Cuando una persona escucha la palabra robot, es común que vengan a la mente máquinas con pies, brazos y en general arquitectura parecida a la nuestra. Sin lugar a dudas, la ciencia ficción en el cine, la televisión y la literatura promueven estas figuras que la sociedad tiene sobre la forma y funcionamiento de un robot, sin embargo la realidad es aún más sorprendente.
Máquinas capaces de explorar nuevos planetas, bajar al fondo del mar, manipular materiales peligrosos o bien, hacer cirugías cerebrales a pacientes despiertos, son una realidad hoy en día.
¿Alguna vez te has preguntado cómo tu computadora, tu coche, o incluso una lata de frijoles es fabricada? La respuesta a todas esas interrogantes tienen que ver con la palabra robot. Hoy por hoy vivimos en una sociedad inmersa en tecnología que no sería posible sin la ayuda de los robots.
La palabra robot proviene del checo robota, que significa trabajo o labor. Surgió durante la obra teatral Rossum’s Universal Robots en el año de 1921, no obstante los robots autómatas tienen sus orígenes siglos antes de la aparición de la palabra que los nombra.
Los primeros autómatas de los que se tiene registro datan del siglo IV antes de nuestra era, con la invención de “la paloma”, robot autómata con forma de ave diseñado por el matemático griego Arquitas de Tarento que funcionaba con vapor de agua. Siglos más tarde, Leonardo Da Vinci diseñó y construyó un vehículo robótico capaz de cambiar su trayectoria de forma automática, e incluso se encontraron bosquejos del mismo autor, donde describe a un humanoide con traje de caballero capaz de sentarse, mover los brazos, la cabeza y la mandíbula, aunque de este último nunca se encontraron registros de su construcción.
Hoy existen muchos tipos de robots que se ajustan a las definiciones internacionales, clasificándolos según su arquitectura: Androides, zoomórficos, móviles, médicos e industriales.
Probablemente el tipo del robot al que estás más familiarizado es al robot androide. Éste tiene la arquitectura del cuerpo humano (con 2 piernas, 2 brazos, torso y cabeza). El más famoso de los robots androides es en definitiva ASIMO, desarrollado por la empresa japonesa Honda Motor Co. ASIMO proviene del acrónimo en inglés que significa paso avanzado en movilidad innovadora. Su diseño llevó alrededor de 29 años de investigación y millones de dólares en inversión para lo que es hoy en día. Dotado con la más avanzada inteligencia artificial, ASIMO es capaz de tomar objetos con sus manos, abrir tapas roscadas de botellas, o incluso charlar contigo sobre distintos temas de interés social.
No obstante su gran diseño, ASIMO todavía tiene problemas para identificar quien le hace una pregunta en el público durante sus exhibiciones. El propósito con el que fue fabricado ASIMO ha sido objeto de debate, sin embargo, con parte de la tecnología que llevó a su diseño, fue posible desarrollar un brazo robótico que ayudó a revertir la crisis nuclear en la costa noreste de Japón, provocada por el tsunami del 11 de marzo de 2011. Con esto es fácil comprender que la tecnología, una vez desarrollada es fácilmente adaptada para resolver una necesidad específica.
Otra clasificación de los robots son los del tipo zoomórficos. Como su nombre raíz lo indica, hacen alusión a las máquinas autómatas que están inspiradas en los animales. Contra lo que puedas estar pensando, éstos pueden llegar a ser mucho más complejos que un robot androide debido a la gran cantidad de formas y articulaciones que hay en el reino animal. La empresa alemana FESTO es una de las que más destacan en lo que refiere a los robots de este tipo. Dentro de sus investigaciones, hay interesantes desarrollos de robots con forma de pingüino, gaviota, medusa, wallaby, e incluso de la trompa de un elefante.
En el caso de los robots móviles existen de muchos tipos, siendo siempre un requisito que tengan la autonomía y libertad de salir del laboratorio y funcionar en cualquier parte. Podríamos mencionar centenas de robots móviles de los que el ser humano se sirve para exploración y tareas peligrosas, pero probablemente el ejemplo más extremo y conocido para el lector es el robot MSL, mejor conocido como Curiosity. Este robot es el responsable de explorar y analizar la superficie del planeta Marte desde el año 2012.
Los robots médicos por su parte, son una maravilla: El sistema quirúrgico Da Vinci es un equipo de cirugía robótica desarrollado por la empresa norteamericana Intuitive Surgical. Lo maravilloso de este robot radica en la capacidad de operar haciendo pequeños cortes para introducir cámaras y herramientas de trabajo dentro del paciente sin necesidad de abrir la piel para meter las manos del cirujano. Esto le da a las cirugías una mayor precisión, menor tiempo de recuperación, menor pérdida de sangre y por supuesto mejores resultados. También se destaca que este robot puede ser teleoperado, es decir, desde cualquier parte del mundo puede el cirujano manipular el robot sin necesidad de estar físicamente en el mismo quirófano que el paciente.
Por último, los robots industriales se utilizan más que nada en las tareas que son altamente repetitivas en las líneas de producción industrial, esto debido a que pueden trabajar ininterrumpidamente todos los días de la semana con una gran repetitividad sin comprometer la calidad. El tipo de robot más utilizado para estas tareas es el brazo manipulador antropomórfico (es decir, que tiene las características de la extremidad humana).
Concluyendo, los robots se vienen desarrollando desde hace cientos de años, y a pesar de que tienen distintas formas, sus implementación es cada vez más común en los distintos sectores de la sociedad debido a su versatilidad. Por medio de ellos es posible llevar a cabo tareas que son muy difíciles o muy peligrosas para el ser humano, haciendo así muy prospero el panorama para una sociedad futura en convivencia con los robots.
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