Susana Rodríguez-Espino La alimentación en los primeros mil días de vida es la clave esencial para una adecuada digestión y desarrollo cerebral de los bebés. Pero, ¿te has preguntado si les podemos dar cualquier alimento, como el fruto de aguacate? En este artículo te doy esta valiosa información, ya que la pulpa de este fruto puede proporcionar grasas saludables necesarias durante las primeras etapas de vida de un bebé ¿Podrías considerarlo? El aguacate (Persea americana) se originó en Mesoamérica y se cultivó por primera vez en México, quizás miles antes de nuestra era. Hoy en día, Michoacán es considerado el primer productor de aguacate nacional y México el principal exportador mundial a países como Estados Unidos, Francia, Japón, Canadá y China. Existen más de 400 cultivares o híbridos comerciales de aguacate, siendo el cultivar Hass el más consumido y conocido por la población. Es una fruta muy accesible para el consumo en el territorio mexicano que contiene alrededor de 136 gramos de fruta comestible de textura suave, cremosa y de sabor agradable, es fácil de preparar y conservar. Es una fruta nutricionalmente única por su composición rica en nutrientes, como vitaminas A, C, E, minerales, fibra dietética, bajos en grasa y sin azúcar. Su consumo diario brinda beneficios positivos para la salud, incluso para los niños. Los primeros mil días del crecimiento de los bebés se dividen en dos etapas: la primera corresponde a los 270 días desde la concepción al nacimiento, y la segunda a los 2 primeros años de vida. Esta última es una etapa crítica en el desarrollo del niño y brinda una oportunidad única para que obtengan los beneficios nutricionales e inmunológicos que necesitarán el resto de su vida. La exposición a ciertos alimentos y nutrientes durante los primeros 2 años puede afectar su salud futura a través de la programación metabólica o el desarrollo de gustos específicos. Es primordial una correcta nutrición para apoyar el crecimiento y desarrollo adecuado. Debemos favorecer la ingesta de alimentos con alto contenido nutricional en estos primeros mil días de vida del desarrollo del ser humano. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los lactantes comiencen a recibir alimentos complementarios, además de la leche materna, de 2 a 3 veces al día, a partir de los 6 meses de edad. La Academia de Nutrición Dietética establece que los alimentos que son ricos en energía y nutrientes como los frutos del aguacate, debe usarse en bebés por su alto contenido en fibra, ácidos grasos esenciales monoinsaturados (MUFA) y poliinsaturados (PUFA), en mayor porcentaje en forma de ácido oleico (MUFA), los cuales son necesarios para el crecimiento y desarrollo normal del sistema nervioso del bebé, a la vez que proporcionan una fuente importante de antioxidantes (betacaroteno, luteína y zeaxantina), precursores de la vitamina A, esenciales para la visión, inmunidad, salud del cabello y la piel. La densidad energética moderada, sus más de 20 vitaminas y minerales lo hace una fruta ideal para su consumo en lactantes. La Encuesta Nacional de Examen en Salud y Nutrición (NHANES) recomienda de 30 a 60 gramos diarios de aguacate. El aguacate es una fruta que se puede consumir como una alternativa de alimento complementario por su consistencia cremosa y su sabor neutro, lo que lo hace apetecible a los bebés. Es el complemento ideal por su alto contenido en fibra, ya que contiene aproximadamente 2 g de fibra en una porción de 30 gramos, contribuyendo a mejorar la microbiota intestinal y la digestión. Representan una fuente rica en vitamina B1, B6, E, ácido fólico y zinc, micronutrientes que fortalecen el sistema inmunológico, disminuyendo el riesgo de contraer infecciones respiratorias y digestivas. Su bajo contenido en azúcar, con respecto a otras frutas, lo hace el alimento ideal para ofrecer a los bebés en cualquier etapa de su crecimiento. Un mito muy extendido es que los bebés no deben comer productos grasos como el aguacate; sin embargo, su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados en forma de ácido oleico contribuye al crecimiento y desarrollo del cerebro. Otro de los miedos, es el desarrollo de alergia alimentaria secundaria a la ingesta de aguacate, pero esto es falso; es un alimento seguro para los bebés. No obstante, cuando exista antecedente de alergia en los papás o hermanos, deberá consultarlo con su pediatra. Los aguacates son un buen ejemplo de alimentos complementarios para satisfacer las crecientes demandas de energía y crecimiento de los bebés y niños pequeños. A partir de los 6 meses se recomienda iniciar con una pequeña cantidad en las primeras porciones y aumentar gradualmente la cantidad durante las próximas comidas; entre los 6 y 9 meses, se pueden ofrecer rebanadas grandes y gruesas de aguacate maduro o pulpa molida y servir con cuchara. Si las porciones de aguacate se resbalan de las manos de los bebés, cubra los trozos con algún alimento nutritivo que ayude al agarre, como semillas de ajonjolí, coco rallado, etc. A partir de los 9 y hasta los 12 meses de edad, se pueden reducir los trozos de aguacate al tamaño de un bocado y continuar ofreciendo rebanadas. Entre los 12 y 24 meses de edad pueden continuar con trozos pequeños de aguacate en cubitos o rebanadas más grandes. Los aguacates se combinan excelentemente con pollo asado, res y frutas tropicales como mango o piña. El aguacate es una fruta con grandes beneficios nutricionales, lo cual lo hace un alimento muy adecuado para ofrecer en la etapa de la alimentación complementaria a partir de los 6 meses para asegurar una dieta saludable en los primeros mil días de vida. Esta ventana crítica en el desarrollo del niño por la presencia de plasticidad cerebral después de los 2 años es difícil de recuperar, implica cambios transcendentales para la salud y brinda una oportunidad para dar prioridad al neurodesarrollo. Las grasas saludables contenidas en el aguacate son necesarias para construir un sistema nervioso sano por su alto contenido de omega-3, importante para el desarrollo cognitivo y visual, evitando problemas intelectuales y hormonales en la vida adulta. Los frutos de aguacate son únicos como alimentos complementarios por su alto valor nutricional. Debemos recordar que la exposición a ciertos alimentos y nutrientes durante los primeros 2 años de vida puede afectar su salud futura a través del desarrollo de gustos específicos y rechazo a ciertos alimentos. La textura, el sabor y el olor del aguacate favorecen la formación de conexiones cerebrales involucradas en el desarrollo de experiencias sensoriales. Ofrecer aguacate proporciona grasas saludables y cero azúcares, lo cual satisface las demandas de energía necesarias para el óptimo crecimiento de los bebés, por lo que debe considerarse como un alimento que complementa la lactancia materna a partir de los 6 meses de vida.
Comerford K.B., Aynoob K.T., Murray R.D. y Atkinson S.A. (2016). The role of avocados in complementary and transitional feeding. Nutrients, 8(5). https://www.mdpi.com/2072-6643/8/5/316 Hernández N.G., López G.A.R. y Prado L.M.L. (2019). Importancia de la nutrición: primeros 1 000 días de vida. Acta Pediátrica Hondureña, 7(1), 597-607. https://camjol.info/index.php/PEDIATRICA/article/view/6941/6582
Pediatra-Neonatóloga. Estudiante de Maestría en Ciencias de la Salud,
Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas «Dr. Ignacio Chávez»,
División de Posgrado de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Morelia, Michoacán.
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Un alimento complementario para bebés
Aguacate ¡Un fruto complementario en la alimentación de los bebés!