Aunque el significado estricto de la palabra -albura- es “blancura ideal” y de –duramen- “parte dura”, ambos son términos utilizados como partes que conforman la madera.
Justo bajo la corteza, la parte más externa del tallo o ramas de un árbol, se encuentra la albura, una porción de tejido biológicamente activo, la que es considerada como “madera viva”, que tiene como principal función la conducción de agua de las raíces al follaje. Generalmente la albura es la parte de la madera más suave, más ligera y siempre de color muy claro, lo que le da el término popular de “lo blanco de la madera”.
En comparación, el duramen, que es la parte más interna del tallo de los árboles, formada a partir de la albura, siempre presenta un color más oscuro, ya que es un tejido con células muertas, sin actividad conductora. Debido al color que éste puede presentar, se le conoce como “el corazón de la madera”.
La albura es un conjunto de células parenquimatosas que combina células vivas y muertas, con niveles elevados de humedad que proporcionan las características de mostrar una baja densidad y alta permeabilidad. Es una parte de la planta que proporciona soporte y estructura, almacenamiento de sustancias de reserva y facilita la distribución de la savia.
Cuando estas células de parénquima mueren, la albura se convierte en duramen, quedando en la zona central del tronco. Durante el crecimiento de los árboles, las células de la albura más internas, transportan las sustancias de reserva a las más jóvenes (cercanas a la corteza); refuerzan su pared celular con mayor contenido de lignina; en las que también se acumulan sustancias como taninos, aceites, gomas, resinas, pigmentos, compuestos aromáticos, carbonato de calcio y sílice; sucede el bloqueo de los vasos conductores con tílides (protuberancias celulares que tapan un vaso); se desintegra el contenido celular y mueren, formando el duramen. Su principal función es proporcionar una estructura interna fuerte y resistente, como apoyo para sostener todo el peso de las ramas y la copa de los árboles. El duramen por contener este tipo de sustancias, es mucho más duro, pesado y resistente que la albura, además de resistir el ataque de hongos e insectos.
Pero, definir qué son la albura y el duramen, y determinar sus características, no solo es para reforzar el conocimiento sobre la estructura de un árbol, sino que tiene una gran importancia en la industria de la madera. Cuando se desarrolla un informe técnico sobre una madera, deben de especificarse las características de la albura y del duramen para dar a conocer las propiedades de la misma. El análisis de la albura y el duramen es esencial para determinar la resistencia de la madera.
La proporción albura-duramen varía en diferentes especies, lo que determina la calidad de una madera. Esta proporción y las características del duramen son útiles para la clasificación de las maderas, que por su dureza se dividen en dos grupos: maderas blandas y maderas duras.
Las maderas blandas son ligeras, de crecimiento rápido (se observan bien los anillos de crecimiento), de color claro, nudos pequeños, fáciles de trabajar y de bajo costo. Se emplean para trabajos en los que no se necesita gran solidez como embalajes, cajas, tablas, muebles funcionales sencillos y pasta de papel. Éstas provienen de árboles de hojas perennes, generalmente resinosos como los pinos, ciprés, abeto y cedro.
Las maderas duras son compactas, con poca resina y escasos nudos, de mayor densidad, de crecimiento lento (anillos anuales muy juntos, casi no se diferencian), más difíciles de trabajar, con una amplia gama de colores, y en general de mayor calidad y precio. Se emplean en trabajos de ebanistería, muebles más compactos, instrumentos musicales, interiores de barco y para obras estructurales. Éstas provienen de árboles de hoja caduca como el roble, el castaño, el nogal, el olmo y la caoba.
Entre los árboles con duramen más valioso por su coloración y resistencia, por lo que son muy cotizados ya que son considerados fuente de maderas preciosas, tenemos al ébano (Diospyros spp., familia Ebenaceae) de madera negra, a la caoba (Swietenia spp., familia Meliaceae) de madera brillante y a la teca (Tectona grandis, familia Verbenaceae) de madera resistente y ligera.
El palo de rosa (Dalbergia nigra), árbol que crece en Brasil, es muy cotizado por producir un duramen violeta con rayas negras irregulares, cuya madera es de las más finas del mundo, que se usa para fabricar muebles de alta clase, para revestimientos de madera y armazones de piano, teclados de instrumentos musicales, mesas de billar, marquetería y tallado. Otras especies de Dalbergia presentan este tipo de duramen y son utilizadas para la elaboración de guitarras, como D. congestiflora que habita en México y particularmente en Michoacán, que tiene un duramen de color púrpura.