Joel Edmundo López Meza

Escrito por Roberto Carlos Martínez Trujillo y Cederik León de León Acuña

Desde 1998, es profesor investigador y miembro fundador del Centro Multidisciplinario de Estudios en Biotecnología (CMEB) de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH). Es Biólogo egresado del Instituto Tecnológico de Los Mochis con estudios de posgrado (Maestría y Doctorado en Ciencias en Biotecnología de Plantas) en el CINVESTAV Unidad Irapuato. Actualmente es Investigador Nacional Nivel III (SNI III) con más de 65 artículos científicos publicados en revistas de alto impacto e indizadas reconocidas por el CONACyT resultado de las líneas de investigación en las que es líder y colaborador. Ha pub alicado más de 20 artículos con comité editorial y ha participado como autor en 6 capítulos de libros. Además, ha dirigido 30 tesis de licenciatura, 16 de maestría y 8 de doctorado. Es profesor titular de la asignatura Estructura y Dinámica Celular en la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia, y es miembro de los núcleos académicos de los Programas Institucionales de Maestría y Doctorado en Ciencias Biológicas de la UMSNH.

Una de sus principales líneas de investigación es el estudio del efecto inmunomodulador de ácidos grasos y vitaminas en la interacción célula-patógeno, evaluando los mecanismos moleculares involucrados en la inmunidad innata, teniendo como modelo de estudio a la bacteria Gram positiva Staphylococcus aureus y a células epiteliales mamarias bovinas. Además, desarrolla investigaciones para estudiar los mecanismos citotóxicos de moléculas de origen vegetal en células de cáncer.

Sabemos que usted es miembro fundador del CMEB que es el Centro Multidisciplinario de Biotecnología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Michoacana, ¿podría comentarnos como fue esta experiencia y cómo influyó para conformar un equipo de investigación con una amplia producción académica?

El Centro de investigación donde laboro fue fundado en el año de 1998, estamos por cumplir 20 años el 5 de agosto del presente año, para ello, estamos considerando celebrar este acontecimiento. Me considero muy afortunado de haber participado en la creación de este Centro, ya que es una experiencia que no se vive con frecuencia. Fui invitado a participar por el Dr. Raúl Mejía Alfaro, quien era el coordinador de los trabajos que culminaron con la fundación del Centro, y el Dr. Horacio Cano Camacho, estamos hablando que llegué a incorporarme a este proyecto en junio de 1998.

Ésta ha sido una experiencia muy enriquecedora porque como les comentaba esto no se vive frecuentemente, tiene eventos tanto positivos como negativos, pero creo que el aprendizaje que obtuvimos por parte de este proyecto son sucesos que no se repiten, insisto, con mucha frecuencia. Llegamos a un Centro que estaba en ese momento en proceso de construcción, básicamente se contaba con cierta infraestructura de liderazgo, pero no con el personal humano que lo operara, en este caso los investigadores, básicamente esa fue una de las razones que permitió incorporarme. Fueron años complicados por el hecho que todo proceso que inicia es difícil, tiene carencias, pero también nos dejó cosas positivas. Reflexionando un poco sobre esto, nos hemos dado cuenta que quizás por ser jóvenes contamos con mucho arrojo para formalizar este proyecto, porque quizás si nos lo plantearan en este momento probablemente no lo viéramos de la misma manera.

Asimismo, fue un compromiso fuerte con la institución, especialmente con la Facultad de Medicina Veterinaria que nos invitó, pero también con la Universidad Michoacana por la creación de este Centro de Biotecnología, que tenía el compromiso de abordar temas de Biotecnología Animal. En esos años era difícil encontrar personal capacitado para esta área. Cabe señalar que los primeros en incorporamos fuimos el Dr. Horacio Cano, la Dra. Guadalupe Zavala, el Dr. Gerardo Rodríguez, quien ya no ésta con nosotros, y un servidor, aunque no teníamos una formación en Biotecnología Animal, éramos biotecnólogos, de tal manera que convertir las líneas de investigación en la que nos habíamos formado fue un proceso que llevó tiempo, pero afortunadamente las hemos podido consolidar.

Cuando analizamos que han pasado casi 20 años, pareciera que no ha pasado tanto tiempo, sin embargo, producto de ese esfuerzo, de esos años de trabajo, hemos podido consolidar algunas líneas de investigación y obtener productos importantes como la publicación de artículos de investigación, y lo más relevante, la formación de nuevos investigadores.

 

Y precisamente en relación a esto, en el tiempo que se ha trabajado en el CMEB ¿Qué líneas de investigación ha desarrollado y los logros más importantes derivados de éstas?

Si, como lo señale antes, nos formamos en un área distinta, particularmente la línea que cultivaba al momento de egresar del doctorado era básicamente microbiología, y dada esa orientación fue que empezamos a trabajar problemas de índole microbiológico, pero ahora con un enfoque hacia los animales. Esto lo hemos venido consolidando a lo largo de los años, actualmente la línea de investigación que hemos podido establecer con mayor solidez tienen que ver con la interacción microorganismo-célula hospedera. Seguimos trabajando con microorganismos pero ahora tenemos como modelo de estudio a una bacteria muy  importante en la salud animal y en la salud de los humanos, ésta es Staphylococcus aureus, que provoca una gran cantidad de afecciones de naturaleza crónica. En el caso particular de los animales, la enfermedad que nos ha interesado es la mastitis bovina o la inflamación de la glándula mamaria, provocada principalmente por este microorganismo.

Al respecto, tenemos algunos años trabajando con esta línea de investigación y la parte específica que nos ha interesado es la búsqueda de alternativas que permitan poder contrarrestar esta enfermedad (mastitis bovina). En ese sentido nos hemos dado a la tarea de evaluar ciertas moléculas, como los ácidos grasos y vitaminas, que mejoren la respuesta de la célula que se ve afectada por el patógeno, con la idea de no recurrir tanto al uso de antibióticos por los problemas asociados a los mismos. A raíz de este tipo de búsqueda, empezamos a trabajar ya no solo con ácidos grasos y vitaminas, recientemente dimos un giro hacia la búsqueda de compuestos de origen vegetal, particularmente de aguacate y chile habanero. Hemos evaluado también unas moléculas llamadas péptidos antimicrobianos en este modelo de interacción microorganismo-células de la glándula mamaria. El resultado de estas investigaciones nos ha permitido abrir una nueva línea de investigación, que es la búsqueda o el análisis de las propiedades citotóxicas de los péptidos antimicrobianos, pero ahora en células de cáncer. Éstas son básicamente las dos líneas de investigación que actualmente desarrollamos en el laboratorio. 

Para la realización de estos proyectos sabemos que es necesaria la gestión de financiamiento externo ¿Qué nos puede decir de la importancia de este tipo de gestiones para nuestra Universidad? Y ¿Cuáles instituciones han recurrido ustedes?

Es conveniente enfatizar que la Universidad Michoacana nos proporciona un espacio de trabajo, nos brinda la oportunidad de tener un laboratorio, pero la infraestructura y el gasto operativo con que se cuenta en los laboratorios generalmente no nos la otorga. Esto generalmente se obtiene a través del apoyo de otras instituciones, por lo que los investigadores tenemos que buscar recursos externos para operar y consolidar un laboratorio, de tal manera que siempre estamos en búsqueda de fuentes de financiamiento. La Universidad Michoacana ofrece una serie de apoyos que son pequeños para el área que trabajamos que nos permiten mantener algunas actividades de investigación, pero no son suficientes, por eso es importante buscar otras fuentes de financiamiento tanto estatales, nacionales como internacionales. En el ámbito estatal hemos logrado financiamiento del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de Michoacán, lo que antes era CECTI o el COECYT, aunque la fuente primaria de financiamiento ha sido por distintos proyectos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), agencia de la que hemos recibido mayor apoyo en distintas convocatorias, sobre todo para el fortalecimiento de la infraestructura, que nos ha permitido tener algunos equipos de punta que nos da la oportunidad de abordar la investigación desde una perspectiva diferente. También hemos recibido apoyo de fondos de investigación básica u otros fondos que han venido a consolidar las líneas de investigación que tenemos. 

Y es profesor, imparte cátedra y forma recursos humanos a nivel licenciatura y posgrado ¿Qué implica para usted en general y para los investigadores este acercamiento entre estudiantes de diferentes niveles educativos?

A pesar de que nos formamos en el ámbito de la investigación creo que es fundamental dejar claro que no tendríamos mucho éxito si no participáramos en la formación de las nuevas generaciones, creo que es una labor indispensable que colaboremos no solo en los programas de posgrados (manera más natural donde uno podría participar ya sea a nivel de maestría o doctorado). En mi opinión, es fundamental que participemos en la formación de jóvenes de nivel licenciatura y si es posible desde la preparatoria, porque se puede incidir positivamente en la formación de estos jóvenes, abrir los campos de opciones laborales, profesionales y tratar de sembrar la semilla para poder formar nuevos investigadores y quizá profesionistas mejor preparados y comprometidos con la sociedad. Algo que es fundamental en la formación de estos jóvenes es la participación en programas que no son necesariamente programas de formación de licenciatura o posgrado, sino los programas de Verano de la Ciencia, ya sea el programa Delfín o el Verano de la Academia de la Investigación Científica, porque permite definir a los jóvenes el área de investigación o si se van a dedicar a este campo profesional, de tal manera que es muy importante el papel que uno pueda tener en la formación de nuevos profesionistas. 

Debido al resultado de la producción académica derivada de sus investigaciones, recientemente se le ha otorgado el nombramiento de Investigador Nacional Nivel III por el CONACyT ¿Qué le brinda esta distinción, tanto en lo personal como en lo académico?

Primero empezaré por reconocer que este no es un logro personal exclusivamente, si no es un reconocimiento al trabajo realizado por todo un grupo de profesores y alumnos a lo largo de muchos años donde cada uno ha contribuido de manera fundamental en el desarrollo de estas líneas de investigación que hoy me permiten recibir ese reconocimiento. Este logro no sería posible sin el trabajo de mis estudiantes quienes me brindaron su confianza para incorporarse a nuestras líneas de investigación en todos estos años, particularmente los 20 que llevo en la Universidad Michoacana. En este tiempo, han pasado muchos estudiantes por el laboratorio que me ha permitido formar profesionistas de distinto nivel (licenciatura, maestría, doctorado) y gracias al trabajo de ellos se puede recibir este tipo de reconocimientos. Sería deshonesto de mi parte decir que es un logro personal, en algún sentido si lo es, pero se debe al trabajo particularmente de los estudiantes y también de los colegas que han confiado en uno para colaborar y desarrollar proyectos en conjunto, algunos de aquí de nuestra universidad, otros de universidades nacionales y otros más del extranjero. 

En ese sentido ¿Qué opinión tiene de la importancia de la divulgación científica para precisamente lograr este tipo de reconocimientos y su opinión de que la divulgación se haga a través de revistas electrónicas como en nuestro caso de Saber Más, que publica nuestra máxima casa de estudios?

La divulgación siempre ha existido, sin embargo, en los últimos años ha cobrado mayor relevancia por el apropiamiento social del conocimiento, el hecho de poder retribuirle a la sociedad lo que nos ha dado como investigadores y para el desarrollo de nuestros proyectos, ya que como comentaba hace unos momentos, básicamente el financiamiento que nosotros recibimos para hacer investigación es financiamiento público, y en ese sentido es que tenemos un compromiso con la sociedad y la divulgación es uno de ellos. La divulgación es fundamental, también en el sentido de hacer accesible el conocimiento a la sociedad de tal manera que se perciba lo que hacemos los científicos y los investigadores y el beneficio social que ésta aporta. Por otro lado que existan revistas en una plataforma digital abre la posibilidad de que llegue a más gente, hoy con los nuevos recursos electrónicos que tenemos sería inconcebible no pensar hacer llegar la información de esta manera, con todos los medios que hay, vía las páginas web, Facebook o redes sociales en general, se puede hacer una distribución mucho más amplia de la investigación y de lo que se hace en nuestra Universidad, en el país y en el resto del mundo, de tal manera que es fundamental utilizar estas plataformas. 

Finalmente, aunque sabemos que, para lograr ser un científico, como es su caso, hay poco tiempo para disfrutar de lo cotidiano, este tiempo ¿A qué lo dedica, el tiempo libre como lo usa?

Si, quizá hay una percepción, y no es incorrecta en mi opinión, de que dedicarse a la investigación requiere mucho tiempo. Efectivamente hay que dedicarle mucho esfuerzo, mucho tiempo, y a veces se tiene que sacrificar algunas cosas, pero soy de la opinión que todo se puede lograr si nos organizamos. De tal manera que es posible dedicarle el tiempo necesario a la investigación, porque es lo que nos gusta, lo que nos apasiona, pero también es importante dar espacios para otros actividades que son fundamentales, particularmente la familia. Un elemento fundamental para mi es pasar tiempo con mi familia, tengo la fortuna de ser padre de familia y tener un hijo quien me abstrae y me distrae de esta actividad, que si requiere mucho tiempo, pero para mí es fundamental estar siempre con él. Disfruto mucho un hobbie que él tiene, que por ahí se dice que también es el mío, su afición por armar juguetes Lego, al que le dedicamos bastante tiempo y recursos, lo disfruto mucho. A veces le robo tiempo a la investigación también para leer algunos libros, no leo todo lo que quisiera, tengo por ahí algunas reservas importantes que espero en algún futuro poder lograr leer. Estas son dos de mis actividades primordiales, y la última pero no menos importante, es poder tener un espacio para el ejercicio físico, no lo hago con la frecuencia que quisiera, pero tengo por ahí unas aficiones que me gustaría retomar, como es la bicicleta de montaña y hacer algún otro tipo de ejercicio.