Hoy hablaremos del uso de las plantas. La mayoría de nosotros piensa que son únicamente la fuente de madera, alimento y fibras y en la naturaleza proveen el hábitat para numerosas especies. En la actualidad, esta imagen está cambiando, por que a esas “utilidades” le podemos agregar su papel potencial para afrontar las consecuencias de la actividad industrial.
Todos reconocemos que las plantas juegan un papel muy importante en el consumo de CO2 y otros gases industriales y recientemente se ha reconocido su uso como un punto en el tratamiento de aguas contaminadas abriendo con ello todo un campo en el control de la contaminación ambiental.
Ahora podemos decir que existe una palabra nueva en nuestro vocabulario: la fitorremediación, que se refiere al uso de plantas para “remediar” la contaminación del suelo por desechos orgánicos e inorgánicos (lo orgánico es por que tienen origen biológico).
Durante mucho tiempo diversas industrias y actividades humanas han contaminado los suelos con desechos muy nocivos. La minería, por ejemplo, al extraer materiales del subsuelo, traslada y deposita en el ambiente, metales pesados que no se encontraban en la superficie de manera natural, además los procesos de beneficio de ciertos metales de interés, implican el uso de otros materiales sumamente tóxicos, tales como el mercurio o el arsénico, que gracias a estos procesos se agregan a los ciclos biogeoquímicos generando muchos problemas para la salud humana y desde luego, para las salud de los ecosistemas. Otras actividades, aparentemente inocuas, como las desarrolladas en talleres mecánicos, depositan en el ambiente aceites, metales, combustibles, que van destruyendo el suelo, haciéndolo inerte para otras actividades y contaminando los depósitos de agua. Que decir de industrias como la del calzado, que “liberan” al ambiente metales muy tóxicos como el cromo, arsénico y diversos compuestos orgánicos usados en el curtido y preparación de las pieles. Y el petróleo, del que todos hemos escuchado sus efectos al derramarse al suelo y agua…
Limpiar o remediar la contaminación de suelo por procesos convencionales de ingeniería es muy complicado y costoso. Se calcula que limpiar una tonelada de tierra puede exceder los mil dólares. Pensemos en un ejemplo para apreciar el costo: Una hectárea de suelo, cavando a un metro de profundidad tendrá aproximadamente 13,500 toneladas de tierra a mil dólares la tonelada…
Comprenderemos entonces la importancia de encontrar alternativas menos costosas, pero más efectivas para descontaminar el suelo. Durante mucho tiempo se ha pensado que bacterias y hongos pueden ser usados como recurso para ello. Muchas bacterias y hongos tienen la habilidad de tolerar grandes concentraciones de metales pesados y diversos contaminantes orgánicos. Para tolerar estos compuestos, los captan del suelo y los procesan, en su interior, haciéndolos menos tóxicos o almacenándolos. De esta manera se pueden retirar del suelo y el agua.
Recientemente las plantas han recibido mucha atención para estos procesos. Sabemos que las plantas, a través de su sistema de raíces ejercen un efecto muy profundo en el suelo que habitan. De éste se obtienen nutrientes minerales, agua, y otros componentes, alterando el suelo a su alrededor. Este efecto puede tener aplicaciones en la restauración. La teoría detrás de esta aplicación parece simple. El suelo contaminado puede ser “preparado” por técnicas agronómicas convencionales. Las plantas sembradas en este suelo absorberán, “secuestrarán” o degradarán los contaminantes. Durante cierto tiempo, las plantas alteraran la estructura, composición y propiedades del suelo hasta que el contaminante no sea un riesgo para la salud humana y ambiental.
Por supuesto, no se trata de cualquier planta. La habilidad de absorber y “secuestrar” metales pesados y compuestos orgánicos e inorgánicos, varía con la especie vegetal de que se trate, incluso, con la biotecnología moderna, se están “construyendo” plantas a través de transgénesis para hacer más eficiente el proceso de captación de contaminantes.
Son tales la expectativas puestas en la plantas como recurso para remediar suelos contaminados, que ya muchas grandes compañías están tratando de generar plantas con funciones específicas e incluso hay reportes de plantas capaces de captar compuestos volátiles, con lo que la remediación del aire puede ser una nueva área de trabajo de las plantas.