¿De mal humor? Es culpa de tu microbiota intestinal

Escrito por Cecilia Gabriela Vázquez-Cortés y Néstor Casillas-Vega

ENTÉRATE

¿De mal humor? Es culpa de tu microbiota intestinal

Cecilia Gabriela Vázquez-Cortés y Néstor Casillas-Vega
Año 14 / Número 79 / 2025
RECIBIDO: 03/07/2024; ACEPTADO: 05/11/2024; PUBLICADO: 14/02/2025

Resumen

En el intestino de nuestro cuerpo viven más de un millón de trillones (24 ceros después de la unidad, el 1) de microorganismos formando la microbiota intestinal, la cual es fundamental para preservar un buen ecosistema intestinal y tener un efecto beneficioso en la salud, sobre todo, la salud mental. Si la microbiota está alterada, puede provocar una serie de desórdenes neuropsicológicos como la depresión y desórdenes metabólicos como obesidad, síndrome del colon irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal. Esta microbiota intestinal puede ser reforzada con prebióticos, probióticos o simbióticos, así como de algunos alimentos fermentados. Siempre, consulta con un profesional de la salud antes de comenzar a consumir algún suplemento.

Palabras clave: Depresión, microbiota, probióticos.

Cecilia Gabriela Vázquez-Cortés
Química e Investigadora,
Departamento de Patología Clínica,
Hospital Universitario «Dr. José Eleuterio González»,
Universidad Autónoma de Nuevo León.
Monterrey, Nuevo León.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Néstor Casillas-Vega
Profesor e Investigador,
Departamento de Patología Clínica,
Hospital Universitario «Dr. José Eleuterio González»,
Universidad Autónoma de Nuevo León.
Monterrey, Nuevo León.
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La alimentación y la salud

La salud mental, citando a la Organización Mundial de la Salud, «es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés en la vida, desarrollar sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente». Al ser un término cotidiano que los humanos experimentamos día a día, debe ser considerado con importancia, ya que una variación de emociones puede ser crucial al realizar las actividades diarias.

En los últimos años, se ha observado una tendencia de la población a preocuparse por su bienestar emocional y existen algunas técnicas para mejorar el estado anímico, tales como el descanso de calidad, socializar, meditar, escuchar música positiva y hacer ejercicio, principalmente. Aunque estas técnicas ayudan a mejorar el estado de ánimo, existe un factor considerablemente más importante y fácil de controlar: la alimentación. El cuerpo humano actúa con una serie de reacciones que se desencadenan a nivel sistema, pasando por órganos, tejidos y, por último, por células. Dentro del cuerpo habitan de 10 a 100 veces más bacterias que células, por lo que es de esperarse que una parte de este sea controlada por ellas.

Tal vez hayas escuchado que en el cuerpo «todo está conectado», y es que existen numerosos estudios que demuestran la relación entre diversos sistemas. Tal es el caso del sistema digestivo, el cual está conformado desde la boca, garganta, esófago, estómago, intestino delgado y grueso, recto, hasta el ano, el cual tiene relación directa con el sistema nervioso, formando el eje intestino-cerebro.

 

Microbiota intestinal

En el intestino del cuerpo humano viven más de un cuatrillón de microorganismos, formando la «flora intestinal», un término que está en desuso debido a que se sustituyó por microbiota intestinal, considerando que las bacterias que formaban parte no solo estaban formadas por comensales, sino también por todo un complejo de microorganismos vivos con adjudicaciones importantes. Gracias a la biología molecular, actualmente se ha podido determinar que la microbiota intestinal está constituida por más de 35 000 especies, entre las que destacan Firmicutes, Bacteroidetes, Actinobacterias y Protobacterias. También está constituida por hongos en un 1 %.

Estas divisiones pueden cambiar de cantidad debido a distintas enfermedades. La microbiota intestinal es fundamental para preservar un buen ecosistema intestinal y tener un efecto beneficioso en la salud. El número y especies de microorganismos están influenciados por la genética, edad, género, dieta y estilo de vida. Los productos de la microbiota intestinal, tales como ácidos grasos de cadena corta, entre otros, son los responsables de mandar señales al sistema nervioso central y desencadenan que el sistema inmunológico se altere para «bien» o para «mal».

 

Eje intestino-cerebro

La microbiota intestinal alterada provoca una serie de desórdenes neuropsicológicos que incluyen a la depresión y el desorden del espectro autista, así como desórdenes metabólicos como la obesidad, síndrome del colon irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal. Existen diversos estudios en los cuales destacan la importancia de consumir productos que contengan probióticos; tal es el caso de un estudio reciente donde voluntarias saludables consumieron leche fermentada con probióticos (Bifidobacterium animalis subsp. lactis, Streptococcus termophilus, Lactobacillus bulgaricus y Lactococcus lactis) durante cuatro semanas y los resultados mostraron una clara relación entre los probióticos consumidos y la actividad emocional de las voluntarias, así como efectos beneficiosos en la ansiedad y depresión, además de reducidos niveles de cortisol, es decir, la hormona del estrés.

 

Otros beneficios de la microbiota intestinal regulada

Además de los beneficios que los probióticos otorgan en cuanto a efectos positivos psiconeurológicos, pueden ayudar a mejorar la absorción de la lactosa, es decir, disminuir la intolerancia a la lactosa y sus síntomas (diarrea, flatulencia, dolor abdominal o fiebre) después de consumir leche. También ayudan a crear una barrera gastroprotectora en contra de Helicobacter pylori, bacteria a la que se atribuye la gastritis aguda y úlcera péptica, así como a la prevención de reacciones alérgicas.

Prebióticos, probióticos y simbióticos

La microbiota intestinal puede ser reforzada con prebióticos, probióticos o simbióticos. Los prebióticos son los alimentos que sirven como «comida» para las bacterias buenas que se obtienen a partir de los ingredientes de la dieta, los cuales regulan selectivamente el crecimiento y actividad de un número limitado de géneros de bacterias de la microbiota intestinal. A diferencia de los prebióticos, los probióticos son los microorganismos vivos, ingeridos directamente en cantidades adecuadas, ya sea en alimentos funcionales o en suplementos. Estos microorganismos acidifican el intestino, lo cual no permite el desarrollo de patógenos que pudieran alterar la microbiota intestinal.

Por último, los simbióticos son suplementos que combinan prebióticos y probióticos en una sola fórmula, ya que contienen los nutrientes necesarios para que sobrevivan los microorganismos que conforman la microbiota intestinal. Esta combinación es especialmente beneficiosa para las personas que buscan bajar de peso y llevan una dieta baja en carbohidratos, alta en proteína y grasas, porque esto provoca cambios importantes en la microbiota intestinal y es recomendable regularla con alguno de estos suplementos y/o alimentos.

 

¿Qué alimentos puedo consumir para mejorar mi estado de ánimo?

Los alimentos que son beneficiosos para mejorar la salud de la microbiota intestinal, y que debes incluir en la dieta diaria para influir en el estado de ánimo, deben ser ricos en probióticos, como el yogur natural (producto lácteo fermentado obtenido a partir de la leche de vaca), kéfir (bebida fermentada, ligeramente efervescente con sabor levemente ácido que se produce a través de la fermentación de la leche con gránulos de kéfir, que son una combinación de bacterias lácticas y levaduras), kombucha (bebida fermentada elaborada a partir del té endulzado), chucrut (repollo finamente picado mezclado con sal que se utiliza como guarnición en diversos platillos), pepinillos encurtidos, pan de masa madre, entre otros. Los prebióticos están presentes en los granos integrales, plátanos, hortalizas de hoja verde, cebolla, ajo y soya, principalmente.

En el mercado existen productos a base de leche fermentada que utilizan solo un tipo de microorganismo (Lactobacillus casei Shirota) y que puedes encontrar en cualquier supermercado, prometiendo que los microorganismos llegarán vivos al intestino y que «mejorará» la microbiota intestinal; sin embargo, al desplegar la lista de los ingredientes, podemos observar que contiene exceso de azúcares y calorías, lo cual puede retirar la acción beneficiosa de dicho producto.

Entonces, como conclusión, la mejor recomendación es adoptar una alimentación rica en prebióticos y probióticos, además de suplementos con diversos géneros o especies de microorganismos que están disponibles en farmacias para ayudar a restaurar y fortalecer la microbiota intestinal. Los suplementos también pueden ser útiles después de un tratamiento con antibióticos o algún desequilibrio digestivo. Esto, aunado con un descanso adecuado, conexiones sociales y pasar tiempo haciendo actividades que te gustan, mantendrán un equilibrio para mejorar y mantener un buen estado anímico.

Consultar con un profesional de la salud antes de comenzar a consumir algún suplemento es de suma importancia, ya que podría ayudarte a determinar cuál es el más beneficioso según tus necesidades individuales y estado de salud.

Ke S., Guimond A.J., Tworoger S.S., Huang T., Chan A.T., Liu Y.Y. y Kubzansky L.D. (2023). Gut feelings: associations of emotions and emotion regulation with the gut microbiome in women. Psychological Medicine, 53(15), 7151-7160. https://doi.org/10.1017/S0033291723000612

 

Oberto M.G. y Defagó M.D. (2022). Implicancia de la dieta en la composición y variabilidad de la microbiota intestinal: Sus efectos en la obesidad y ansiedad. Pinelatinoamericana, 2(2), 137-152. https://revistas.unc.edu.ar/index.php/pinelatam/article/view/38373

 

Olagnero G., Abad A., Bendersky S., Genevois C., Granzella L. y Montonati M.L. (2007). Alimentos funcionales: fibra, prebióticos, probióticos y simbióticos. Diaeta, 25(121), 20-33. https://www.researchgate.net/publication/274072309_Alimentos_funcionales_fibra_prebioticos_probioticos_y_simbioticos_Functional_foods_Fiber_Prebiotics_Probiotics_and_Simbiotics