Bosques de niebla vemos, especies endémicas no sabemos

Escrito por Eire Ramírez-García y Rosario Redonda-Martínez

Bartlettina xalapana (B.L. Turner) B.L. Turner en la Sierra de Chiconquiaco. Fotografía: Eire Ramírez-García.

Después de largos años fuera de mi tierra natal, un día, llena de entusiasmo, decidí volver a aquel lugar escondido en la serranía del centro de Veracruz. Muy temprano, emprendí mi viaje desde Xalapa, la capital del estado, hacia Plan de la Estrella, en el municipio de Chiconquiaco. Después de dos horas y media de viaje en una carretera con curvas continuas, estábamos en medio de la sierra, entonces, pedí al conductor que me dejara justo enfrente de una capilla, pues me habían indicado que ahí estaba el camino hacia Plan de la Estrella. El conductor se detuvo, le pagué y bajé de la camioneta. Me encontré al borde de un bosque cubierto por una densa neblina que dificultaba la visibilidad.

Así pues, emprendí mi caminata por una estrecha vereda hacia el corazón de aquella zona boscosa. Me maravillé de lo asombroso que era su interior, había árboles con enormes troncos cubiertos con pequeñas plantas de formas diversas, las famosas epifitas (porque crecen unas sobre otras), algunas eran diminutas, mientras que otras tenían grandes hojas, y como la mayoría de nosotros, me asombré al ver las orquídeas que florecían esplendorosamente en medio del bosque, sus coloridas flores variaban entre tonos blancos, amarillos y rojizos. Más adelante, encontré varios riachuelos que tuve que saltar para no mojarme las botas, junto a ellos crecían unas plantas con flores moradas relucientes que sobresalían entre el verdor de la vegetación circundante. Así, continué mi camino durante cerca de dos horas, muy entusiasmada por la belleza del paisaje, pero también por llegar a mí destino.

Sierra de Chiconquiaco, Veracruz. Fotografía: Misael Ramírez-García.

El bosque que les acabo de describir se llama comúnmente bosque de niebla o bosque mesófilo de montaña. En México, este tipo de vegetación se encuentra generalmente en regiones montañosas y muy húmedas, donde ocupa una pequeña parte del territorio mexicano, cerca del 1 %. A pesar de esto, los bosques de niebla albergan un importante número de plantas y animales. Los científicos estiman que en este ecosistema viven alrededor de 257 especies de mamíferos equivalentes al 50 % de los que se registran en nuestro país. En los mesófilos habitan 20 % de las plantas vasculares (plantas con tejidos o estructuras que conducen el agua y los nutrientes) existentes en la República mexicana, esto es 6 163 especies.

Muchas de ellas crecen únicamente en los bosques de niebla mexicanos y no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, por eso se les denomina endémicas. La desaparición de estos bosques como consecuencia de la tala excesiva de árboles y el cambio del uso del suelo forestal a campos de cultivo, cafetales o áreas ganaderas, causaría la pérdida de una gran cantidad especies únicas. Frecuentemente solemos pensar que la extinción una especie no causará ningún problema; no obstante, las evidencias científicas sugieren que los ecosistemas son como grandes organismos que trabajan en conjunto para tener una funcionalidad completa y la falta de un elemento podría repercutir en los demás, es parecido a lo que ocurre en el cuerpo humano: cuando un órgano enferma o deja de funcionar, puede tener efectos negativos en otros, e incluso provocar la muerte.

Distribución del bosque de niebla en México.

La familia del girasol y las margaritas (Asteraceae) es un grupo megadiverso y, en México, hay poco más de 3 050 especies, de las cuales, más del 60 % son endémicas y algunas habitan exclusivamente en los bosques de niebla. Tal es el caso del género Bartlettina, caracterizado por tener vistosas flores rosadas, moradas o azules, rara vez blancas. En nuestro país hay 24 especies, de las cuales 14 son endémicas y habitan en bosques mesófilos de montaña. Algunas de ellas son fáciles de observar cuando haces una caminata a través del bosque de niebla, ya que frecuentemente crecen en lugares húmedos, como Bartlettina karvinsiana y B. macdougalli. No obstante, hay otras que, literalmente, ¡son raras! No solo por el tipo de vegetación donde crecen, sino porque sus poblaciones son muy pequeñas, algunas de menos de cinco individuos, tal es el caso de B. tamaulipana y B. xalapana. Esta última, fue colectada por primera vez en 1978; se encontró creciendo cerca de una cascada del río Sedeño en Xalapa, Veracruz, por eso en 1985, el botánico el estadounidense Billie Lee Turner, la reconoció como una nueva especie y la nombró Bartlettina xalapana, en honor al municipio de Xalapa. En las colecciones científicas también hay pocos registros de esta planta, a pesar de la belleza y colorido que tienen sus flores.

Retomando la trama con la que inicié esta historia, resulta que después de pasar un fin de semana en la Sierra de Chiconquiaco, regresé por el mismo sendero en medio del bosque. Una vez más quedé maravillada por el sorprendente paisaje que, en esta ocasión, se veía diferente porque era un día soleado. De repente, algo captó mi atención: en una zona húmeda y rocosa había un arbusto con flores rosadas, por lo que no dudé ni un minuto en trepar para observar más de cerca aquella planta y, por supuesto, pensé en cortar unas ramas para secarlas e incorporarlas en una colección científica, específicamente a un herbario, que es como una biblioteca donde en lugar de libros, encontramos plantas secas de diversas regiones del país. Una vez que recolecté la planta, la fotografié y me pregunté, ¿qué especie será? Después de leer, buscar información e identificarla, concluí que se trataba de la maravillosa Bartlettina xalapana, ¡la planta que precisamente estaba buscando! Pero, ¡no me detuve ahí!

En mi siguiente aventura fui a la cascada del río Sedeño, donde la colectaron por primera vez. Pregunté cómo llegar y resultó que no era tan complicado, por lo que emprendí el viaje. Al llegar, vi un letrero que decía: «Parque lineal Quetzalapan-Sedeño», ¡grandioso! Resulta que, en 2016, se decretó este lugar como un Área Natural Protegida. Inicié mi caminata a orillas del río hasta llegar a la cascada donde otros botánicos habían colectado B. xalapana, y durante mi travesía abrí los ojos lo más que pude, pero no logré verla, y después de dos horas de búsqueda, regresé decepcionada a mi casa.

Aunque no me rendiría fácilmente, pensé que probablemente aún no era su época de floración y por ello había sido difícil reconocerla entre toda la vegetación. Así que a finales del mes de marzo fui nuevamente en su búsqueda y, ¡lotería! Encontré una población de B. xalapana creciendo sobre una roca cerca de la cascada, así que de nuevo recolecté algunas ramas para llevarlas al herbario para seguir estudiándolas.

A) Bartlettina xalapana (B.L. Turner) B.L. Turner. B) Bartlettina oresbia (B.L. Rob.) R.M. King & H. Rob. Fotografías: Eire Ramírez-García.

Entre las cosas que he descubierto, es que tienen un gusto particular para crecer en bosques de niebla, sitios rocosos, húmedos y suelos fértiles; también, que B. oresbia es una especie ornamental muy apreciada en otros países donde la conocen con el nombre de blue mist flower, cuya traducción literal es «flor de niebla azul» y, curiosamente, es muy abundante en bosques mesófilos. Por ello, es importante que estos ecosistemas continúen estudiándose para conocer la diversidad que albergan y protegerla, ya que forman parte del patrimonio natural de nuestro país. Resulta esperanzador saber que en algunas ciudades se ha gestionado la protección de áreas verdes con vegetación nativa o remanentes de ella, donde las personas pueden tener un acercamiento con las especies de plantas oriundas de la región. Además, estos sitios también pueden funcionar como espacios educativos para seguir generando conciencia sobre la importancia de los bosques de niebla como reservorios de biodiversidad, captación y resguardo de mantos acuíferos, así como de sumideros de carbono.

 

 

 Para Saber más:

CONABIO. (2010). El Bosque Mesófilo de Montaña en México: Amenazas y Oportunidades para su Conservación y Manejo Sostenible. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, México D.F., México. https://www.researchgate.net/publication/282814125_El_bosque_mesofilo_de_montana_en_Mexico_Amenazas_y_Oportunidades_para_su_conservacion_y_manejo_sustentable#fullTextFileContent

 

Redonda-Martínez, R. (2018). Las estrellas no solo están en el cielo. Saber Más, (41), 21-24. https://www.sabermas.umich.mx/archivo/articulos/352-numero-41/640-las-estrellas-no-solo-estan-en-el-cielo.html

 

Villaseñor, J.L. (2018) Diversidad y distribución de la familia Asteraceae en México. Botanical Sciences, 96(2), 332-358. https://www.botanicalsciences.com.mx/index.php/botanicalSciences/article/view/1872/pdf_1

 

Eire Ramírez-García. Estudiante de maestría. Centro de Investigaciones Tropicales, Universidad Veracruzana. Veracruz, México.

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Rosario Redonda-Martínez. Investigador titular, Instituto de Ecología, A.C. Red de Diversidad Biológica del Occidente Mexicano. Pátzcuaro, Michoacán, México.

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