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Imagina que estás en una zona desértica donde no ha llovido durante seis meses y lo único que hay alrededor son matorrales secos. De repente llega una nubecilla que deja caer un poco de agua por unos minutos y cuando termina de llover, los matorrales secos se abren llenos de vida y con un brillante color verde. Sin duda sería como la escena de una película infantil o de ciencia ficción. Pero, ¡sí! En realidad, hay plantas secas que aparentan estar muertas y con solo un poco de agua reverdecen como si resucitaran.
Entonces ¿hay plantas que resucitan?
Aunque parece algo irreal sí existen, y no solo una, hay más de cien plantas a las que se les denomina «plantas de la resurrección» las que, al no tener la suficiente agua disponible, aparentan estar muertas por hasta más de tres meses, e incluso algunas hasta años, para después «resucitar» cuando absorben agua. En este artículo te describiré dos de las plantas más conocidas de este tipo. Aunque ambas son llamadas Rosa de Jericó, son muy diferentes entre sí, una es Anastatica hierochuntica de la familia Brassicaceae a la que pertenecen las coles; es originaria de los desiertos de Arabia, del Sahara y de las inmediaciones del mar Rojo y también habita en Palestina y Egipto, podríamos decir que es la verdadera Rosa de Jericó. La otra es Selaginella lepidophylla, de la familia Selaginellaceae, muy distante de las brasicáceas y más cercana a los helechos; es oriunda del desierto de Chihuahua donde habita en ambientes desérticos o secos no solo de esa región, ya que también podemos encontrarla en diversos estados del norte y centro de México; su nombre correcto común es doradilla.
Pero, ¿por qué resucitan?, o mejor dicho, ¿por qué no se mueren al no tener disponibilidad de agua? Bien, la respuesta está en un grupo de sustancias que se han denominado disolventes eutécticos profundos naturales (NADES, por sus siglas en inglés), que son moléculas protectoras como azúcares (trehalosa, entre otros) y algunas de tipo proteico. De hecho, estas plantas no son como algunos cactus y otras que resisten o toleran largos períodos de sequía, las de la resurrección toleran la desecación, no la resisten ni la evitan, sino que la sobreviven.
Aunque se sabe poco del proceso de perder agua, sobrevivir y resucitar, se ha reportado que en este tipo de plantas, al no tener disponibilidad de agua, sus raíces envían mensajes a las hojas, las cuales cierran sus poros o estomas; si la sequía persiste, estas se secan mientras se doblan o rizan cuidadosamente, pierden su color verde y se vuelven marrones, de ahí la forma y color que adquieren cuando están «muertas», aunque realmente estén secas o deshidratadas. Otras especies, acumulan un pigmento púrpura llamado antocianina, el cual actúa como protector solar. Estas medidas son importantes para reducir los efectos dañinos de la luz solar.
Pero, ¿qué son los NADES?
Son un grupos de sustancias que actúan como disolventes no tan comunes como lo sería el agua y que se forman a partir de dos (o más) compuestos que en situación normal serían sólidos, o uno sólido y el otro líquido, pero que en la combinación precisa de uno con el otro, se comportan como si fueran un solo compuesto, el cual se encuentra en estado líquido. En química es lo que se llama una mezcla eutéctica, recalcando que, si hay mayor presencia de uno de los compuestos, la mezcla eutéctica no se logra.
Ya sabemos entonces que se llaman disolventes eutécticos porque se trata de una mezcla precisa de dos compuestos que funcionan como un disolvente y, en este caso, se les nombra profundos, porque el punto de fusión (donde se cambia de estado sólido a líquido) es más bajo que el de los componentes originales de la mezcla eutéctica. Por ejemplo, si tenemos los compuestos A y B, A podría tener su punto de fusión en 200 ºC y B a 150 ºC, pero la mezcla eutéctica presentaría un punto de fusión de 50 ºC, 20 ºC, o incluso menos. Cuando los encontramos en las plantas se les denomina naturales, mientras que cuando no son de origen natural, simplemente se les llama disolventes eutécticos profundos (DES).
En el caso de los NADES, están compuestos por azúcares, ácidos grasos y otros compuestos producidos por las plantas. Un ejemplo de NADES producido por otros organismos, es la deliciosa miel, una mezcla eutéctica compleja y de origen natural de la cual, si separamos cada uno de los compuestos que la forman, la mayoría estaría en forma de sólidos.
Los NADES y la resurrección de la plantas
El agua es el líquido vital de los organismos vivos, los que no pueden vivir en ausencia de esta. Pero, en las plantas de la resurrección, los NADES son los protagonistas para que estas «no mueran» en su ausencia, ya que cuando están presentes en las células de estas plantas, aún pueden llevar a cabo funciones metabólicas vitales. Estas plantas producen NADES para sobrevivir en un estado en el cual se minimizan sus funciones metabólicas y cuando hay disponibilidad de agua, las plantas resucitan o salen del letargo en el que se encontraban.
El estudio de los disolventes eutécticos profundos, ya sean naturales o no, es muy reciente comparado con otras áreas de estudio, ya que los primeros trabajos reportados son de 2001. Pero se ha observado que pueden ser muy importantes no solo en organismos vivos, sino en investigaciones encaminadas a desarrollar químicos disolventes menos tóxicos.
Ahora, cuando veas una de estas plantas de la resurrección, sabrás que resucitan al ponerlas en contacto con el agua, gracias a los NADES.
Luis Humberto Delgado-Rangel.
Estudiante del Programa de Doctorado en Ciencias Químicas, Instituto de Investigaciones Químico Biológicas,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
luis.humberto.delgado.rangel@gmail