La energía eólica es de las más limpias, ya que los aerogeneradores eléctricos no producen emisiones contaminantes (atmosféricas, residuos, vertidos líquidos, etc.) y no contribuyen, por lo tanto, al efecto invernadero ni a la acidificación, aunque consumen volúmenes altos de lubricantes. No obstante, presentan factores negativos y algunas de las consecuencias hacia el ambiente son: Impacto visual, Impacto potencial sobre las aves, Efectos directos sobre la flora y la fauna, Efecto del ruido (con una frecuencia inferior a 20 hercios, Hz) , Impacto por erosión durante la construcción y el Impacto por las interferencias electromagnéticas (Saber Más 23:28-30).
Con el propósito de renovar este tipo de generadores de energía eólica con hélices o aspas, que fueron inventados para convertir la energía cinética del viento en energía mecánica y ésta en energía eléctrica a través de un alternador, nuevos modelos de éstos se han desarrollado con el propósito de disminuir o eliminar el ruido que los primeros producen y reducir el efecto sobre la flora y la fauna.
La tecnología Vortex ha dado un nuevo impulso a los aerogeneradores ya que aportan diversas ventajas: son más eficientes, producen un mínimo de ruido, requieren menor espacio, presentan poco impacto visual y no provoca la mortalidad de aves.
¿Cómo son y cuál es su mecanismo de funcionamiento?
Los generadores “Vortex Bladless” consisten en un cilindro crónico vertical anclado al suelo mediante varillas flexibles. En este tipo de generadores de energía eólica, el cilindro oscila cuando el viento circula a través de éste, impulsando ciclos de circulación y rotación. Debido a un sistema de bobinas e imanes que lo componen, el movimiento se traduce en electricidad. El cilindro está fabricado con fibra de vidrio y su funcionamiento se basas en el principio físico conocido como “la calle de vórtices von Kármán”, en el que el viento con un patrón repetido de remolinos de movimiento espiral, al azotar la estructura, la hacen mecer. Este fenómeno corresponde su nombre al ingeniero y estudioso de la dinámica de los fluidos, Theodore von Kármán.
Inventores
Los españoles David Suriol, David Yáñez y Raúl Martín de la empresa Deutecno, son los responsables de esta innovación tecnológica. Su proyecto ya consiguió un millón de euros de financiamiento para la comercialización de estos Vortex. Actualmente este tipo de aerogeneradores son de 12.5 m de altura con un costo aproximado de 5500 euros, que generan 4 kilovatios (KW). En este año, la meta es construir equipos de mayor altura (hasta de 100 m), ya que a más altura, se tendrá más rendimiento y generará más cantidad de energía, con los que se espera generar hasta 1 megavatio (MW).
Un aerogenerador de 1 MW situado a un buen emplazamiento produce más de 4 millones de unidades de electricidad cada año. Esto es suficiente para satisfacer las necesidades de más de 1000 hogares o para hacer funcionar una computadora durante 1500 años.
Video:
https://www.indiegogo.com/projects/vortex-bladeless-a-wind-generator-without-blades--3#/