Aunque desde hace más de 75 años se realizan investigaciones encaminadas al diseño de un buen, óptimo y funcional corazón artificial, que funcione en humanos a largo plazo y no como los actuales que se implantan generalmente como dispositivos temporales para pacientes que esperan un trasplante de corazón. CARMAT, una empresa francesa por más de 25 años ha trabajado en el diseño del corazón artificial más avanzado del mundo y recientemente, anunció que éste podrá ser comercializado en este año. Después de varias pruebas con dispositivos implantados en el 2020, la compañía europea afirma que puede ser implantable en diversos casos de insuficiencia cardiaca terminal, ya que está estructurado con sensores y elementos hidráulicos que imitan el flujo de la sangre en humanos y en tejidos animales, puede ajustar el flujo de sangre dependiendo de la demanda de éste y además presenta una reducción en la formación de coágulos, uno de los principales problemas que presentan los diversos prototipos de corazones artificiales. Está diseñado con 4 válvulas, 2 ventrículos, 2 microbombas, conectado a una bolas externa que contiene el fluido encargado de accionar el dispositivo y un cable percutáneo que lo conecta a los componentes externos. Aunque su peso (900 g) es mayor al corazón humano, funciona con baterías de iones de litio, pero a diferencias de otros, su mecanismo es silencioso. Su funcionamiento está garantizado en forma continua por cerca de 5 años.