Los ácaros depredadores, aliados diminutos de cultivos agrícolas

Escrito por B. Alicia Esquivel-Ayala, Ana M. Martínez-Castillo y Samuel Pineda-Guillermo

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Cuando pensamos en un depredador dentro de la cadena alimenticia, seguramente imaginamos a un león atrapando a una cebra, a una manada de leonas cazando antílopes, o tal vez recordamos la imagen de una liebre siendo cazada por un águila. Aquellos más osados podrían pensar en las arañas que construyen sus redes como trampas para cazar insectos. Sin embargo, es menos probable pensar en unos diminutos organismos con la capacidad de depredar a las plagas que amenazan a los cultivos de donde obtenemos nuestros alimentos: los ácaros, de los cuales hablaremos en este artículo.

¿Qué es un ácaro?

Los ácaros son artrópodos (porque tienen patas articuladas) que pertenecen a la clase Arachnida. La mayoría de estos organismos son de tamaño muy pequeño, entre 0.1 y 0.3 mm, excepto las garrapatas que pueden llegar a medir hasta 5 mm. Tienen cuatro pares de patas, con excepción de la primera etapa de vida llamada larva, en la cual solo poseen tres pares. Su cuerpo está cubierto por un exoesqueleto, el cual funciona como una armadura de protección que va mudando durante su crecimiento hasta la etapa de adulto. Las estructuras bucales de los ácaros se llaman quelíceros, los cuales terminan en punta y sirven para sujetar a la presa y alimentarse. Podrías pensar que los ácaros tienen cierto parecido con otros artrópodos, por ejemplo, con los insectos, sin embargo, los ácaros no tienen alas ni antenas.

A pesar de ser artrópodos, los ácaros tienen claras diferencias con las arañas e insectos.

 

Los ácaros son un grupo muy diverso de organismos y se les puede encontrar en ambientes tanto terrestres como acuáticos, e incluso en ambientes extremos como los polos. El hábito alimenticio de los ácaros es muy variado: hay especies que se alimentan de plantas cultivadas (fitófagos) y por ello representan plagas importantes, otras se alimentan de hongos y protozoarios (microbívoros), materia en descomposición (saprófagos) y polen (polinívoros). Pero existe un grupo de ácaros muy importante: los depredadores, debido a que se alimentan de otros invertebrados, incluyendo insectos, otras especies de ácaros y nematodos.

De los ácaros también sabemos que pueden provocar daños a la salud humana y animal al alimentarse de sangre y trasmitir enfermedades (ejemplo, las garrapatas). Sin embargo, para conocer con detalle la forma de vida y comportamiento de los ácaros, sería necesario un artículo dedicado a ello.

En el presente escrito pretendemos brindar información solo de los ácaros depredadores, los cuales han impactado a la agricultura y que, en los últimos años, se han explorado con particular interés por su voracidad y por los nuevos descubrimientos de su aplicación en el control biológico de diversas especies de plagas «pequeñas pero muy dañinas».

Los ácaros depredadores de la familia Phytoseiidae son considerados valiosos aliados para la agricultura.

Los ácaros depredadores, excelentes cazadores de plagas

Desde su introducción hace más de 60 años, como una herramienta de control biológico, los ácaros depredadores se consideran uno de los grupos de enemigos naturales más apreciados en los sistemas de producción agrícola. Son tan importantes que se comercializan desde hace 40 años y, debido al interés por parte de los agricultores, ocupan el segundo lugar en importancia como agentes de control biológico. Son organismos benéficos exitosos en la agricultura debido a que se alimentan de varias especies de insectos y otros ácaros fitófagos. Además, pueden sobrevivir alimentándose de polen cuando no existen presas disponibles, por lo tanto, pueden introducirse en los cultivos de forma preventiva para evitar el establecimiento de las plagas. Una de las ventajas de los ácaros depredadores es su tamaño diminuto, por lo que se necesita de poco espacio para su producción a pequeña y gran escala; asimismo, se multiplican rápidamente y se pueden mantener sobre diferentes materiales relativamente baratos.

Sin duda, los ácaros depredadores están adaptados para buscar y encontrar su alimento y pueden consumir presas más grandes que ellos, son voraces y pueden atacar de forma solitaria o en grupos. Es tanta la capacidad depredadora de este grupo de ácaros, que han logrado disminuir poblaciones de insectos plaga hasta en 80 % en condiciones de laboratorio. Es importante mencionar que las liberaciones de los ácaros depredadores en cultivos a campo abierto aún son limitadas, pero bajo condiciones de invernadero son muy comunes.

 

Cuando las plantas son atacadas por insectos e invertebra- dos plaga, liberan moléculas volátiles para comunicar su presencia. Estos compuestos son captados por los ácaros depredadores, los cuales ubican a las plantas con infestaciones y se alimentan de estos organismos perjudiciales. Elaboración propia con esquemas del banco de imágenes Freepik©

¿Cuáles son los grupos de ácaros que son amigos de los cultivos?

Aunque existen por lo menos siete familias de ácaros depredadores, las especies que pertenecen a la familia Phytoseiidae son, por mucho, las más utilizadas en el control biológico. A medida que ha incrementado el interés por investigar a estos minúsculos organismos, también aumentó su reconocimiento como aliados en cultivos importantes y se siguen descubriendo especies nuevas. Por ejemplo, en África, Asia, Centroamérica y Sudamérica, se han descrito por lo menos 2 250 especies, de las cuales, 20 están disponibles comercialmente en el mundo. Las especies Amblyseius swirskii, Phytoseiulus persimilis, Neoseiulus cucumeris y Neoseiulus californicus destacan entre las más comercializadas.

 

Entonces, ¿son posibles las alianzas de los ácaros depredadores con los agricultores?

Claro que es posible. Los ácaros depredadores fitoseidos se han utilizado exitosamente en programas de control biológico. Su potencial regulador se comprobó con su relación a una de las plagas más dañinas para la agricultura: la araña roja (Tetranychus urticae), la cual también es un ácaro y está asociado a por lo menos 200 plantas. Se demostró que las liberaciones masivas de la especie Phytoseiulus persimilis controlaron las poblaciones perjudiciales de esta plaga en cultivos protegidos en Europa. Otro ejemplo es en Estados Unidos, donde se realizaron estudios para conservar las poblaciones nativas de ácaros fitoseidos y se centraron esfuerzos para el control de varios ácaros fitófagos en el cultivo de manzano y otros frutales. También se les ha transportado intencionalmente de un país a otro como una estrategia de control biológico, tal es el caso de la especie Euseius stipulatus que se transportó de España a California para controlar plagas en cítricos y aguacate. Gracias al desarrollo de métodos de crías masivas y al mercado de agentes de biocontrol, se dispone de fitoseidos fuera de su distribución original. Con esta disponibilidad, se ha intensificado la investigación, descubriendo nuevas asociaciones ácaro-planta-presa y se plantean perspectivas novedosas.

 

Nuevos usos de los ácaros en la agricultura

Los ácaros depredadores de la familia Phytoseiidae son muy «inteligentes», ya que pueden utilizar la información procedente de las plantas para localizar a sus presas. Esto es posible porque cuando las plantas son atacadas por plagas, estas atraen a depredadores, incluidos los ácaros, mediante la emisión de los llamados compuestos volátiles que se dispersan en el ambiente cuando los herbívoros dañan a las plantas. También se ha observado que, cuando los ácaros depredadores son liberados en cultivos con presencia de plagas, estos comienzan a colonizar las plantas infestadas, incluso pueden atraer a los ácaros depredadores de nematodos que viven en el suelo.

Por otro lado, las investigaciones en 2019 dirigidas por Gongyu Lin y colaboradores, demostraron que los ácaros depredadores utilizados como agentes de control biológico, pueden dispersar las esporas de hongos entomopatógenos que enferman a los insectos, lo que ayuda a disminuir las poblaciones plaga. Durante este experimento, los insectos perjudiciales conocidos como trips, al estar en contacto con estos ácaros, presentaron altas tasas de mortalidad causada por el hongo entomopatógeno llamado Beauveria bassiana. De esta forma, se une el esfuerzo de los ácaros depredadores con los hongos para controlar a esta importante plaga de varios cultivos agrícolas.

 

Te queremos recordar

Ahora que ya conoces el «talento» de los ácaros depredadores pensarás dos veces antes de decir que solo se alimentan de las plantas cultivadas o que son transmisores de enfermedades. Seguramente cuando pienses en un depredador, ya no imaginarás únicamente a los grandes felinos, pues ahora sabes que muy cerca de ti, hay organismos diminutos en feroces batallas, cuyas habilidades siguen fascinando a los científicos.

 

Para Saber más: 

Knapp, M., Van-Houten, Y., Van-Baal, E. y Groot, T. (2018). Use of predatory mites in commercial biocontrol: current status and future prospects. Acarology, 58(Suppl), 72-82. https://www.researchgate.net/publication/327971183_Use_of_predatory_mites_in_commercial_biocontrol_Current_status_and_future_prospects

 

Lin, G., Guertin, C., Di Paolo, S.A., Todorova, S. y Brodeur, J. (2019). Phytoseiid predatory mites can disperse entomopathogenic fungi to prey patches. Scientific reports, 9(1), 1-10. https://www.nature.com/articles/s41598-019-55499-8

Moreno, I.P. y Mancebón, V.S.M. (2011). Importancia y uso de los ácaros fitoseidos (Acari, Phytoseiidae) en el manejo agroecológico de plagas. Manejo Agroecológico de Sistemas. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Puebla, México, 69-92. file:///C:/Users/Arpro/Downloads/Importanciayusodefitoseidos.pdf

 

Sznajder, B., Sabelis, M.W. y Egas, M. (2010). Response of predatory mites to an herbivore-induced plant volatile: genetic variation for context-dependent behaviour. Journal of Chemical Ecology, 36(7), 680-688. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2895863/

Para Saber más:

Alicia Esquivel-Ayala. Estudiante del Programa Institucional de Doctorado en Ciencias Biológicas, Opción Ciencias Agropecuarias, Forestales y Ambientales, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán.

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Ana M. Martínez-Castillo. Profesora e Investigadora, Laboratorio de Patología de Insectos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán.

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Samuel Pineda-Guillermo. Profesor e Investigador, Laboratorio de Entomología Agrícola, Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán.

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