DRA. ESTHER GARCÍA GARIBAY

Escrito por Fernando Covián Mendoza y Roberto Carlos Martínez Trujillo

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Sus acciones en el área científica han transcurrido por los campos de la docencia, la investigación y la administración universitarias, y más recientemente usted se desempeña en un cargo directivo en la administración pública estatal en Michoacán, precisamente en el ámbito de la ciencia y la tecnología.

¿En esta trayectoria, cuáles han sido hasta ahora las situaciones que le han causado mayor satisfacción profesional?

Todo ha sido muy grato: fascinante, la oportunidad de realizar investigación científica en los campos de la Bioquímica y la Química Orgánica. La docencia, un reto que disfruto intensamente. Y participar en la administración me ha permitido conocer desde otra óptica los desafíos a enfrentar para lograr que existan condiciones adecuadas de trabajo para la investigación, y que sea mayor el aprecio general de la importancia del papel de la ciencia en el desarrollo social.

¿Cómo fue que decidió realizar una carrera científica?

No hubo un momento especial en que yo lo decidiera. Fue algo que se fue gestando desde mi primera infancia cuando mi papá, maestro de primaria, de gran vocación pero que no ejercía, nos conducía a mí y a mis hermanos los fines de semana en el campo explicándonos la naturaleza: las abejas, la polinización, los marsupiales (el tlacuache). ¡Era toda una lección de ciencia! Y al regreso, por la noche cuando hacía calor solía invitarnos al exterior de la casa y acostados boca arriba nos hacía notar en donde estaban Venus y las constelaciones que forman: “la osa mayor, orión y pegaso…”.

Esto fue quizás el primer empujón hacia mi vocación, y mucho más tarde en la licenciatura tuve un maestro que me ofreció arreglar, cuando todavía eso no existía formalmente, una “estancia de verano” para convivir en un laboratorio de Investigación Bioquímica en la Facultad de Medicina de la UNAM, donde trabajé en aquella época “con el misterioso colesterol”. Después de ello, ya no había duda, la ciencia era lo mío.

¿Qué se le ha dificultado mayormente durante el periodo de sus estudios superiores y de posgrado, y cómo lo resolvió?

Durante el posgrado lo más difícil, dado el tiempo en que lo realicé, fue lograr que fuera aceptado que se podía ser mujer, realizar estudios de posgrado y construir una familia, pues se creía que la mujer si tenía familia ya no sería productiva científicamente hablando. ¿Cómo lo resolví? Con empeño y dedicación; haciendo mi mejor esfuerzo.

¿Qué hace falta y cuáles serían los métodos para lograr que los jóvenes continúen sus estudios de posgrado y se interesen en realizar investigación científica?

Creo en que ese interés nace en los jóvenes del despertar de su curiosidad, de su capacidad de asombro y del querer saber más. Para propiciarlo, se debe motivar a los niños desde temprana edad y luego apoyar el compromiso de los estudiantes con su aprendizaje, para lo que hay que implementar, o en su caso reforzar, los programas encaminados hacia esos fines.

¿Dónde y cómo transcurre su tiempo libre? ¿Cuáles son sus aficiones no profesionales?

Mi tiempo libre generalmente lo paso en casa. Me gusta mucho leer y disfrutar la convivencia con mis hijos.

Al asumir como Directora General del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Michoacán, en marzo de este año, usted expresó su convencimiento de que la innovación es factor importante de desarrollo. ¿Cómo aplicarse a ello estudiantes, sociedad e instituciones?

Efectivamente, México y en particular Michoacán, para ser competitivos necesitan innovar. ¿Cómo aplicarse a ello? Es una cadena: se investiga y se aplica la investigación, en su caso innovando productos o procesos.

Ciertamente, una persona sola no lo puede hacer todo, se requiere de quienes conozcan de los productos y capacidades de la investigación científica, así como sepan de las necesidades de las empresas y de la sociedad, y de entrelazar esos conocimientos; o bien, gente con experiencia en qué se requiere y cómo comunicarlo al investigador de forma que a éste le permita buscar y encontrar soluciones.

Hay varias maneras para el logro de esta situación. Una es la captación de personas que muestren los perfiles que deben confluir. A la vez que se motive a los estudiantes a que en su desarrollo liberen su mente, permitan el despliegue de su creatividad y olviden paradigmas, que se le explique más ampliamente a la sociedad sobre el valor e importancia de la investigación científica, sobre su aplicación tecnológica y sobre la necesidad de innovar, así como sobre el deber de las instituciones de promover y facilitar esos procesos.

En su recorrido por la Universidad Michoacana, usted ha sido parte de los iniciadores de la Fundación Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, asociación civil en la que figura además como Directora ejecutiva. ¿Qué representa este organismo para la institución nicolaita?

La Fundación UMSNH representa un esfuerzo conjunto para lograr más apoyo económico y moral para la Universidad. Así, estamos buscando maneras de que le lleguen más recursos para el mejor cumplimiento de su alta misión, así como adicionalmente estamos procurando enlaces con personas e instancias que también le brinden apoyos morales y sociales.

¿Qué consejo da a los jóvenes universitarios?

Que hagan de la Universidad parte de su vida, que la lleven siempre en su corazón, que aprovechen la gran oportunidad que les ha dado al acogerlos en sus aulas. Esto debe representarles gran orgullo, de manera que cuando egresen le devuelvan un poco de lo que ella les otorgó, honrándola y apoyándola para que siga cumpliendo con su alta función: formar personas calificadas con compromiso social.

¿Cómo es la política en la investigación científica para nuestro país y qué se debe hacer para fomentarla?

Es muy interesante. Por una parte, ante el cambio de Gobierno a nivel federal se está planteando la necesidad de crear una Secretaría específica, lo cual resultaría en mayor presencia y posibilidades de impulso a la actividad científica en México.

Tenemos además los avances en competitividad a nivel mundial resultantes de que diferentes países han estado invirtiendo en la ciencia, la tecnología y la innovación, lo cual es la apuesta principal de sus políticas nacionales. Esto es lo que habrá que intensificar en México.

Todo ello es bueno, pero yo les recordaría que nunca se debe dejar en último término a la investigación básica, ya que si hacemos un análisis a fondo, nos damos cuenta que casi todo lo que nos da en la actualidad salud, bienestar y confort (desde medicamentos hasta celulares de última generación) proviene en su origen de lo que conocemos como Ciencia Básica, de hecho los países competitivos siguen invirtiendo en eso.

Por último, para el fomento a la investigación, a fondo y sustancialmente, se requiere formar a mayor número de investigadores en las diversas áreas del conocimiento, y luego otorgarles más apoyos e incentivos para realizar su función; así también propiciar de manera constante que desde temprana edad los niños comprendan la importancia de la ciencia y la disfruten en su aprendizaje, lo que nos conducirá a que seamos un país más competitivo con muchos y muy buenos científicos, tecnólogos e innovadores.

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