Microplásticos, una amenaza invisible

Escrito por Fernando T. Wakida-Kusunoki y Teresita de Jesús Piñón-Colin

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¿Qué son los plásticos?

Los plásticos son cadenas largas de átomos de carbono que se enlazan entre sí, junto con átomos de otros elementos químicos. Estas cadenas están formadas por grupos de átomos que se repiten denominados monómeros, de allí que a los plásticos se les llame polímeros. El nombre de muchos plásticos comienza con el sufijo poli, que significa ‘muchos’, por ejemplo, el polietileno que es una cadena larga de muchos etilenos.

Los diferentes plásticos tienen distintas propiedades, las cuales influyen en cómo se comportan en el medio ambiente. En este sentido, si tienen una densidad menor al agua flotarán y serán fácilmente acarreados por las corrientes de agua, lo que permite que puedan ser transportados a grandes distancias; por el contrario, si son más densos que el agua, posiblemente se encontrarán en el fondo de los mares u otros cuerpos de agua.

 

¿Y por qué microplásticos?

Los microplásticos, como el nombre sugiere, son plásticos muy pequeños que miden entre 0.001 a 5 mm, muchos de ellos no son visibles a simple vista. Existe una clasificación de los residuos de plásticos de acuerdo con su tamaño, por ejemplo, los nanoplásticos son 100 veces más pequeños que los microplásticos. Los mesoplásticos que miden entre 5 a 100 mm (o sea 10 cm) y los megaplásticos que son mayores a 10 cm. Los microplásticos pueden clasificarse también en primarios y secundarios. Los primarios son aquellos fabricados de tamaño pequeño para ciertos usos, por ejemplo, los encontrados en productos de belleza utilizados para la exfoliación de la piel, o también en la pasta dental y en el champú. Los secundarios son el resultado de la desintegración o desgaste de artículos más grandes de plástico o las fibras que se generan en el lavado de prendas hechas de nailon, acrílico u otra fibra sintética.

 

Microplásticos encontrados en artículos de cuidado personal (A). Pasta dental, (B) Champú.

¿Cómo son los microplásticos y de dónde provienen?

Como se comentó anteriormente, los microplásticos pueden ser fabricados para ciertos usos específicos. Mencionamos, por ejemplo, que en el caso de los microplásticos primarios estos son utilizados en los productos exfoliadores, los cuales son esféricos menores a 1 mm, mientras que los «pellets» o gránulos usados en el moldeo de artículos de plásticos, pueden medir entre 1 y 5 mm. Cosa diferente sucede con los microplásticos secundarios, los cuales se han clasificado, de acuerdo a su forma, en fibras, filamentos, fragmentos, esferas y películas. La forma más abundante encontrada en los estudios en ambientes acuáticos son las fibras que provienen del lavado de piezas de vestir hechas de fibras sintéticas; se ha estimado que una carga de una lavadora puede producir hasta seis millones de fibras. Los filamentos, fragmentos y películas provienen de la segmentación de productos de plásticos, por ejemplo, los filamentos pueden provenir de redes y líneas de pesca, mientras que las películas proceden de bolsas o material de empaques. Además, el mal manejo de la basura urbana y agrícola contribuye a la presencia de microplásticos debido a la fragmentación de los mismos.

 

¿Y cuáles son los daños a los ecosistemas?

Los plásticos, en general, han llegado a ser tan abundantes en algunos ecosistemas marinos que varios organismos vivientes han adaptado estos como su hábitat, por ejemplo, hay insectos marinos que están usando microplásticos para depositar sus huevos en ellos. Pero, posiblemente, lo más común es que sean ingeridos por peces e invertebrados, ya que los confunden con sus presas, de hecho, se han encontrado grandes piezas de plástico (mayores de 10 cm) en atunes. De acuerdo con investigaciones, algunos peces tienen preferencia por ciertos colores de microplásticos, como el azul o blanco. El mayor peligro es que estos organismos marinos sufran de obstrucción o abrasión de sus conductos intestinales que les pueden provocar la muerte.

Otro potencial impacto es que otros contaminantes que pueden ser absorbidos en la superficie de los microplásticos o sustancias que se le agregan para mejorar sus propiedades, llamados aditivos, sean liberados al ser ingeridos por estos organismos, pudiéndose producir una acumulación en sus cuerpos y entrando estas sustancias químicas en la cadena alimenticia. Este fenómeno se llama bioacumulación y, generalmente, afecta a los organismos que se encuentran en la parte más alta de la cadena alimenticia, como los predadores o el ser humano.

 

Microplásticos (A) filamento transparente, (B) fibra rosa, (C) fragmento multicolor, (D) fragmento azul.

¿Cuáles serían los impactos a los seres humanos?

Los seres humanos estamos expuestos a los microplásticos, ya que estos se pueden encontrar en el medio ambiente. Entramos en contacto con ellos por ingestión, inhalación o por contacto en la piel. Se han encontrado microplásticos en bebidas como agua, cerveza y te; en la comida como sal, miel, azúcar, entre otros. Se calcula que cada persona ingiere cien mil microplásticos por año. Además, al respirar, ya sea en el interior de una habitación o en el exterior, se puede aspirar una gran cantidad de partículas, entre ellas microplásticos, lo cual podría causar problemas respiratorios a personas susceptibles.

Expertos en toxicología han expresado que los microplásticos podrían causar lesiones inflamatorias originadas por su posible interacción con los tejidos. El incremento de algunos padecimientos, como el cáncer, podría estar relacionado con la exposición a microplásticos. Sin embargo, hasta el momento, no hay evidencia y se desconoce qué consecuencias tendrían sobre el ser humano la ingesta o inhalación involuntaria de microplásticos a largo plazo.

 

Pero, ¿qué pueden hacer los gobiernos, industria y nosotros los consumidores para tratar de reducir este problema?

Muchas de las medidas para reducir el problema de los microplásticos deberían tener su origen en cambios de hábitos de consumo. Como consumidor, deberíamos evitar el uso de artículos de plásticos de un solo uso, por ejemplo: vasos y platos desechables, botellas para agua y otros productos. De la misma manera, evitar el uso de productos que contienen microesferas o microplásticos como exfoliantes, pastas dentales o champús.

Actualmente en algunos países, la industria está tratando de empezar a usar botellas de vidrio reusables en vez de las de plásticos, de emplear el empaque de algunos productos con plásticos reciclados, además de reducir los productos de un solo uso. De la misma manera, cada vez es más común encontrar bolsas hechas de materiales biodegradables. Por su parte, algunos negocios podrían sugerir el uso de contenedores reusables para bebidas, en lugar del uso de vasos de plástico de un solo uso, o en su defecto, utilizar aquellos que son hechos con material biodegradable.

Por último, en Estados Unidos se ha prohibido el uso de los microplásticos en productos de belleza, un asunto que en nuestro país todavía no se ha legislado.

Para Saber más:

 

Lim, X.Z. (2021). Los riesgos de los microplásticos. Investigación y Ciencia, 540, 50-57. https://www.investigacionyciencia.es/revistas/investigacion-y-ciencia/qu-es-una-partcula-840/los-riesgos-de-los-microplsticos-20210

National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA). (2021). What are the microplastics? https://oceanservice.noaa.gov/facts/microplastics.html

 

Resytrans. (2019). Microplásticos en el océano. https://www.recytrans.com/blog/microplasticos-en-el-oceano/

Fernando T. Wakida-Kusunoki. Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería, Universidad Autónoma de Baja California, Baja California, México.

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Teresita de Jesús Piñón-Colin. Profesor de Asignatura de la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería, Universidad Autónoma de Baja California, Baja California, México.

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