En una investigación conjunta de la UMSNH, el INAH, la BUAP y el Museo de Paleontología Eliseo Palacios Aguilera de Chiapas, un equipo de paleontólogos dio a conocer el fósil de megafauna más reciente del país, al menos hasta la fecha. El espécimen consta de la calvaria de un bisonte macho adulto con ambos cuernos y parte de las órbitas. Este ejemplar se encuentra alojado en la colección paleontológica del Centro Regional INAH Puebla. Mediante la técnica de fechamiento por radiocabono fue posible obtener una edad de 7,151 ±70 años antes del Presente (9,101 a. E. C.) para dicho cráneo. Esto significa que vivió durante el Holoceno medio (6,531 años antes de que se iniciara la construcción de la pirámide de Keops y 10,426 años antes de la fundación de Tenochtitlán), mucho tiempo después de la extinción de la megafauna de finales del Pleistoceno (11,700 años antes del Presente). Para esta edad, los seres humanos ya habían ingresado a América y habitaban en lo que hoy es territorio nacional, habiendo iniciado la domesticación del maíz y otras plantas como el aguacate. El sitio donde fue descubierto el fósil es conocido como Valsequillo y se encuentra ubicado al sureste de la Ciudad de Puebla. En esta localidad se ha encontrado evidencia de ocupación humana, posiblemente precerámica.
El bisonte descubierto pertenece a la especie Bison antiquus, conocida como “bisonte antiguo”. Los datos de ADN antiguo indican que esta especie dio origen al bisonte americano actual (Bison bison) mediante una forma transicional de cuernos cortos llamada “bisonte occidental”, en lo que hoy es el sur de Canadá, entre hace 4,000 y 5,000 años antes del Presente. El ejemplar de Valsequillo no corresponde a esta morfología transicional, sin embargo, su presencia en el centro del País sugiere que estos bisontes, gracias a su plasticidad alimenticia pudieron sobrevivir a la crisis ambiental del fin del Pleistoceno que puso fin al resto de la megafauna, que incluye mamuts, mastodontes, perezosos gigantes, félidos dientes de sable y más criaturas, entre las que se encuentran otros bóvidos nativos de México, hoy extintos, de los que si quieres saber más, puedes consultar el artículo “Bóvidos, cornudos extintos de México”, en este mismo número.
Roberto Díaz Sibaja
Colaborador del Laboratorio de Paleontología de la Facultad de Biología, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
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