Debo comenzar esta nota diciendo que a mí me encanta la ciencia ficción, tanto en la literatura como en el cine. Tengo mis autores favoritos a los que “sigo” con entusiasmo. Constantemente estoy rastreando las librerías, las revistas de novedades y por supuesto el internet, en busca de nuevos autores y nuevos títulos.
En el caso del cine, tengo mis películas favoritas, aunque debo confesar que disfruto casi cualquier película de cine fantástico, más cuando incorporan algún elemento de ciencia ficción. A pesar de que tanto en libros como en cine tengo favoritos y otros que son totalmente prescindibles, hago el esfuerzo por disfrutarlos a todos. Claro, hay autores y directores muy buenos y otros, digamos, palomeros, buenos para una tarde de domingo y nada más.
Esta aclaración es necesaria a la luz de la controversia desatada por el estreno de la película Interestelar, de Christopher Nolan (EUA, 2014). Como casi todas sus películas tiene detractores y fans absolutos. Hay quien la considera un churro y quien la pone como una joya. Yo creo que no es ni lo uno ni lo otro. Vamos a ver:
La ciencia ficción es un género literario que combina una narrativa fantástica, de ficción, con algunos elementos de conocimiento científico. La ciencia ficción nos habla sobre un mundo ficticio pero sustentado en una sociedad real, desfigurado de tal manera para presentarnos uno que no existe o que aún no existe. En este mundo, una fantasía se presenta como posibilidad. Los personajes, capacidades, sucesos se presentan como posibles dentro de cierto contexto o ciertos límites. En este sentido se apela a la ciencia para usarla como recurso para crear esta realidad fantástica.
Pero un libro o una película de ciencia ficción no es un artículo científico. No intenta contar hechos ciertos ni conocimientos reales, solo posibilidades dentro del imaginario científico. Aquí podemos encontrar autores que manejan con mayor o menor rigor el conocimiento. Autores como Isaac Asimov, quien era doctor en Bioquímica, se preocupaba mucho por que los conceptos científicos vertidos en sus novelas y cuentos tuvieran rigor, dentro de ciertos límites. Philip K. Dick daba más libertad a sus creaciones y no le importaba si era muy científico o no. Ambos son estupendos.
La ciencia ficción de calidad presenta ideas innovadoras y creativas que estimulan la reflexión intelectual sobre diversos temas de nuestra realidad, tanto en los dilemas del presente como algunos que se anuncian como futuros. No es ciencia, es literatura.
Interestelar es una película de ciencia ficción en este sentido. Puede gustarnos o no, pero deberíamos centrarnos en su calidad cinematográfica, la historia que nos cuenta y los logros o tropiezos del film para atraparnos y meternos en la historia. El director, como un autor, se toma ciertas libertades, a veces demasiadas, para convencernos y entretenernos.
Hay quien ve los errores de Interestelar como inexactitudes científicas. Creo que estos críticos no han entendido nada, por que su capacidad para lidiar con la fantasía y la imaginación es muy limitada. Cuando vamos al cine (como cuando leemos un libro), debemos despojarnos de un excesivo razonamiento científico. Debemos disponernos a ser crédulos por un momento. De otra manera no disfrutaremos nada. Interestelar es una película de ficción, no un documental de ciencia.
La ficción tiene una importancia capital en el desarrollo del pensamiento. Nos impulsa a sentirnos, movernos y experimentar en una realidad o múltiples realidades distintas. Aunque sepamos que esas realidades son falsas, nuestro cerebro las asume como reales durante la experiencia y de esta manera aprende. Aquí radica la capacidad del director o el escritor para adentrarnos en su propio mundo, en su propia capacidad de ver esas realidades falsas y convencernos, al menos por un rato, de que estamos viviendo en esos mundos. Hay, por supuesto mucha literatura científica al respecto.
A mí me gustó Interestelar, la disfrute y me hizo recordar grandes cintas de ciencia ficción a las cuales les lanza innumerables guiños. Por supuesto que no supera, en mi opinión, a “2001: una odisea del espacio” de Stanley Kubrick o “Blade Runner” de Ridley Scott, pero esto no es un concurso. Véala, disfrútela, déjese engañar un ratito y luego reflexione sobre muchas de sus propuestas, revise algunos de los conceptos que usa y… aprenda.
¿Cuál es el falso debate? Interestelar no es ciencia, es ficción…