CAVERNAS Y PALACIOS, DIEGO GOLOMBEK

Escrito por Dr. Horacio Cano Camacho

En busca de la conciencia en el cerebro

Días atrás asistí a una conferencia impartida por el Dr. Ranulfo Romo, prestigiado investigador mexicano, en el marco del XIX Congreso de la Sociedad Mexicana de Bioquímica. Su charla versó sobre cómo el cerebro toma decisiones. Para intentar responder esta pregunta construyó un modelo en el que estimula, mediante un golpe muy ligero, las manos de unos chimpancés conectados a una parafernalia de cables y computadoras. El chango debía decidir cuál de los toques o golpecitos en sus manos era más fuerte. Luego de dos golpes, el chimpancé tomaba la decisión presionando uno de dos botones de una computadora indicando cuál golpe fue más intenso. Observó que en la corteza cerebral se producían señales eléctricas entre un grupo de neuronas. La actividad eléctrica resultaba diferente dependiendo de la intensidad del toque. Luego estimulo él mismo esa zona del cerebro mediante una muy leve corriente eléctrica y reprodujo el mismo fenómeno que con el estímulo de los golpecitos, demostrando en cierta medida que el aprendizaje se puede estimular. Brillante, pensé, pero…

Al escuchar la interesante platica del Dr. Romo me quedó en claro que el estudio del sistema nervioso central sigue siendo una de las grande fronteras de la biología, uno de los grandes problemas aún no resueltos por la ciencia. Y lo es ahora como lo fue a finales de la década de los 60´s del siglo pasado cuando Jaques Monod estableció con mucha precisión estas fronteras para la biología: El origen de la vida, el origen del genoma y el funcionamiento del cerebro (Monod J. 1969. El azar y la necesidad, Ed. Tusquets, Barcelona). En 1999, el físico John Maddox en un libro fundamental, también lo siguió sosteniendo en tal carácter, junto al origen del universo (Maddox, J. 1999. Lo que queda por descubrir, ed. Debate, Barcelona). A pesar de que se ha avanzado mucho, realmente sabemos poco.

Desde los inicios del siglo XX, los científicos abordaron el estudio científico del sistema nervioso con suficiente seriedad, describiendo con minuciosidad la anatomía y la geografía del cerebro humano y estableciendo por vez primera las funciones de muchas de sus secciones. La zona del habla, de los sentimientos, del pensamiento complejo… Santiago Ramón y Cajal, brillante científico español descubrió las neuronas y las interacciones sinápticas y luego los psiquiatras intentaron comprender cómo pensamos.

No obstante estos y muchos más descubrimientos, aun poseemos un conocimiento muy rudimentario del modo en el que el cerebro engendra la mente. ¿Cómo pensamos? ¿Cómo generamos imágenes? ¿Cómo conocemos el pasado y delineamos el futuro? ¿Qué es la conciencia? ¿Cómo funciona la intuición?

Deambulando por la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara me encontré con un texto de Diego Golombek editado por Siglo XXI en su colección Ciencia que ladra… Cavernas y Palacios, libro que pretende darnos una visita guiada por las zonas luminosas de nuestro conocimiento sobre el cerebro y también un recorrido por las cavernas de nuestro desconocimiento. Y lo hace de manera brillante, como el gran divulgador que es. Además de su innegable capacidad para explicar cosas complejas a los no especialistas, Golombek se siente más que cómodo en este tour. El mismo es un notable neurofisiólogo, condición que usa para llevarnos paso a paso por este gigantesco laberinto que es el cerebro. Su tarea es titánica, explicar ni más ni menos que sabemos y que no sabemos sobre como se genera el pensamiento, las emociones, los sueños… Es un viaje apasionante. Un viaje de 167 páginas que no tienen desperdicio más un prólogo indispensable del Dr. Marcelino Cereijido, científico y divulgador de mucho cuidado. Vayan por ese libro, es indispensable en cualquier biblioteca.

Diego Golombek (2011) Cavernas y palacios. En busca de la conciencia en el cerebro. Siglo XXI editores, Colección Ciencia que ladra… serie mayor. Buenos Aires, Argentina. 1214 pp. ISBN 9789876291934

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