Dr. Horacio Cano Camacho

Escrito por Rafael Salgado Garciglia

El Doctor Horacio Cano Camacho es Profesor-Investigador del Centro Multidisciplinario de Estudios en Biotecnología (CMEB) de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Jefe del Departamento de Comunicación de la Ciencia de la Coordinación de la Investigación Científica de la UMSNH, y responsable de la organización del Tianguis de la Ciencia, un evento de divulgación de la ciencia y de la tecnología que se realiza anualmente en Ciudad Universitaria y que es reconocido a nivel nacional por el número de talleres, exposiciones, expositores y asistentes.

 

Muchos sabemos de los orígenes del Tianguis de la Ciencia en nuestra universidad, pero ¿Podrías darnos una semblanza desde sus inicios hasta la época en que se realiza en Ciudad Universitaria?

El Tianguis de la Ciencia surgió de la actividad de un grupo de profesores y trabajadores de la Universidad Michoacana como un intento de llevar el conocimiento científico a los niños y luego se consolidó como una fiesta con más alcance. Esto ocurrió hace 35 años, en 1988. Ha sobrevivido tanto tiempo porque evidentemente era (y es) una magnífica idea. La feria para niños se vio rápidamente rebasada y se comprendió que en realidad el público objetivo era toda la sociedad en su conjunto. La propia comunidad universitaria entendió muy rápido su importancia y a lo largo de los años se ha convertido en un evento en el cual, académicos y estudiantes, participamos con gran entusiasmo y asumimos el Tianguis como un compromiso permanente con la sociedad. El Tianguis de la Ciencia forma parte ya del imaginario de la comunidad universitaria y ha ido evolucionando. En sus primeras dos ediciones era una feria pequeña en donde se presentaban juegos, frotis para microscopios y algunas exhibiciones. Cuando se comprendió que había un público expectante y dispuesto a participar, se trasladó a los pasillos de Ciudad Universitaria y se convocó a toda la comunidad a participar, poco a poco fue adquiriendo el carácter de feria masiva, con la participación de todas las dependencias de la universidad, desde el bachillerato hasta el posgrado, así como con la participación entusiasta de varias instituciones educativas, de investigación y del sector público en Michoacán, hasta lograr lo que ahora tenemos.

 

¿Por qué considerarlo el Tianguis de la Ciencia más importante de México?

“El más importante” es una descripción muy fuerte y muy relativa. Todo esfuerzo en la divulgación de la ciencia, por pequeño que sea, es importante. En realidad, el Tianguis de la Ciencia tiene muchas características que lo hacen peculiar y exitoso. El concepto mismo de tianguis, que en nuestro país tenemos muy interiorizado, hace referencia a un mercado en donde la población concurre regularmente y deambula por sus pasillos y corredores observando y dejándose seducir por los oferentes, la manera en que acomodan sus mercancías, la diversidad de colores, de olores y la diversidad de la oferta. También es fundamental escuchar las voces que nos cuentan, que nos ofrecen algo. De todo ello depende que los asistentes nos interesemos en un producto. Este mismo concepto está en el Tianguis de la Ciencia, pero aquí lo que ofrecemos son conocimientos de ciencia, de tecnología y de humanidades. Nuestros “productos” son el resultado del quehacer universitario y los propios “oferentes” son los generadores de este conocimiento: investigadores, estudiantes y profesores, quienes intentan convencer y seducir al público para que acepte sus explicaciones, demostraciones e historias, todo producto de su trabajo, pero también de su creatividad.

Entonces, en nuestro mercadillo, reunimos a miles de expositores de prácticamente todas las áreas del conocimiento que se cultivan en el estado, para mostrar y mostrarse ante el público. Más de 4 000 personas al mismo tiempo en 400 talleres, demostraciones, exhibiciones comentadas y en las que el público puede participar, dialogar, discutir, charlar con los investigadores y generadores de este conocimiento que hacen un gran esfuerzo en traducir y recrear el trabajo especializado de una forma lúdica, interesante y atractiva para ese público de todas las edades. Esto hace de nuestro Tianguis algo único y especial.

Queremos saber cómo es la organización de un evento tan importante y grande como este. ¿Podrías decirnos cómo se organiza, los tiempos y quiénes participan en este gran equipo?

Cada Tianguis (es un evento anual) se comienza a organizar una vez que termina el anterior. Nos reunimos para evaluar, discutir lo que salió bien, lo que puede mejorar, dónde tuvimos problemas, cuáles fueron los talleres más apreciados, quiénes se esforzaron más, las opiniones del público vertidas en encuestas que levantamos, las opiniones de autoridades, de expositores y de los mismo organizadores.

Esta evaluación se ve reflejada en la convocatoria y en el diseño del siguiente año. La convocatoria, abierta a todos los universitarios y otras instituciones, sale en los meses de enero-febrero. Las propuestas se reciben en marzo y son evaluadas por personal académico voluntario y, en su caso, aceptadas o comentadas para mejorar. No buscamos solamente que sean bonitas, incluso espectaculares, sino que cumplan con los objetivos y en particular con el mensaje que quieran transmitir. Luego se hace una distribución por áreas del conocimiento en los terrenos de Ciudad Universitaria. Ocupamos más o menos un 70 % del espacio de CU.

Posteriormente, procedemos a calcular la cantidad de mobiliario y otras infraestructuras requeridas: mesas, sillas, mapas, toldos, salones, laboratorios, auditorios, conexión a la luz, agua, servicios sanitarios, servicios médicos, enfermería y personal de apoyo y vigilancia.

Más o menos somos 250 personas sobre el terreno para la operación del Tianguis de la Ciencia, más el personal de apoyo de la Universidad. Todo esto para dos días de evento.

Por supuesto, con anticipación planificamos, discutimos y encargamos la promoción en radio, televisión, espectaculares, redes sociales e invitaciones directas. Elaboramos materiales audiovisuales que distribuimos en redes, conferencias de prensa, entrevistas, radio y televisión, con lo cual se va formando mucha expectativa. La gente llega por sí sola, grupos escolares, familias, muchas familias y personas solas… ¡Un mundo!

 

¿Hacia qué tipo de público está mayormente orientado y el porqué de esto? ¿Con los años, esto ha cambiado?

Al inicio, hace 35 años, se pensó en una feria para niños y niñas escolares, principalmente. Poco a poco, como ya lo comenté, se vió que el público en realidad era toda la sociedad; la divulgación de la ciencia es para todos. Cuando yo me hice cargo, hace 9 años, comenzamos a revisar con cuidado el público objetivo y decidimos centrar nuestro mensaje en la familia que ya asistía, por supuesto. La idea es generar un diálogo en la casa sobre los temas de la ciencia y de la tecnología, el conocimiento todo para que sea en el seno del hogar, y no únicamente en la escuela, donde se hable de estos temas y se genere el interés.

Tenemos un programa, con 36 años también, que se llama “Ciencia para niños y sus papás”, y que consiste en dar charlas para la familia impartidas por nuestros expertos y allí nos dimos cuenta que los padres estaban excluidos de estos temas. Nos decían su frustración al no poder charlar con sus hijos sobre sus intereses de conocimiento: “A mi hijo de seis años le gustan los dinosaurios y todo el tiempo habla de ellos y yo no sé qué decirle, no puedo sostener una conversación porque yo no entiendo nada”. En otros temas era muy común escuchar este fenómeno. Los padres y madres decían: “Mi hija tiene mucho miedo de los agujeros negros y no sé qué decirle”, “Mi hijo me pregunta…”. Nos dimos cuenta que era cierto, debemos atraer a la familia, la ciencia es cosa de todos, de chicos, de chicas, de jóvenes, de padres, de madres, de abuelos.

Los días viernes, primer día del Tianguis, recibimos sobre todo a grupos escolarizados que nos visitan con sus escuelas. El sábado, segundo día de la feria, vienen familias completas. Muchas son “traídas” por los mismos niños y jóvenes que vinieron el día anterior con la escuela y traen a su familia para que se entere, se sorprenda como ellos… Es un día muy bonito.

Este año observamos que desde la primera hora del viernes, comenzaron a llegar familias y eso nos está diciendo que nuestros esfuerzos están rindiendo frutos, la familia está entendiendo que la ciencia es cosa de todos.

 

De acuerdo a los que asisten al Tianguis, ¿podemos saber qué es lo que más les atrae y qué conocimiento ganan con ello?

De nuestras encuestas y lo que observamos en el campo, sabemos que las ciencias biológicas son muy exitosas, pero también las ingenierías, en partículas las cuestiones de robótica, drones, matemáticas, aunque ustedes no lo crean… La hidráulica ha tenido un éxito enorme. Es un laboratorio gigantesco, único en México y muy organizado. Constituye un tianguis en sí mismo y es muy buscado. Últimamente, las ciencias médicas han tenido mucho éxito, pero también las ciencias administrativas.

Michoacán no cuenta con museos de ciencias. Tenemos el Museo de Historia Natural que tiene demanda durante todo el año, pero es muy pequeño y especializado. Entonces, el Tianguis viene a suplir esta carencia; sin embargo, es más que un museo, es un espacio vivo, de interacción y de diálogo, algo que no tendríamos en un museo tradicional, incluso en estos museos modernos de muchos juegos. Aquí el público, desde los más chiquitos de preescolar, se encuentran y se comunican directamente con los generadores del conocimiento. Esto no lo ves en un museo ni en otro tipo de ferias. Es algo muy interesante y hermoso.

 

En esta ocasión se realizó el Tianguis núm. 31. ¿Qué de nuevo pudimos ver en este?

Uff, muchas cosas. Los talleres cada año se van mejorando. Muchos de los expositores van aprendiendo, van evaluando y nos llegan con presentaciones de mayor calidad y más profesionales. Este año, por ejemplo, los talleres de medicina incluyeron robots para practicar cirugías, modelos para dentistas, prótesis realizadas por los ingenieros mecánicos, incluso objetos movidos con impulsos nerviosos, mariposarios, artesanías, etc. Es difícil hablar de algo en particular. El Tianguis es enorme y todo gusta mucho. Un taller de matemáticas que presentó trucos de magia y actividades teatrales fue muy exitoso.

 

¿Qué otros eventos de divulgación de la ciencia, derivados del Tianguis de la Ciencia, se realizan durante el año por parte del Departamento de Comunicación de la Ciencia?

El Tianguis no se circunscribe al realizado en Ciudad Universitaria una vez al año. Tenemos versiones más pequeñas que varias veces al año llevamos a otras comunidades. El año pasado, por ejemplo, fuimos a Ciudad Hidalgo, Indaparapeo, Alvaro Obregón, Cuitzeo, Huetamo, Lázaro Cárdenas, etc. Este año pretendemos llevar versiones más grandes a Uruapan, Zamora y otras ciudades o comunidades de nuestro estado; estamos trabajando en ello. Además, los “talleristas” son entrevistados y presentados en diversos formatos en nuestras redes y programas de divulgación, son invitados a escuelas y a otros eventos del Gobierno del Estado, incluso escuelas privadas. Lo hemos realizado en las plazas de varias ciudades, ¡mucha actividad!

 

Por último, ¿qué perspectivas se tienen para el próximo Tianguis de la Ciencia?

Estamos trabajando sobre un rediseño para mejorar varios aspectos y cambiar algunas cosas de la distribución en el terreno, ya que es muy grande y los asistentes se quejan de que un día o dos no les alcanza. Queremos actualizar la imagen visual de la feria, por lo que ya estamos trabajando con la Facultad de Arquitectura. Esta es una feria tan importante y recordada en la comunidad universitaria, que debemos revisarla continuamente y mejorarla para seguir vigentes y atractivos en la preferencia del público. Por ejemplo, estamos pensando en incluir más eventos de teatro, de danza, de música, como manifestaciones fundamentales de la creación humana y muy vinculada a la ciencia, como una parte integral de la cultura. Esperemos que nos alcance el tiempo y los recursos… Trabajo habrá, sin duda.