Transmiten una gran ternura y empatía, en muchos aspectos con muy parecidos a nosotros, no por nada compartimos el 97% de nuestro código genético. Se calcula que hoy en día la mitad de la población de orangutanes viven en estado salvaje en los bosques de Sumatra viviendo la continua deforestación por parte de las empresas de aceite de palma, mineras y madereras. Permitir la extinción de los orangutanes es condenarnos al mismo destino.