José Alfredo González-Ortiz. La música es el arte de combinar sonidos en una secuencia donde se considera la armonía, la melodía y el ritmo que, en conjunto, generan un efecto expresivo y estético que resulta agradable para el oído, tanto es así, que la música ha acompañado al ser humano desde el comienzo de su existencia, formando parte de su cultura en cada sociedad y época a lo largo de la historia. Los sonidos emitidos por algún factor externo al organismo humano viajan a través del ambiente en forma de ondas hasta ser captadas por el pabellón auditivo que la redirige hacia el oído medio e interno donde, gracias a los órganos que los conforman (tímpano, martillo, yunque, canales semicirculares y cóclea), son traducidas y transmitidas hacia el nervio auditivo que envía la señal al cerebro donde es interpretada, ya sea como sonidos agradables o desagradables. Una vez que el cerebro codifica los sonidos agradables como buena música, inician los cambios en el cuerpo humano, siendo el sistema cardiovascular, endocrino, inmunológico y nervioso, los principales beneficiados. A nivel cardiovascular, la música provoca un aumento en la producción de óxido nítrico, sustancia producida por las células endoteliales que rodean a los vasos sanguíneos, dicha sustancia actúa como relajante muscular, lo que produce vasodilatación, reduciendo la presión arterial y la frecuencia cardiaca, lo que a su vez mejora el flujo sanguíneo, produciendo un efecto relajante. En cuanto al sistema endocrino, promueve la síntesis de hormonas como la dopamina, serotonina y endorfinas, mismas que son consideradas «hormonas de la felicidad». Por otro lado, puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, la que es denominada «hormona del estrés». De este modo, se produce un efecto de bienestar emocional. El sistema inmune se encuentra estrechamente relacionado con el bienestar emocional, por lo que al escuchar música que produce tal efecto, al mismo tiempo, se está modulando la actividad inmune, aumentando la concentración de inmunoglobulinas (anticuerpos), leucocitos y otras células de defensa, mejorando la respuesta inmune cuando agentes patógenos invaden al organismo. Finalmente, a nivel neurológico, se estimula el hemisferio izquierdo —aumentando la actividad del mismo—, encargado de procesos cognitivos como el aprendizaje del lenguaje, las matemáticas y el uso de la lógica; asimismo, favorece la liberación de neurotransmisores como la dopamina y noradrenalina, las cuales están relacionados con el aprendizaje y la memoria. Existen diversos estudios científicos que describen cada uno de los efectos positivos que produce la música en el organismo de los seres humanos. https://www.freepik.com/free-photo/transparent-cassette-tape-connected-with-headphone-around-red-heart_2982663.htm#-query=m%C3%BAsica%20y%20salud&position=15&from_view=search&track=ais&uuid=d0b5560f-974d-44a4-9f03-b2c83b54c863 El escuchar música produce un sinfín de efectos positivos para la salud y, con base en lo antes mencionado, resulta lógico deducir algunos de ellos. Escuchar música mejora la capacidad de procesamiento del lenguaje y la memoria; ayuda en los mecanismos del sueño, mejorando la calidad y duración de este; puede coadyuvar en el tratamiento de la hipertensión arterial sistémica, al reducir los niveles de presión arterial; asimismo, al reducir niveles estrés y producir un efecto de bienestar, se puede utilizar para mejorar la sintomatología en enfermedades mentales, como la depresión y ansiedad. Cuando se descubrieron los efectos que produce la música, se desató una ola de investigaciones para descubrir qué otros beneficios podría tener para la salud. En un estudio con pacientes que serían sometidos a una cirugía, el grupo que escuchó música experimentó menos dolor y ansiedad que el grupo que no lo hizo. Otro estudio, donde se incluyó a pacientes con enfermedad de Alzheimer, demostró que la música puede ayudar a recordar mejor los momentos autobiográficos. Asimismo, en pacientes que habían sufrido un derrame cerebral, se encontró que la música ayudó a mejorar la recuperación en el habla y en la función motora. Algo similar se demostró en un ensayo clínico, donde se observó que la música puede ayudar en la rehabilitación del cerebro después de una lesión cerebral, mejorando la cognición, el habla y la memoria. Incluso, se ha demostrado que la música reduce las náuseas y los vómitos en pacientes oncológicos que son sometidos a quimioterapia. Y, por si fuera poco, se ha demostrado que escuchar música mejora la productividad laboral. https://pixabay.com/es/illustrations/adolescente-el-rebelde-ciudad-6171076/ La aplicación de la música como instrumento para el cuidado de la salud se denomina musicoterapia. Esta rama de la ciencia comenzó a organizarse a comienzos de este siglo, lo que explica el poco conocimiento que se tiene al respecto en el personal de salud y, más aún, en la población general. A pesar de que la musicoterapia no busca ser un sustituto o una alternativa a los tratamientos ya establecidos contra las enfermedades, se debería promover la introducción de esta forma de terapia en el tratamiento de enfermedades particulares en las que se ha demostrado su eficacia, no como alternativa de tratamiento, sino como coadyuvante. Incluso, podría promoverse como una forma más para el cuidado de la salud y la prevención de enfermedades. La musicoterapia es una disciplina aún joven. Falta mucho por descubrir, por ejemplo, otros efectos de la música en la salud, las enfermedades en las que puede utilizarse como tratamiento y las enfermedades que en las que puede actuar como factor protector. En prospectiva, la música como terapia aún tiene que desarrollarse, por lo que no se puede descartar un escenario futurista donde los hospitales cuenten, al igual que los supermercados, con música ambiental en sus áreas críticas con el fin de ayudar en la mejoría de las patologías de los pacientes.
Gil-Antorveza I. (2002). Está de moda la musicoterapia. Revista de la Universidad de La Salle, (34), 113-126. https://ciencia.lasalle.edu.co/ruls/vol2002/iss34/11/
Médico-Pasante de Servicio Social,
Facultad de Medicina,
Universidad Autónoma del Estado de Morelos
y Técnico en Laboratorio Clínico
por el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios núm. 56.
Morelos, México.
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Verónica Alejandra Godínez-Diaz.
Médico-Pasante de Servicio Social,
Facultad de Medicina,
Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Morelos, México.
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Sin embargo, la música va más allá de ser una expresión de arte, ya que también puede ser una forma de terapia. Escuchar música produce una gran variedad de efectos positivos en el organismo, provocando una sensación de bienestar y placer.Pero, ¿cómo actúa un conjunto de sonidos en el organismo humano para producir efectos de bienestar y hasta terapéuticos?
¿Cuáles son los principales efectos positivos para la salud cuando se escucha música?
Musicoterapia: una terapia musical para la salud
Martínez-Pizarro S. (2021). Beneficios de la musicoterapia en pacientes críticos. Enfermería Intensiva, 32, 54-55. https://doi.org/10.1016/j.enfi.2019.12.004
Miranda M.C., Hazard S.O. y Miranda P.V. (2017). La música como una herramienta terapéutica en medicina. Revista Chilena de Neuro-Psiquiatría, 55(4), 266-277. http://dx.doi.org/10.4067/s0717-92272017000400266