En nuestro país existe un asesino silencioso que ha quitado la vida a miles de mexicanas a lo largo de los años, más que nada, debido a la desinformación y a la falta de prevención alrededor de esta enfermedad. Su nombre es cáncer de mama, una de las principales causas de muerte por cáncer en México y la segunda causa de muerte en mujeres de 30 a 54 años de edad, habiendo ocasionado 7 821 fallecimientos registrados tan solo en 2020 y afectando a todos los grupos socioeconómicos.
El cáncer es una enfermedad en la que un grupo de células del cuerpo se multiplican sin control, lo que causa diversos tipos de cáncer. En el cáncer de mama, las células de la mama tienen un crecimiento descontrolado y puede comenzar en distintas partes de la misma, como en los lobulillos, que son las glándulas que producen leche; en los conductos, que son los tubos que transportan la leche al pezón; y en el tejido conectivo que rodea y sostiene las mamas.
Factores de riesgo a este tipo de cáncer
Los factores de riesgo para sufrir esta enfermedad pueden ser socioculturales, ambientales y predisposición genética.
Se ha comprobado que la actividad física vigorosa está relacionada con un efecto protector en mujeres y con la reducción del riesgo de desarrollar esta enfermedad. Por otra parte, la obesidad y las dietas ricas en calorías provenientes de los carbohidratos, como los alimentos ultra procesados (hamburguesas, pizzas, pastelitos empaquetados, panes dulces, bebidas gaseosas, entre otros) son factores de riesgo para el cáncer de mama, debido a que este tipo de dietas producen una alta liberación de hormonas como la insulina, estrógenos y hormonas del crecimiento.
Hay que añadir, que sustancias tóxicas a las que nos exponemos de manera cotidiana, como el consumo de alcohol y los plaguicidas utilizados para el control de plagas, y que podemos encontrar como residuos en las frutas y en las verduras de consumo diario, también están relacionados con el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Por otra parte, también tiene un carácter hereditario, lo que comúnmente se denomina «predisposición» a la enfermedad. Los genes BRCA 1 y BRCA 2 (BRCA1/2) son algunos de los señalados directamente en la predisposición genética a desarrollar cáncer de mama, si estos están presentes, su principal función es sintetizar proteínas que reparan daños en el ADN que evitan la aparición de células cancerosas. Sin embargo, si ocurren cambios (mutaciones) en estos genes, se generan variantes que producen un crecimiento celular anormal que, al heredarse, se tiene un mayor riesgo de padecer varios tipos de cáncer, pero principalmente de mama y de ovario. Los hijos de una persona portadora de cualquiera de las mutaciones en uno de estos genes, tiene una probabilidad del 50 % de heredar la mutación.
A pesar de tener estos factores de riesgo, el cáncer de mama es una enfermedad en la que un diagnóstico temprano puede salvar la vida a la paciente y proteger la integridad familiar, ya que la enfermedad no solo representa un gran golpe a la moral del núcleo familiar, sino que también representa un estrés, sobre todo, para quienes tienen que cuidar a un ser querido convaleciente, a la par de los problemas económicos que representa el proveer de un tratamiento en las etapas avanzadas.
Prevención del cáncer de mama
La prevención de esta enfermedad ha sido la estrategia más eficaz y con mejor pronóstico implementada en países desarrollados, ya que pueden aumentar la calidad de vida de los pacientes y permite combatir la enfermedad antes de que invada otros órganos del cuerpo. Conocer tus senos es de vital importancia y para ello no hay nada mejor que la autoexploración mensual, pues cualquier cambio si se detecta a tiempo puede salvarte la vida.
A continuación, enlisto las medidas que se deben poner en práctica para detectar a tiempo el cáncer de mama.
Observa: frente al espejo, busca cambios en la forma, en el tamaño o en la superficie de la piel, especialmente hundimientos, inflamación, enrojecimiento o ulceraciones. Este procedimiento deberás hacerlo con los brazos a los lados, las manos detrás de la cabeza, los codos y hombros ligeramente hacia adelante y con las manos en la cintura.
Toca: frente al espejo o durante el baño, busca bolitas, zonas dolorosas, abultamientos o consistencia diferente al resto de la mama. Este procedimiento deberás hacerlo de la siguiente manera:
De pie: la mano derecha en la nuca, con la izquierda toca el pecho derecho. Comienza desde arriba palpando alrededor de la mama y luego en la parte del centro. Posteriormente, revisa toda la axila y al final aprieta el pezón para ver si hay salida anormal de líquido. Explora el otro pecho de la misma manera.
Acostada: con una almohada pequeña o toalla enrollada debajo del hombro derecho, pon la mano derecha en la nuca, con la mano izquierda revisa el pecho derecho, palpa de la misma manera que lo hiciste estando de pie. Haz lo mismo para explorar el seno izquierdo.
Al identificar algún cambio sospechoso, es necesario asistir con su médico o ir a una unidad de salud para que un especialista evalúe, interprete y diagnostique.
Algunos de los signos que nos pueden indicar un estado de alerta son los siguientes:
Bulto nuevo en la mama o en la axila (debajo del brazo).
Enrojecimiento o descamación en la zona del pezón.
Hundimiento del pezón o dolor en la zona.
Secreción del pezón, que no sea leche, incluso sangre.
Cabe mencionar que cada uno de los signos puede ser distintos para diferentes personas y pueden darse con otras afecciones que no son forzosamente cáncer. Por lo tanto, hay que estar muy atentos para poder identificarlos si se tiene algún factor de riesgo, así como asistir lo antes posible a una evaluación médica.
Las pruebas de detección de cáncer de mama se centran en identificarlo en una etapa temprana, incluso antes de que se presenten signos, y aunque las pruebas de detección no pueden prevenir la enfermedad, sí pueden detectarla en sus etapas iniciales, cuando es más fácil tratarla.
Técnicas utilizadas para la detección del cáncer de mama
Existen diversas técnicas para poder detectar a tiempo este tipo de cáncer, a saber:
Examen clínico de las mamas. Es un examen hecho por un médico o una enfermera que usa las manos para detectar bultos u otros cambios presentes en las mamas. Las mujeres con implantes mamarios también deben realizarse exámenes clínicos de seno en forma regular. Se puede realizar en casa por la misma paciente.
Mamografía. Se trata de radiografías de las mamas. Para muchas mujeres, son el mejor método para detectar el cáncer de mama en sus etapas iniciales, cuando es más fácil de tratar y antes de que se pueda palpar en el examen clínico. Es recomendable que las mujeres entre 40 y 49 años de edad, hablen con su médico con respecto a cuándo comenzar a hacerse mamografías y su frecuencia. Para las mujeres de entre 50 y 74 años de edad, que tengan riesgo promedio de cáncer de mama, es recomendado que se realicen el estudio cada dos años. Pacientes con familiares directos con cáncer de mama, deben realizarse esta prueba a partir de los 20 años.
Imagen por resonancia magnética de las mamas. Utilizan imágenes y ondas de radio para tomar fotografías de las mamas, esta prueba se realiza a mujeres con alto riesgo de presentar cáncer de mama, o que ya fueron diagnosticadas con cáncer, para ayudar a medir su tamaño e identificar otros tumores en el seno.
Ultrasonido. El ultrasonido del seno utiliza ondas sonoras para producir fotografías de las estructuras internas del seno. Se utiliza, principalmente, para ayudar a diagnosticar bultos en el seno u otras anormalidades que se hayan detectado durante un examen físico, en una mamografía o en una RMN del seno. El ultrasonido es seguro, no es invasivo y no utiliza radiación.
¡Explórate y detecta el cáncer de mama a tiempo!
Hoy en día se cuenta con diversos programas sociales de prevención contra el cáncer de mama, ya que esta es la manera más efectiva y segura para enfrentar esta enfermedad. Hay que hacer uso de ellos y promover el autocuidado, así como las revisiones periódicas.
En caso de observar algún cambio en los senos, aunque sea mínimo, hay que acudir al médico para obtener un diagnóstico exacto de lo que ocurre. La prevención es la mejor arma en la lucha contra esta enfermedad. Un cáncer detectado a tiempo permite que puedan utilizarse tratamientos efectivos, con lo cual es posible reducir el número de mexicanas que fallecen año con año por esta causa.
Miguel Ángel Recendiz-Núñez. Estudiante del Programa Institucional de Maestría en Ciencias de la Salud, Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas «Dr. Ignacio Chávez», Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
American Cancer Society. (2019). ¿Qué es el cáncer de seno? https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-de-seno/acerca/que-es-el-cancer-de-seno.html
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. (2021). ¿Qué es el cáncer de mama? https://www.cdc.gov/spanish/cancer/breast/basic_info/what-is-breast-cancer.htm
Organización Mundial de la Salud. (2021). Cáncer de mama. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/breast-cancer