera), atacan a posibles amenazas y avisan cuando hay peligro. Las más pequeñas, llamadas «nodrizas», producen la jalea real y son las encargadas de alimentar y de cuidar de las larvas; mientras que las constructoras almacenan miel y polen, construyen las celdas de los panales en las colmenas, por lo que se les considera arquitectas expertas en geometría y matemáticas, ya que las celdas al ser hexagonales presentan mayor estabilidad y un arreglo que permite una mayor cantidad de celdas en un menor espacio. Sorprendentemente, este tipo de arquitectura hexagonal la podemos encontrar distribuida por toda la naturaleza, observándola en los copos de nieve, tormentas polares de planetas como Saturno y en la estructura química de algunos compuestos. La relevancia de dicha estructura es tal, que ha inspirado al personal especializado de la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio) para el diseño del telescopio espacial James Web, compuesto por 18 espejos de forma hexagonal tipo panal, lo que facilitó su traslado y despliegue, logrando una mayor capacidad y superficie reflectante hasta el día de hoy. Como antes se mencionó, las abejas de colmena son muy importantes para la obtención de diversos productos como la jalea real, propóleo, cera y miel; asimismo, también es importante conocer acerca de la química de estos para determinar las propiedades o usos que se les atribuyen. Jalea real. Uno de los productos fundamentales producidos por las abejas es sin duda la jalea real, utilizada para la alimentación de la reina, larvas y larvas en las celdas reales donde se desarrollan y crecen las próximas abejas reinas. Está constituida en un 30 % de su masa por monosacáridos (glucosa), disacáridos (sacarosa y fructosa) y oligosacáridos (isomaltosa, gentiobiosa, erlosa, etc.), estos últimos permiten autentificar una jalea real de una falsificación. Además, contiene quince aminoácidos de los cuales tirosina, metionina, triptófano, arginina, lisina y ácido glutámico, se encuentran en mayor abundancia, así como proteínas, vitaminas (A, D, E, B1, B2, B6, B9, B12, B5, C y niacina), ácidos grasos de bajo peso molecular y minerales como calcio, potasio, sodio, hierro, zinc, manganeso y cobre. Se le atribuyen propiedades antioxidantes, antisépticas, sobre el metabolismo basal y la regeneración de tejidos. Propóleo. Es un producto obtenido a partir de las resinas de algunos árboles y procesado posteriormente por las abejas. Es una sustancia resinosa constituida, principalmente, por fenoles y flavonoides, compuestos a los que se les atribuyen propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antiinflamatorias. Cera de abeja. Se encuentra constituida, especialmente, por ésteres y ácidos grasos de cadena larga, moléculas que le dan la propiedad física de ser una cera con punto de fusión alrededor de 60 °C, también se pueden encontrar flavonas y lactonas. Este producto es de los más utilizados en cosmetología como base de cremas rejuvenecedoras, labiales y jabones; además, se encuentra presente como constituyente de supositorios, crayones y velas. Miel. La miel es una sustancia líquida, viscosa y dulce producida por las abejas a partir del néctar de las flores, apreciada como alimento, con propiedades antioxidantes y antibacterianas, por lo que se ha utilizado con eficacia en el tratamiento y cicatrización de las heridas. Se conforma, fundamentalmente, por azúcares como fructosa, sacarosa, glucosa, vitaminas, ácidos orgánicos, minerales y otras moléculas orgánicas. Se ha destacado que la proporción de las moléculas orgánicas, la variedad de sabores, texturas, aromas, colores y propiedades que exhiben, depende de la región y del tipo de flor donde las abejas recolectan el polen y néctar, dando como resultado una gran variedad de mieles provenientes de diversas regiones del planeta. Ejemplo de lo anterior es la miel manuka, producida por abejas que polinizan el árbol de manuka (Leptospermum scoparium), un arbusto originario y de gran importancia en Nueva Zelanda, la cual tiene actividad antibacteriana frente a Helicobacter pylori; asimismo, en ingeniería de tejidos se ha incorporado la miel manuka a hidrogeles, criogeles y compuestos electrohilados para la generación de biomateriales capaces de inhibir el crecimiento bacteriano en heridas causadas por quemaduras. Otra región del mundo que se destaca por su miel es la Amazonía, obtenida de abejas sin aguijón. Estas abejas, a diferencia de las que se encuentran en Nueva Zelanda, producen miel con diversas propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, derivado de una mayor diversidad en la flora donde recolectan el néctar. En este sentido, México representa uno de los países con mayor producción y variedad de miel de alta calidad a nivel mundial, atribuida a la gran biodiversidad presente en esta parte del planeta. De acuerdo con las características y propiedades de la miel, México está dividido en cinco regiones apícolas: Región Norte, se distingue por tener miel extraclara ámbar proveniente de la flor de mezquite; Región del Golfo donde se produce principalmente miel de cítricos, una miel ámbar clara obtenida a partir de la miel de naranjo; Región Sureste, se obtiene miel de flor de Dzidzilche y Tajonal; Región de la Costa del Pacífico, se produce miel multifloral, de aguacate y mangle, mieles en su mayoría oscura; Región del Altiplano, con mieles ámbar y ámbar clara obtenidas principalmente a partir de flor de aceitilla y acahual. Dentro de estas dos últimas regiones se encuentra el estado de Michoacán y en él se produce miel multiflora, de aguacate y miel del altiplano. La multiflora es una miel que, como su nombre lo indica, es producida a partir del néctar de flores de distintas plantas y puede ser oscura, clara, ámbar, así como con diferentes aromas y sabores, dependiendo de la variedad de flores de las que provenga. La miel flor de aguacate es una miel color ámbar oscura, casi negra, de sabor fuerte y de menor densidad. Se le han atribuido, además de propiedades antibacterianas, propiedades antianémicas, diuréticas y antihipertensivas. La miel del altiplano es una miel de textura cremosa, también llamada mantequilla, presenta tonalidades ámbar, ámbar clara, amarilla, dorada y oscura; en Michoacán se obtiene del néctar de flores de Palo dulce (Eysenhardtia polystachya), Aceitilla (Bides pilosa L.), Chayotillo (Sicyos deppei), Cazahuate (Ipomoea murucoides), Acahual (amarilla), Perimo (Viguiera quinqueradiata) y Zicuito [Heliocarpus terebinthinaceus (DC.) Hochr], entre otras.
Arizaga S., Huerta A., Martínez-Cruz J. y Cervantes M. (2018). Monografía de las plantas medicinales de Michoacán I. Hierbas y bejucos nativos, 1.ª Edición, D.R.© Universidad Nacional Autónoma de México, CDMX. ISBN 978-607-30-0056-7. https://www.researchgate.net/publication/339545460_Monografia_de_las_plantas_medicinales_de_Michoacan_I_Hierbas_y_bejucos_nativos INEGI. (2023). Atlas Nacional de las Abejas y Derivados Apícolas. https://atlas-abejas.agricultura.gob.mx/ SADER. (2010). Situación actual y perspectiva de la apicultura en México. Revista Claridades Agropecuarias, 199, 3-34. https://atlas-abejas.agricultura.gob.mx/pdfs/ca199-3.pdf
Profesora e investigadora de tiempo completo,
Laboratorio de Síntesis Orgánica del Instituto de Investigaciones Químico Biológicas,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Morelia, Michoacán.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Investigador Posdoctoral, Laboratorio de Síntesis Orgánica del Instituto de Investigaciones Químico Biológicas,
Estancias Posdoctorales por México,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Morelia, Michoacán.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Las abejas, insectos increíbles
¿Cómo es una colonia de abejas?
Química de productos generados por las abejas
Producción de miel