Dr. Francisco Javier Espinosa-García

Escrito por Rafael Salgado Garciglia

Es biólogo y maestro en Ciencias por la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y doctor en Biología (Ph. D.) por la Universidad de California en Santa Cruz, EE.UU. Es investigador científico titular del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM, campus Morelia. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, nivel II. Está interesado en ecología química de la defensa de las plantas, agroecología y ecología de las malezas y plantas invasoras.

Ha contribuido a la descripción y comprensión de la función de la diversidad de metabolitos secundarios de las plantas en la defensa vegetal, conocimiento potencialmente útil en el control biológico y manejo de los agroecosistemas para el uso sustentable de xenobióticos. En cuanto a las malezas y plantas invasoras, elaboró manuales, catálogos y artículos científicos ampliamente utilizados por funcionarios gubernamentales, colegas académicos y estudiantes de Agronomía y Biología. Contribuyó en la Estrategia nacional sobre especies invasoras en México: prevención, control y erradicación, y al análisis de riesgo de las especies de plantas invasoras. Tiene 137 publicaciones, 104 revisadas por pares. Ha dirigido 26 tesis de licenciatura, cinco de maestría y ocho de doctorado. Asimismo, ha impartido más de 50 cursos en posgrado y licenciatura, principalmente en la UNAM.

¡Distinciones: Mención Honorífica en su tesis de licenciatura en el «Certamen Nacional de Tesis» en temas botánicos en el VIII Congreso Mexicano de Botánica, 1981. Premio a la mejor tesis a nivel doctorado otorgado por la Sociedad Mexicana de Micología el 18 de octubre de 1991. Reconocimiento anual «Efraín Hernández Xolocotzi» por sus aportaciones al conocimiento de las malezas otorgado por la Asociación Mexicana de la Ciencia de la Maleza, 1 de octubre de 1999. Estímulo PRIDE-UNAM nivel D.

 

Empezaré preguntando ¿Por qué estudiar las malezas?

Las malezas son acompañantes del ser humano, a veces no deseadas, pero las más de las veces utilizadas de varias formas. Por eso, se considera que deberían llamarse «buenezas», o de acuerdo con el lugar donde se les encuentra, «arvenses» si crecen en tierras de cultivo, «ruderales» si crecen a la orilla de carreteras, caminos o lotes baldíos, o «malezas ambientales» si se desarrollan en lugares donde no predomina la influencia humana. Las plantas no deseadas en potreros, pasturas o pastizales, no tienen un apelativo específico y solo se llaman malezas.

El estudio de las malezas es interesante y relevante porque son importantes en la provisión de servicios ambientales de los agroecosistemas, por ejemplo, alimento, forraje, control de erosión, regulación de ciclos biogeoquímicos, polinización de cultivos, control de plagas y enfermedades de cultivos, fuente de plantas medicinales y para rituales. También algunas son usadas como plantas ornamentales. Aparte de lo que nos dan, son abundantes y pocas se extinguirían si se utilizaran intensivamente.

 

Hablemos de plantas invasoras ¿Exterminarlas, controlarlas o estudiarlas?

Las plantas invasoras son las introducidas que se han naturalizado y proliferado a tal extremo que causan daños ambientales o a los intereses humanos, incluyendo su salud. La entrada de plantas potencialmente invasoras que no están en México, no deben permitirse, por eso hay listas de especies prohibidas para el país. Cuando esas plantas entran —a pesar de todo — y empiezan a establecerse, deben detectarse rápidamente y ser exterminadas. El problema es que no todas las plantas introducidas se vuelven invasoras, incluso algunas son útiles, por lo que hay que hacer análisis de riesgo a las especies introducidas en proceso de naturalización para determinar cuáles especies deben de ser controladas por medio de eliminación o contención. Cuando la planta invasora ocupa territorios extensos, es muy difícil o imposible erradicarla, por lo que hay que tomar medidas para mitigar el daño que causan. En todos los casos hay que estudiarlas para determinar cuáles son las mejores estrategias de prevención o manejo. Contestando tu pregunta, siempre hay que estudiarlas para determinar si hay que exterminarlas o controlarlas.

 

¿Cuáles plantas han tenido mayor interés en tus investigaciones y por qué?

Como grupo de plantas, han sido las malezas, pues buscamos encontrar patrones de distribución y abundancia que permita manejarlas adecuadamente. En esa búsqueda de patrones, mi colega, el Dr. José Luis Villaseñor y yo, hemos producido un catálogo de malezas de México, una lista de especies introducidas en el país, incluyendo invasoras, y una revisión para todo el territorio sobre la biodiversidad y posible impacto de las especies invasoras en México.

Mis estudiantes y colegas también hemos estudiado la ecología química del aguacatero (Persea americana) en su relación con plagas y patógenos que lo atacan. Este estudio está dirigido a entender la función de la diversidad fitoquímica en las interacciones entre plantas y sus antagonistas (plagas y patógenos) para reducir el uso de plaguicidas sintéticos. Gran parte de la extensa variación fitoquímica se puede explicar por interacciones coevolutivas difusas entre las plantas y sus antagonistas, lo que ha producido una «carrera armamentista» entre ellos: las plantas producen metabolitos secundarios o nuevas mezclas de ellos que intoxican o repelen a los antagonistas y estos (herbívoros y patógenos) producen maneras bioquímicas o conductuales que las anulan. Los productos de esa «guerra armamentista» son la base de la resistencia de las plagas y patógenos a los xenobióticos (antibióticos, plaguicidas y agentes quimioterapéuticos) que los humanos usamos para controlar a sus antagonistas.

El estudio de la diversidad fitoquímica siempre está acompañado por la descripción de los perfiles fitoquímicos, de metabolitos secundarios novedosos y de su actividad insecticida o farmacológica. Con respecto a eso, las plantas medicinales que más hemos estudiado, y que también pueden comportarse como malezas, son el árnica mexicana (Heterotheca inuloides) y el pericón o santa maría (Tagetes lucida).

 

 ¿Estas investigaciones hacia dónde están dirigidas?

Nuestras investigaciones han estado dirigidas a contribuir a la teoría de las interacciones biológicas intermediadas por metabolitos secundarios o la teoría de las invasiones bióticas. El conocimiento que hemos generado puede ser útil en el manejo sustentable de agroecosistemas, al descubrimiento de moléculas útiles en farmacología o en sistemas agropecuarios o al manejo de malezas y plantas invasoras.

 

¿Qué aportes consideras los más importantes?

Los aportes más importantes han sido la descripción de la diversidad y distribución de malezas nativas e introducidas en México y las pruebas de hipótesis sobre la función de la diversidad fitoquímica en la protección de las plantas contra sus herbívoros y patógenos.

 

¿Puedes hablarnos sobre tus investigaciones acerca de la resistencia a los xenobióticos?

El estudio de la diversidad fitoquímica nos ha llevado a la búsqueda de inhibidores de resistencia a xenobióticos como los antibióticos, plaguicidas y agentes quimioterapéuticos. La resistencia a xenobióticos es uno de los problemas más importantes para la salud humana y ambiental, por lo que queremos contribuir al manejo sustentable de esas sustancias mimetizando la manera en que las plantas se defienden de sus enemigos por medio de mezclas de metabolitos secundarios. Así, recientemente encontramos una combinación de cuatro compuestos del aceite esencial del pericón que inhibe la resistencia a antibióticos de dos bacterias multirresistentes a antibióticos.

 

¿Qué puedes decirnos a los interesados en plantas silvestres de México? ¿Hay mucho qué estudiar?

México tiene más de 23 000 especies de plantas silvestres y pocas de ellas se han estudiado desde el punto de vista fitoquímico; en cuanto a las malezas, tenemos cerca de 2 500 especies, muchas de las cuales se usan en medicina tradicional, pero la mayoría tampoco ha sido estudiada.

Un estudiante, futuro científico mexicano ¿Qué carrera debe estudiar para realizar investigaciones con este tipo de plantas?

Hay varias carreras con las que se pueden estudiar diferentes aspectos de ecología química: Biología, Ecología, Química, Farmacobiología, Bioquímica. La ecología química es multidisciplinaria, así que quien se interese en entender la regulación de las interacciones biológicas por medio de metabolitos secundarios, debe entender muchos aspectos de distintas carreras.

 

Finalmente, ¿cuál es tu opinión sobre la divulgación de la ciencia en México y en particular sobre la labor de las revistas de divulgación científica como Saber Más?

La divulgación científica es esencial en el fomento de vocaciones científicas en la niñez y adolescencia; también es muy importante en la educación científica de la sociedad en general. Revistas como Saber Más hacen una excelente labor acercando el fascinante mundo de la ciencia a la población en general.

 

¿Algo más que quieras decirnos?

Le deseo a Saber Más que continúe con su excelente labor por muchos años.