En esta sección, siempre entrevistamos a investigadores e investigadoras cuyo trabajo se distingue, por la contribución al conocimiento, por la formación de recursos humanos y sus trabajos innovadores. Y ello es muy importante, no tenemos ninguna duda. Sin embargo, creemos que quienes nos apoyan en las labores de divulgación, en la creación de la propia revista Saber más, y en las tareas cotidianas del Departamento de Comunicación de la Ciencia de nuestra Universidad, también tienen una importancia capital. Por este motivo hoy les presentamos a dos pilares de estas actividades: Maby Elizabeth Sosa Pineda y Estrellita Oseguera Mujica, sostén de la divulgación en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Hola, compañeras, gracias por aceptar esta entrevista, que creo, pocas veces las incorporamos en la revista y otras actividades que ustedes mismas crean…

Por qué no nos platican, de manera breve, cómo comenzaron a trabajar en divulgación, sé que su historia es larga al respecto.

Maby: Hola muy contenta de tener la oportunidad de platicar un poco sobre esta labor que realizo y que me encanta hacer. Ya tengo una larga historia en la Universidad  pero a la  divulgación llegué por azares del destino. Por alguna razón (otro día se los cuento), solicité mi cambio de área y al estar averiguando a donde podría hacerlo me encontré con Aurora Pineda, quien en ese momento era la titular de la Casita de la Ciencia, hoy Departamento de Comunicación de la Ciencia y al platicarle que estaba buscando un cambio de dependencia me comentó que ella tenía lugar para mi y me explicó un poco de que se trataban las actividades, me gustó mucho la idea y de inmediato le dije que sí. Por lo que estoy muy agradecida con ella al darme la oportunidad de conocer este lado de la Universidad Michoacana, eso hace ya alrededor de 15 años.

Estrellita: Mi historia de vida ha estado ligada siempre a la Universidad Michoacana, y el capítulo en el Departamento de Comunicación comienza hace casi 20 años, en los cuales he tenido contacto con muchas personas por demás interesantes, desde niños llenos de chispa y preguntas curiosas, hasta grandes investigadores, siempre dispuestos a compartir con los demás su conocimiento.

Ha sido un camino lleno de experiencias buenas y malas, el proceso siempre ha dejado aprendizaje. Tenemos un anecdotario muy variado.

  

Una pregunta que -seguramente- puede pasar por extraña. Se muy bien que ustedes son profesionales de su trabajo, pero ¿les gusta, o mejor dicho qué les gusta de este trabajo?

M: Eso esta difícil, la verdad, me gusta todo lo que hago, yo no soy divulgadora pero considero que soy parte importante (al menos en el Departamento) de la divulgación. Soy como se diría la parte del trabajo que no se ve o el detrás de cámaras. Desde el Departamento coordinamos varios eventos de divulgación de la ciencia tales como conferencias, talleres, cursos, diplomados, el verano para niños, programas de radio, el ya muy conocido Tianguis de la Ciencia, que es el evento de divulgación más grande que tenemos en la Universidad, así como la revista Saber Más en la que me encargo de la parte del diseño y formación por lo que aprendo mucho (como en todo lo que organizamos) al leer los artículos para poder ilustrarlos de la forma adecuada. ¡La verdad no podría decir que es lo que más me gusta hacer, el asunto de la logística me emociona mucho y el trato con la gente me encanta!

E: Al principio fue complicado entrar en un mundo con el cual no estaba muy relacionada, pero con el paso del tiempo entendí que esta labor es muy bonita, gratificante y además muy divertida.  Mi trabajo es todo menos rutinario, siempre hay algo nuevo que hacer, herramientas nuevas para hacerlo más eficiente, personas con quien platicar y de las cuales aprender. 

 

Después de concluir una actividad, que pudo durar unas cuantas horas, ¿miran hacia atrás? A lo que representó en trabajo, tiempo, esfuerzo. Mucha gente, los investigadores incluidos, pueden pensar que es algo automático…

M: ¡Por supuesto que sí! Ver el resultado de todo el esfuerzo es muy gratificante y el que te digan un buen comentario o no tan bueno siempre es bien recibido y así ver en que acertamos o que no estuvo tan bien, todos los días se aprende.

E: Cuando se termina cada actividad, sabemos que siempre hay aspectos a mejorar.  En la medida de lo posible, hay que platicar con las personas involucradas en cada evento para tener el sentir de las partes vinculadas en el proceso.  En lo personal, me siento contenta con cada programa realizado, porque desde la planeación se fijan los objetivos y rutas a seguir y en general, éstos se cumplen. En la mente siempre tengo la idea de que podemos cometer errores, siempre y cuando no sean los mimos de la vez anterior.

Ustedes realmente trabajan como gestoras y enlaces de la divulgación en la universidad y más allá, ¿se han preparado para ello?

M: ¡Si claro! Además de lo que se aprende día a día, con los años de experiencia siempre cursamos todos los talleres y diplomados que aquí se realizan y también buscamos completar nuestra formación con los cursos fuera de la universidad, todo lo que tenga que ver con divulgación. Siempre es importante seguir aprendiendo y actualizarse.

E: Si, he tomado varios diplomados en Divulgación de la Ciencia, talleres sobre habilidades digitales, sobre artes escénicas en Divulgación de la Ciencia, creatividad para el fomento de la Divulgación, entre otros.

Además de eso, hemos desarrollado una capacidad para ver en las personas el potencial que probablemente no saben que tienen y si lo saben trabajamos en el cómo mejorarlo… hay divulgadores que son excelentes con el público infantil, otros que conectan de maravilla con alumnos de bachillerato, licenciatura y posgrado, pero no nos olvidamos de sectores con los que tenemos contacto, la familia, que es un nicho de oportunidad maravilloso para la comunicación de la ciencia.

 

¿Cómo es un día de ustedes? Conocemos una expresión, que tal vez a la gente de fuera de nuestra actividad no les diga mucho: “modo tianguis”, ¿qué significa?

M: como en todos los trabajos hay días normales, otros muy relajados y otros con mucha presión por ejemplo cuando entramos en el modo tianguis… si es simpático el término,  que aplicamos en cierta temporada del año de la cual ya estamos muy cerca, por cierto, en el Departamento de Comunicación de la Ciencia nos transformamos en ese “modo tianguis” justamente cuando empieza todo el trajín de la organización de este evento en donde estamos por varios meses en ese estrés que genera el organizar un evento de esa naturaleza mucha información, mucha gente, muchas cosas que ver y no dejar pasar, no es nada fácil pero yo podría decir que es un estrés muy disfrutable con este evento descubrí que trabajo mejor bajo presión. No se si sea bueno o no, pero la verdad me gusta.

E: Somos un grupo de trabajo pequeño, pero diverso y eso justamente lo hace fenomenal.  En el Departamento de Comunicación de la Ciencia, hay días de todo tipo, desde los días un poco monótonos, chuscos, cansados y otros con actividad intensa.

Hay ocasiones en que la energía es drenada casi en su totalidad, un ejemplo de ello son los días de Vive la Ciencia en Verano (curso de verano para niños de 6 a 12 años).  Son días donde estamos en cuerpo y alma con los menores, las mañanas corren entre ojitos llorosos (a veces), al despedirse de papá o mamá, risas, abrazos, caras de sorpresa, carcajadas, travesuras (geniales cuando las contamos después), si corremos con suerte nos comparten una galleta… pero principalmente nos comparten esa sonrisa sincera que un niño siempre tendrá.

El modo tianguis es otra historia, son los días previos al Tianguis de la Ciencia, y por días podríamos entender que es un par de meses antes de su realización.  Es un evento de divulgación científica ¡IMPRESIONANTE! participan muchos compañeros de la Universidad Michoacana que sería injusto mencionarlos pues dejaría a alguien fuera, pero no hay participación pequeña, gracias a todo lo que hacen, es posible este magno evento.

Pero no todo es miel sobre hojuelas y de ahí viene el llamado modo tianguis, es un periodo de concentración total, donde se atienden varios asuntos y generalmente suceden al mismo tiempo.  Dicen por ahí que Maby y yo nos estresamos mucho y probablemente sea cierto, pero siempre es con el propósito de que todo salga de la mejor manera. Pasado el Tianguis de la Ciencia regresamos a la personalidad habitual…

 

Díganme, de todo lo que hacen ¿cuál es su actividad favorita?

M: Por mi parte yo disfruto de todas las actividades, cada una tiene sus cosas especiales, pero quizá el programa de Vive la Ciencia en verano lo disfrute un poco más, aunque es mucha responsabilidad estar a cargo del cuidado de niños me encanta la convivencia con ellos, ver el como se sorprenden con las actividades, su curiosidad y las ganas de saber más cuando algo les gusta mucho

E: Sería raro mencionar una favorita, todas tienen siempre algo que me gusta, en cada una de las actividades pongo esfuerzo para que se realicen bien. Pero si tuviera que mencionar las preferidas, serían las más complejas, por extraño que parezca, Tianguis de la Ciencia y Vive la Ciencia en verano. Ambas presentan distintos retos, donde muchas veces tenemos que reinventar lo programado en cinco minutos y sacarlo adelante.

 

Ya comenté que ustedes son gestoras e intermediarias indispensables en la comunicación pública de la ciencia, una función que pocos y pocas veces se reconoce justamente, muchas veces no se valora en la justa medida ¿cómo se sienten ustedes? ¿han meditado sobre la importancia de su trabajo? ¿se imaginan haciendo otra cosa?

M: Como ya lo comenté me encanta y disfruto mucho mi trabajo con su estrés y altibajos pero al final siempre me deja una sensación gratificante sobre todo cuando me encuentro con esos niños que un día, ¡no hace mucho aclaro!, estuvieron en nuestro curso de verano o en una conferencia de Ciencia para Niños y sus Papás y ahora ya están en ese mismo verano dando un taller o en el tianguis como expositor o tal vez cursando la carrera que descubrieron en alguno de nuestros programas que les gustaba y querían estudiar eso cuando fueran grandes y pienso wow, valió la pena!

E: Han sido altas y bajas, estamos hablando de casi 20 años en esto.  En general el tiempo y la experiencia ha sido buena, tengo muchos amigos muy queridos que he conocido gracias a mi trabajo. Sobre si es valorado o no, creo que no soy la persona para decirlo, pero me gustaría pensar que sí lo es.

No se si haría otra cosa, me gusta enfocarme en el aquí y en el ahora y hoy estoy aquí. Lo disfruto y vivo en tiempo presente.

 

Ya terminamos, me gustaría que agregaran algo libremente, algo que quieran “comunicar” a nuestros lectores y en general, a los divulgadores o la comunidad académica.

Les agradecemos mucho su participación en esta entrevista, será un poco raro ahora que Maby este componiendo en número donde aparecerá…

M: Nunca pensé que sería yo la entrevistada, muchas gracias por el espacio y tomar en cuenta esta labor que realizamos con muchas ganas y gracias también por la confianza depositada a nuestro trabajo y a todos los que colaboran con nosotros para que todo esto sea posible

E: Solo me gustaría que sepan que agradezco el apoyo y confianza que se ha depositado en mí.  Han sido años de aprendizaje, aventuras, risas, algunas lágrimas, pero sobre todo de satisfacciones.  Me da mucho gusto encontrar caras conocidas en los pasillos, pero, sobre todo, ver a los niños que estuvieron con nosotros en los diversos programas y años después son jóvenes estudiantes, ligados a la vida científica. Esos encuentros me confirman lo mucho que vale la pena esta labor.