Experimentación en humanos hechos por un médico nazi

Escrito por Rogelio Vega-Agavo

Rogelio Vega-Agavo
Estudiante del programa de Maestría en Ciencias de la Salud,
Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Morelia, Michoacán.
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La experimentación en humanos con fines de lograr «la pureza racial» sucedió durante la Segunda Guerra Mundial (1 de septiembre de 1939 - 2 de septiembre de 1945) de la manera más inhumana que cualquier persona pueda imaginar. Pero ¿Quién dicta o decide que una raza es superior a otra? ¿Con qué fin se postula esto? Es importante conocer los actos despreciables de Josef Mengele, ya que ellos demuestran con claridad la falta de empatía por el prójimo, una filosofía irracional de eliminar, sin excepción alguna, a la población que no cumpliera con características de «perfección». Una reflexión donde la mente humana es capaz de crear ideas miserables y llevarlas a la realidad sin importar el sufrimiento en personas inocentes, cuyo «único pecado» fue no ser «perfectos».

 

 

¿Médico nazi o ángel de la muerte?

Josef Mengele nació en Günzburg, Alemania, el 16 de marzo de 1911. Su padre, Karl, era un exitoso empresario en la industria agrícola, pero en lugar de tomar las responsabilidades del negocio familiar, Josef decidió estudiar medicina en Frankfurt, Alemania. Posteriormente, fue oficial de la guardia de protección que servía a Adolf Hitler, más conocida como Schutzstaffel o SS, durante la Segunda Guerra Mundial. Es conocido por los terribles experimentos que realizó en los campos de concentración y exterminio nazis, especialmente en el campo de Auschwitz-Birkenau, en Alemania.

Un campo de concentración se define como un espacio físico aislado de núcleos urbanos, cuya esencia se centraba en la tortura, el terror y el genocidio en masas. A lo largo de la Segunda Guerra Mundial se crearon diferentes campos, aunque el más importante fue Auschwitz, donde se estima que en un solo día podían ser asesinadas alrededor de nueve mil personas en las cámaras de gas o por medio de la experimentación irracional de Josef Mengele.

Generalmente, cuando escuchamos la palabra «rutina» lo relacionamos con actividades muy específicas, como levantarse temprano, ir al trabajo, posteriormente, realizar alguna actividad física, etc. Ahora imagina la rutina del supuesto «médico», quien seleccionaba a hombres, mujeres, niños y ancianos que llegaban en tren al campo de concentración de Auschwitz (su lugar de trabajo). Dicha selección consistía en dividir a las personas en dos categorías: a su derecha irían directo a la cámara de gas, a su izquierda a trabajos forzados para, posteriormente, participar de manera obligatoria en sus terribles experimentos, los cuales tenían un desenlace fatal para las víctimas.

 

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Experimentos en humanos con el fin de lograr una «raza suprema»

El objetivo principal de Mengele era reproducir la raza aria, para lo cual buscaba características físicas muy claras, rubios, altos y blancos. Por ende, era esencial que las personas cumplieran este perfil, de lo contrario su destino era fatal. Uno de los experimentos reportados era que a las mujeres se les inyectaba cemento líquido con la finalidad de que la raza No Aria no se pudiera reproducir. Otro de los experimentos de este temible médico consistía en modificar la coloración de los ojos, particularmente azules, para lo cual les inyectaba diversas soluciones en los ojos. Dichos procedimientos nunca tuvieron éxito porque les provocaban la ceguera o, en menor medida, infecciones graves.

Existe una declaración de uno de los sobrevivientes del campo de concentración que menciona que Mengele clavó una estaca en la pared y aquellos que no cumplían con la estatura, eran sacrificados.

 

¿Por qué se permitían dichos experimentos? ¿Acaso no existía un comité de ética capaz de regular los protocolos realizados por un supuesto médico?

Para abordar dichos cuestionamientos es necesario aclarar que ahora hay comités de ética encargados de regular la realización de un proyecto de investigación que involucre a los seres humanos. Dicho de otra manera, la realización o no de una investigación en humanos depende de la propuesta que se haga de esa investigación y debe, forzosamente, contemplar un beneficio para la comunidad. Hoy en día, existen los comités de ética dentro de las universidades, instituciones de salud y cualquier organismo que desee realizar experimentación en humanos. Ahora, ¿qué beneficio tenían los experimentos de Mengele? Sin duda alguna carecían de beneficio para la comunidad, incluso no contribuyeron en nada a la ciencia.

 

¿Realmente pagamos por el daño que hemos causado en la vida?

A pesar de todo el daño causado, Mengele nunca fue juzgado y pasó el resto de su vida oculto en Latinoamérica, particularmente, en Argentina y en Brasil. Mengele provenía de una familia acomodada, lo que demuestra que el dinero fue el medio que le permitió escapar.

¿Por qué Mengele decide ocultarse en Argentina y en Brasil? Porque estos países tenían a muchos alemanes y simpatizantes del nazismo, lo que los convertía en un lugar idóneo para pasar el resto de sus días escapando de la ley. Es decir, su plan de escape no fue una decisión al azar.

Durante su etapa como fugitivo, Mengele desarrolló una paranoia debido a que era buscado internacionalmente; su cabeza tenía precio (3.4 millones de dólares) debido a que era un nazi con alto nivel jerárquico. El ángel de la muerte, como se le conocía, decidió aislarse de la población y construyó una torre de vigilancia. Fue tal su ansiedad, que comenzó a desarrollar tricofagia, es decir, se arrancaba cabello y bigote con sus propias manos y se lo comía. Tal condición demuestra problemas psicológicos muy marcados.

Josef Mengele muere ahogado en 1979 tras sufrir un derrame cerebral mientras nadaba.

 

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¿Todo el daño que causó este protagonista de la historia, es equivalente a los trastornos de personalidad que desarrolló en su etapa de fugitivo?

En una entrevista con el programa The Phil Donahue Show, del 17 de junio de 1986, su hijo relató que su padre se limitó a decir que él solo cumplió con su trabajo, que no sentía culpa y que su ansiedad o preocupación era porque lo estaban buscando, no porque se arrepintiera de lo que hizo.

No hay duda de que los hechos realizados por Mengele se pueden categorizar como inhumanos, despreciables y cuestionables. La única enseñanza que nos podría dejar a la humanidad es que, sin excepción alguna, jamás debe repetirse esta parte oscura de nuestra historia.

El relato descrito se sintetiza en una frase de William Shakespeare: «El infierno está vacío, los demonios están aquí». 

BBC News Mundo. (9 de febrero de 2019). Josef Mengele, el temible «ángel de la muerte» nazi que murió en Sudamérica hace 40 años. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-47170523

 

Raed. (2021). El horror de las prácticas de Josef Mengele, un nazi que nunca fue juzgado. Real Academia Europea de Doctores. https://raed.academy/el-horror-de-las-practicas-de-josef-mengele-un-nazi-que-nunca-fue-juzgado/

 

Sadurní J.M. (25 de agosto de 2022). Josef Mengele, el cruel médico nazi de Auschwitz. Historia. National Geographic. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/josef-mengele-cruel-medico-nazi-auschwitz_17153