Seguro que si de repente tus padres o amigos ven que una lata de refresco normal y corriente comienza a dar saltitos por todos lados sin que nadie la esté tocando, se pueden llevar una verdadera impresión y eso es lo que vamos a enseñarte a hacer hoy.
Qué necesitas
- Una lata de refresco vacía
- Una mecha
- Agua (sólo unas gotas)
- Necesitamos la lata de refresco vacía,
- Quitar la chapa de apertura que tiene encima para quitarla solo tienes que moverla de un lado a otro durante algunos segundos. Una vez que la botella de refresco esté vacía y sin chapita, se pone al revés.
- Ahora debemos conseguir que la lata se quede pegada momentáneamente a la mesa. Para conseguir esto, sólo debemos mojar la zona de la lata que está más pegada a la mesa. con esto se consigue que no se escape el aire y la lata quede “tensada” a la mesa.
- Ahora viene la parte más sencilla, debemos pone la llama de un mechero pegada a la arte lateral de la botella y dejar que se caliente esa zona unos segundos. Podrás ver como en cuestión de segundos, la lata comienza a alejarse del fuego dando saltitos como si verdaderamente se estuviese quemando.
¿Qué sucedió?
La explicación de este experimento es muy sencilla. Al sellar la lata a la mesa con agua, estás calentando el aire que hay en el interior de esta y que se ha quedado atrapado porque hemos “tensado” la botella a la mesa con agua. Al darle calor, el gas comienza a expandirse y quiere ocupar más espacio pero no puede.
El aire intenta salir por la única zona que tiene la lata de refresco que es el agujero que tiene debajo y esa es la razón por la cual da saltitos.