¿Qué es la felicidad?
Una de las cosas que vivimos cotidianamente son las sensaciones las cuales, en el día a día, van cambiando de un estado a otro; los seres humanos vivimos llenos de ellas, siempre tenemos estados de ánimo donde decimos sentirnos felices, tristes, e incluso molestos, pero, realmente sabemos ¿Qué significa ser felices? ¿Qué sucede cuando lo somos?
Partiré diciendo que una emoción provoca respuestas fisiológicas y a su vez sentimientos. Debemos tomar en cuenta que una respuesta emocional viene acompañada de un factor importante: el hormonal. Por lo tanto, aunque la felicidad se puede definir de muchas maneras, hay autores que señalan que es un estado emocional que se genera por la interacción de diversas condiciones, las cuales provocan sensaciones positivas en el individuo.
La Organización Mundial de la Salud indica que la felicidad está relacionada ampliamente con un estado de bienestar y satisfacción con la vida, que engloba necesidades espirituales, materiales, físicas y sociales de las personas. Incluso contamos con un día entero que hace alusión a la bonita sensación de felicidad, ya que la Organización de las Naciones Unidas declaró el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad.
¿Comprendemos por qué tenemos esas sensaciones? Los seres vivos somos capaces de producir ciertas sustancias que modulan nuestro ánimo, y específicamente las causantes de la felicidad son la serotonina, dopamina, oxitocina y endorfinas, responsables de regular estas sensaciones. Los humanos podemos voluntariamente producir estos neurotransmisores en el cerebro, los cuales nos proporcionan estados de bienestar y felicidad, lo que hace sentirnos bien de manera física y mental.
Las sustancias químicas de la felicidad
Ahora que ya conocemos por qué tenemos este tipo de sensaciones, nos preguntamos ¿Qué nos hace sentir cada una? ¿Qué efectos en nuestro estado de ánimo tienen? Hablemos de cada una de ellas de manera individual para dar respuestas a nuestras preguntas.
La dopamina es aquella sustancia que nos provee de sensaciones de satisfacción, lo que nos motiva a realizar actividades o tener conductas que promuevan esa sensación.
Una de las sustancias más conocidas es la oxitocina, también llamada la hormona del amor, ya que nos provee de una sensación de seguridad dentro de los vínculos emocionales; se encuentra asociada al aumento de confianza y pérdida de miedo al fracaso.
La serotonina es una de las hormonas más mencionadas a la hora de pensar en la felicidad, esto se debe a que se encuentra asociada al sentimiento de bienestar, provoca sensaciones relajantes, ayuda a mejorar la concentración y la autoestima.
Existe un conjunto de moléculas denominadas endorfinas que estimulan el cerebro y provoca sensaciones de placer, además de permitirnos enfrentar situaciones emocionales difíciles, esto debido a que provee una disminución del dolor emocional.
En conjunto, estas sustancias químicas nos llenan de sentimientos alentadores para poder llegar a un estado de plenitud y bienestar de manera emocional y física. Pero, debe conocerse también que los niveles bajos de estas hormonas, pueden tener como consecuencia estados de depresión o bien causar ansiedad en las personas, por lo que es necesario obtener un balance de cada una de ellas.
Imaginemos que somos un tipo de persona que no le gusta entablar conversaciones, que prefiere encontrarse solo, que no sigue normas y que no se integra a la sociedad; es decir, que mantiene un tipo de conducta asocial, ¿sabías que esto se relaciona con los niveles de serotonina en el cuerpo? A niveles bajos de esta sustancia podemos desarrollar tanto conductas asociales como agresivas, esto se ha comprobado según diversos estudios, ya que no estamos recibiendo las señales suficientes para poder desarrollar todas las sensaciones que nos provoca la felicidad.
¿Cómo influye la felicidad en nuestra salud?
Las sustancias químicas producidas a niveles precisos en estados de felicidad son importantes ya que proporcionan no solo las sensaciones de bienestar, sino que, a su vez ayudan a que nuestro cuerpo tenga reacciones favorables dentro de un estado de salud.
¿Alguna vez han escuchado esos rumores que mencionan que ser feliz mejora tus defensas? Pues bien, esto es cierto, ya que la sensación de sentir felicidad ayuda a reforzar el sistema inmunológico que es nuestra gran barrera de defensa, así que podemos concluir que «mente sana, cuerpo sano».
Hablemos también un poco del corazón. Sí, metafórica y literalmente, se ha demostrado que la felicidad es un gran factor que influye en la salud cardiovascular, ya que puede ayudar a reducir los riesgos y posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, así que técnicamente nuestro corazón está bien cuando tenemos niveles elevados de esta emoción conocida como felicidad.
Por último, ¿es cierto que la felicidad ayuda a combatir el dolor? La respuesta a esta interrogante es sí, ya que las endorfinas ayudan a aliviar el dolor, similar a la actividad de otras sustancias como la morfina. Hay endorfinas que también proveen de placer, la sensación de cuando realizamos actividades que son de nuestro agrado, como ejercitarse.
¿Cómo podemos estimular las sustancias que nos hacen sentir felices?
Con actividades cotidianas podemos estimular la producción de estas sustancias químicas, lo que nos permite sentir plena libertad y bienestar emocional a lo largo de diversos periodos de tiempo. Pero, ¿de qué manera podemos alcanzar este objetivo? Es fácil, desde la cosa más sencilla como salir a tomar el sol, ya que diversos estudios confirman que el simple hecho de tener exposición a la luz solar, ayuda al estímulo en la producción de serotonina. Asimismo, al realizar ejercicio —además de tratar de obtener una vida más saludable y menos sedentaria—, estimulamos la liberación de estas sustancias, es por ello que al término de una actividad física tenemos esas sensaciones de plenitud.
¿Quién no ha escuchado el viejo dicho «La risa es la mejor medicina»? Pues bien, según diversos estudios realizados en 2017, por institutos nacionales de salud de Estados Unidos, además de que reír ayuda a la producción de endorfinas, también observar a alguien hacerlo nos proporciona la dicha de estas sustancias, así que hay que reír más, sin límites.
Nos preguntamos ahora si hay alguna manera de poder estimular nuestras cuatro hormonas de la felicidad. Curiosamente esto puede lograrse con algo tan sencillo e indispensable, y que realizamos día a día: comer; la comida nos provee de la liberación de oxitocina, dopamina, serotonina y endorfinas, consumir alimentos picantes, con probióticos, chocolates, frutas, verduras, entre otros, es la clave.
Como lo hemos analizado, hay actividades básicas que ayudan a sentirnos de manera plena y feliz, no hay que subestimar el poder de cualquier actividad, inclusive, decidirte a ir finalmente a aquel concierto que tanto deseas, reproducir tu canción favorita, escucharla, como dicen «sentir la música», esto nos provee de la sensación de alegría, nos da calma, incluso nos proporciona la sensación de sentir menos dolor gracias a la liberación de estas hormonas, por eso «La felicidad es pura química».
Para Saber Más:
Deschamps Perdomo A., Garrafa Núñez M., Macías Mora L. y Fuentes González P. (2020). «Felicidad y Salud: evidencias científicas». In Rev Asoc Esp Med Trab, 29(4): 374-385.https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S1132-62552020000400374
Rivera S. (2021). «Una perspectiva científica para entender la felicidad». Conexión Cinvestav. https://conexion.cinvestav.mx/Publicaciones/una-perspectiva-cient237fica-para-entender-la-felicidad
Universidad de Bogotá «Jorge Tadeo Lozano». (2020). «La hormona de la felicidad». https://www.utadeo.edu.co/es/noticia/programese-en-la-utadeo/bienestar-universitario/72301/la-hormona-de-la-felicidad
Patricia Guzmán Cancino. Estudiante de la Maestría en Ciencias de la Salud, Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas «Dr. Ignacio Chávez», Universidad Michoacana de San Nicolás De Hidalgo.
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