Nunca antes, como ahora, habíamos tenido literalmente en nuestras manos la posibilidad de tomar fotografías y videos de cualquier cosa. De hecho, gran parte de los asuntos de la cotidianeidad son captados por alguna lente. Para bien y para mal.
Pero también hay que decirlo, nunca como ahora habíamos tomado tan malas fotografías y videos. Nuestros equipos cotidianos tienen capacidades que desconocemos y por lo tanto, desaprovechamos: mi teléfono puede tomar videos a 4K y fotos en HDR, es decir, con una resolución impresionante ¿entonces por que me salen mal iluminadas, “pixeladas” o “movidas”?¿por que mis fotos son perfectamente olvidables?
Y esto es solo en los aspectos técnicos, la verdad es que no importa la modestia de mi equipo o la gran calidad y precio cuando lo que no domino es lo más esencial de la fotografía: los ojos y la luz…
Mientras escribo este artículo me he puesto a revisar las fotografías que ilustran las redes sociales y salvo cuando que usan fotografías profesionales y videos de agencias, la mayoría son una colección de cosas mal hechas, imágenes que muestran el desconocimiento de los principios básicos de este arte. El argumento de muchos de mis amigos y de mi mismo, para justificar lo mal que hacemos es que necesitamos comprar una mejor cámara para mejorar la imágenes. De esta manera hemos llegado a ser poseedores de equipo ultramodernos que… siguen tomando imágenes prescindibles.
Cuando vemos los portafolios de muchos fotógrafos y de personas talentosas en estas misma redes nos damos cuenta que hay miles de fotografías y videos realmente geniales tomados con cámaras compactas, teléfonos móviles y cámaras “viejitas”.
Ya lo decía líneas atrás, la calidad de las cámaras que andan circulando es asombrosa, el problema es que no sabemos usar. Por ello, la primera recomendación es obvia: Lea el manual y por supuesto, practique. Muchos aparatos ya no traen manual y dejen mucho al autodescubrimiento y las redes como fuente de consejos. Use esa información.
El siguiente elemento para tomar buenas fotos es un poco menos tangible: olvídese de los botones, símbolos y términos raros. Piense que por más sofisticada y costosa que sea su cámara, es simplemente una caja con un hoyito por el que penetra la luz. A partir de allí lo que se requiere es creatividad. Ya luego ira dominando las características de su aparato que le aportaran más libertad creativa.
¿Cuáles son esos elementos en los que debemos fijarnos para tomar mejores fotos y videos? El libro que hoy recomiendo trabaja con ellos. No es un manual técnico, no abusa de la jerga compleja de los expertos. Se basa en el análisis de las fotografías de los expertos y nos va comentando el proceso creativo. Es un análisis de una fotografía de cada uno de 50 grandes, como Henri Cartier-Bresson, Martin Parr, Daido Moriyama, Ansel Adams, Sebastiao Salgado, entre otros.
Se trata de “Lea este libro si desea tomar buenas fotografías” de Henry Carroll (2017) Editorial Blume, Barcelona, 128 Pp, ISBN 978-84-9801-728-1. Es un libro estupendo, además de un diseño editorial muy lindo, práctico y lo que podemos decir “bonito”, con papel elegante, tipografía elegante, papel reciclado y de un tamaño muy amigable.
Pero el contenido es aun mejor, está dividido en secciones con profusión de ilustraciones. Comienza en donde inicia toda buena fotografía, la composición. Dice Carrol “Piense que la composición es como los cimientos de su imagen. Y, como ocurre con los cimientos de un edificio, tienen que ser fuertes”. A través del análisis de la fotografía de Ansel Adams “Monolito” de 1927 nos va a mostrar como convertir la foto de una roca en una imagen memorable. Así cada concepto de la composición como las líneas de fuga, el encuadre, los planos, la simetría, etc., va siendo ilustrada por grandes fotógrafos.
La fotografía es un arte, no cabe duda, pero parte del uso de un fenómeno físico y este puede ser entendido a partir de la ciencia. Carroll nos introduce de manera muy sencilla y callada en la ciencia de la luz, explicándonos aquellos principios y recursos que nos permitirán controlar mejor la luz para pode dibujar mejor con ella, tales como la exposición, la velocidad de obturación, las diferentes “clases de luz” que nos darán una imagen totalmente diferente.
La estructura del libro es muy lógica, va de la composición a la exposición –quizá la parte más técnica -lo que es inevitable-, el manejo de los objetivos y una sección muy interesante sobre nuestra manera de ver el mundo, el sentido de la oportunidad, el punto de vista, el instante decisivo, etc.
“Lea este libro…” es un texto muy dinámico, para nada cargado de técnicas y conceptos complejos. Se centra en el mensaje que puede y debe transmitir una imagen. Está dirigido a aquellos que nos iniciamos en el mundo de las imágenes y que deseamos mejorar los mensajes que pretendemos comunicar. Es una buena opción para divulgadores, para aquellos activos en las redes y que no pueden o no quieren centrarse tanto en las técnicas sino en los aspectos más visuales.
No hace daño para nada leer este libro, tanto para preparar nuestro material como para aprender a apreciar el trabajo de otros. Tal vez mejore nuestra capacidad de comunicación y nuestras concepciones estéticas…