Por estos días es común escuchar quejas y preocupaciones por una serie de lluvias atípicas sobre nuestro territorio ¿De verdad son atípicas? Y es que parece que como dice el refrán popular “que de músico, poeta y loco, todos tenemos un poco”, habría que agregar “que también de meteorólogo”. Todo mundo aseguramos con gran firmeza, digna de expertos, que este año es el más caliente, que ha llovido como nunca, que nunca habíamos sentido tanto frío, que hay norte en Veracruz…
Con una facilidad impresionante destrozamos el pronóstico del tiempo, nos burlamos de los meteorólogos y nos presumimos como los grandes expertos ¿pero de verdad entendemos el contenido científico de esta área de la ciencia tan compleja? Es cierto que el clima influye en nuestras decisiones cotidianas, desde qué ropa nos ponemos hasta cómo vamos a viajar o cuándo debemos emprender la tarea muy pesada de lavar y tender la ropa. Sabemos que los cielos azules son un buen augurio, pero ¿son de ese color?, ¿por qué después de la tormenta llega siempre la calma?, ¿el cambio climático es un acto divino o está provocado por el ser humano?
Creo que no nos caería nada mal un curso breve de meteorología para todos. De aquí que el libro que ahora recomiendo apunta en este sentido. Se trata de 50 lecciones breves de meteorología: Acontecimientos y fenómenos, del autor Adam A. Scaife (2016) Editorial Blume, Barcelona. ISBN 9788498019049. En realidad es una obra colectiva, preparada por un grupo de expertos en la materia y su titulo original en inglés Meteorología en 30 segundos habla muy bien de su diseño y propósitos. Los autores y colaboradores son destacados especialistas en el tema y juntos componen un documento muy útil, divertido y ágil, aun para un tema tan complejo.
El libro está organizado en lecciones muy breves (de allí los 30 segundos), donde cada sección está resumida con unas trescientas palabras y una imagen para que se pueda leer en medio minuto, las mismas que nos van llevando de la mano para entender un fenómeno tan complejo como el clima y el “tiempo”. Primero debemos entender los elementos que forman o determinan el clima, tales como el aire, la atmósfera, las nubes, las estaciones, la presión atmosférica, el viento, entre otros. Luego viene un capítulo para entender con más profundidad la atmósfera, centro del clima; aquí nos explican sobre las masas de aire, las corrientes, las olas de calor y de las lluvias. Después sigue un capítulo entero dedicado al Sol y su influencia en el clima, incluyendo el tiempo espacial, la luz, etc. Con estos elementos a mano surgen varias preguntas y desde luego el libro intenta responderlas en sendos capítulos ¿Se puede predecir el tiempo? No explica aquí varios elementos para esto, como los registros meteorológicos, la predicción del clima y el tiempo, el caos… ¿Se puede cambiar el tiempo? Qué pasa con la degradación de la capa de ozono, el fenómeno del calentamiento global, la contaminación y la lluvia ácida. Y por último viene un capítulo destinado a los fenómenos atmosféricos extremos como las grandes tormentas, los rayos, los huracanes, tornados, el calentamiento súbito.
Cada capítulo está formado por la explicación breve y muy clara, con notas al calce muy dinámicas y una ilustraciones primorosas, además de un glosario para familiarizarnos con muchos términos “especializados” que se usarán en las explicaciones y que forman parte del “idioma” del clima y de la ciencia. Una sección muy interesante y que contribuye a formar una cultura científica sobre la materia lo constituye la sección Perfil, que acompaña a cada capítulo. Aquí se dedica un par de páginas, ilustradas, con referencias, recomendaciones de lecturas, etc., a un científico del clima y su contribución a lo que ahora sabemos.
Todo ello en un libro muy bien redactado, con una edición primorosa y cuidada que incluye códigos de colores, figuras, ilustraciones, recomendaciones, notas sobre los colaboradores y un índice muy sencillo de seguir. De verdad, un libro que deberíamos tener en nuestras bibliotecas y tenerlo presente como un regalo para los niños, adolescentes, novios y compromisos varios. Vale la pena, pues aprenderemos de los conceptos científicos más relevantes en el estudio del clima, de una manera muy divertida.