El Factor von Willebrand (FvW) es una proteína de gran tamaño que desempeña un papel importante en los mecanismos de reparación de los vasos sanguíneos cuando sufren un daño, para la formación de un “coágulo” que detenga la pérdida de sangre y mantenga la integridad de nuestro cuerpo; esto es debido a sus propiedades de adhesión, así como su función de transporte.
Todos los seres humanos contamos con un súper escudo que nos protege y mantiene la integridad de nuestro cuerpo, comúnmente llamado “piel”, cuando nuestro escudo es dañado; por algún corte, por ejemplo, nuestro escudo no sólo nos protege, sino que además es capaz de repararse por sí mismo, formando un coágulo que evita la pérdida de sangre, pero ¿cómo lo logra? ¿qué es un coágulo? Y ¿qué función tiene el Factor de von Willebrand en todo esto?
¿Por qué es importante el FvW?
Cuando sufrimos un corte en la piel se dice que hay un “daño endotelial”, es decir un daño en el interior de los vasos sanguíneos; nuestro cuerpo tiene un “sistema de coagulación” que actúa inmediatamente para detener la pérdida de sangre (hemorragia) formando una barrera, a esta barrera temporal la llamaremos “coágulo” y el Factor Von Willebrand tiene un papel activo en su formación. Un coágulo es como un “tapón”, que cubre provisionalmente la salida de la sangre del vaso sanguíneo, puede contener también células sanguíneas como plaquetas y otras además de elementos proteicos que se encuentran normalmente circulando en la sangre. Imaginemos una manguera con un pequeño corte y el agua que pasa por ella se sale, entonces debemos poner cinta adhesiva para evitar la fuga del líquido vital; pues el Factor de Von Willebrand es la cinta de nuestros vasos sanguíneos que la repara para evitar que sigamos perdiendo sangre al interactuar con los factores de la coagulación.
¿Cuáles son los súper poderes del Factor Von Willebrand?
El Factor Von Willebrand (FvW) es la proteína de mayor tamaño en la sangre, está formada por la unión de varias subunidades proteicas y a la unión de estas subunidades se denomina multímero. El FvW proviene de células endoteliales (células del interior de los vasos sanguíneos) y megacariocitos (células de la médula ósea). La mayor parte del FvW se encuentra circulando libre en la sangre, en forma de multímeros con diferentes tamaños (desde 270-1200 kDa -KDa es una unidad de masa-), mientras que una pequeña porción se encuentra almacenada en las plaquetas circulantes provenientes del megacariocito. En condiciones normales cuando no hay una lesión, el FvW circula de manera normal sin interactuar con los componentes sanguíneos, manteniendo un equilibrio en el sistema de la coagulación.
Daño endotelial por ruptura de vasos sanguíneos
(Ilustración por: Aaron Ramírez Pérez)
Formación de un coágulo en la ruptura de un vaso sanguíneo
(Ilustración por: Aaron Ramírez Pérez)
Este factor tiene dos poderes primordiales: por sus características de adhesión y agregación plaquetaria proporcionadas por sus multímeros, el FvW se libera e interactúa con las plaquetas que son células pequeñas circulantes en la sangre y el endotelio, adhiriéndose a fibras de colágeno que quedan expuestas al sufrir el daño endotelial; como si fuera un súper pegamento de unión entre “plaqueta-FvW-endotelio” formando un soporte que mantiene unida a la barrera.
Además, es un transportador del Factor VIII del sistema de coagulación, como Robin y Batman, el Factor VIII se une al FvW, este dúo dinámico estabiliza al Factor VIII y evita que se degrade, formando un complejo estable que lo protege de algunas enzimas destructivas. ¡La unión hace la fuerza!
En otras palabras, su capacidad de adhesión y agregación plaquetaria junto con su función de transporte del factor VIII hacen del Factor von Willebrand un gran personaje dentro del cómic de la hemostasia (conjunto de mecanismos para detener los procesos hemorrágicos). En esta figura se muestra la interacción entre las plaquetas y el endotelio. Las plaquetas se activan uniéndose al FvW y al colágeno expuesto por la ruptura del vaso sanguíneo, formando el coágulo
El Factor Von Willebrand como héroe
El Factor Von Willebrand adquiere sus poderes de los multímeros, si se encuentra circulando en el torrente sanguíneo en un tamaño muy pequeño (es decir, multímeros de bajo peso molecular), el factor pierde su capacidad de interacción con los componentes sanguíneos; manifestándose en enfermedad hemorrágica. Hay tres tipos de enfermedad de von Willebrand, dependiendo de la alteración del FvW. La enfermedad de Von Willebrand (EvW) es la enfermedad hemorrágica hereditaria más frecuente, causada por disfunción o disminución/ausencia del Factor Von Willebrand, que puede ocasionar hemorragias de intensidad variable inclusive cuadros de hemorragias severas. Sin FvW no habría quién pegue la barrera que nos protege de una hemorragia. ¿Y ahora, quién podrá salvarnos? Durante esta enfermedad el Factor VIII de la coagulación se encuentra desprotegido, al no tener el Factor de Von Willebrand que lo proteja y por consecuencia sus niveles se encuentran disminuidos en torrente sanguíneo.
La enfermedad de Von Willebrand fue descrita por primera vez en 1926 y tiene una elevada frecuencia a nivel mundial y no solo es común entre seres humanos sino también algunas especies animales se ven afectadas por este trastorno, se estima que la prevalencia de la enfermedad es 1 persona por cada 1,000. Es una cifra importante si consideramos que actualmente de acuerdo con cifras de la OMS hay un estimado de 7 mil 300 millones de personas en el mundo.
La epistaxis (hemorragia nasal) es el principal síntoma de la enfermedad, y suele manifestarse principalmente en niños o adolescentes, aunque también son comunes sangrados en las mucosas y hematomas (moretones) en la piel. Tiene un diagnóstico difícil y es necesario detectarla mediante pruebas específicas de laboratorio.
El Factor Von Willebrand se pasa al lado oscuro
El FvW es un agregante plaquetario, en términos simples promueve la unión entre plaquetas, como si fueran bloques, uno sobre otro. Si este se encuentra circulando con un tamaño demasiado grande (multímeros de alto peso molecular) o en concentraciones muy elevadas, puede dar como resultado la formación de trombos, es decir coágulos sanguíneos dentro de venas y/o arterias.
Se necesita de un estímulo externo, en este caso un daño endotelial para que el Factor de Von Willebrand comience su actividad normal en el sistema de la coagulación, pero en ocasiones el FvW forma las “barreras” en el torrente sanguíneo sin que se haya presentado este estímulo, es decir sin haber sufrido de un daño que reparar. Si un coágulo circula por la sangre provoca un muy importante riesgo potencial en la salud. Esto puede ocurrir en diversas enfermedades y se llama alteración trombótica.
Varios estudios han demostrado que los pacientes que sufren algún tipo de cáncer son más susceptibles a padecer algún tipo de alteración trombótica, ya que sufren de un estado trombótico constante reflejándose en un incremento en los niveles del Factor de Von Willebrand, así como en la actividad de este, lo que promueve la formación de agregados plaquetarios. Los procesos infecciosos e inflamatorios a los que estamos expuestos día con día también pueden aumentar el riesgo de que los niveles de FvW circulante se eleven.
Nuestro organismo tiene personajes excepcionales que cumplen con un propósito dentro del cuerpo, a veces se pasan al “lado oscuro” y a veces son forzados a ser “súper héroes” para mantenernos con vida. Una proteína puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, el Factor de von Willebrand puede ser héroe o villano en la coagulación. El equilibrio es la clave para la supervivencia.
Agradecimientos: Los autores agradecen la participación del Ing. Aarón Ramírez Pérez en la digitalización de las imágenes incluidas en el artículo y a la Dra. Virginia Robinson en la revisión del mismo.
Hernández-Zamora E., Zavala-Hernández C., Viveros-Sandoval M.E., Ochoa-Rico Á., Martínez-Murillo C. y Reyes Maldonado E. (2014). Determinación de los multímeros del factor von Willebrand en población mexicana. Cirugía y Cirujanos, 82:607-618.
https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=52862
Hernández-Zamora E., Zavala-Hernández C., Quintana-González S. y Maldonado Reyes E. (2015). Enfermedad de von Willebrand, biología molecular y diagnóstico. Cirugía y Cirujanos, 83(3):255-264. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0009741115000687
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https://www.thieme-connect.com/products/ejournals/abstract/10.1055/s-0037-1607352#
Q.F.B Kenia Iraí Blancas Ayala, estudiante del Programa de Maestría en Ciencias de la Salud, de la División de Estudios de Posgrado, Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas “Dr. Ignacio Chávez” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
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D.C. Martha Eva Viveros Sandoval, Profesora e Investigadora del Laboratorio de Hemostasia. División de Estudios de Posgrado, Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas “Dr. Ignacio Chávez” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
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