Ante la pandemia por COVID-19, México y muchos otros países se enfrentaron a la falta de respiradores artificiales, esenciales para mantener la vida de enfermos infectados por el coronavirus SARS-COV2. Lo anterior ha llevado al desarrollo de prototipos de respiradores artificiales, seguros y de bajo costo, por lo que investigadores nicolaitas de la Facultad e Instituto de Física y Matemáticas, del Instituto de Investigaciones en Metalurgia y Materiales, de la Facultad de Ingeniería Eléctrica y de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, conformaron un equipo por físicos experimentales, ingenieros electrónicos con especialidad en control e instrumentación, ingenieros mecánicos especialistas en diseño y manufactura, arquitectos con especialidad en diseño y especialistas en materiales, para el diseño y construcción de un prototipo confiable y de bajo costo. Una vez que este prototipo de respirador artificial, fue validado por expertos en inhaloterapia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el rector Dr. Raúl Cárdenas Navarro realizó la entrega a la Delegación del IMSS en Michoacán, para atender a pacientes de COVID-19. Una de las principales características de este respirador, es que se fabrica en corto tiempo y con materiales de fácil acceso, además de que cumple con las necesidades requeridas para un ventilador de emergencia como son portabilidad, confiabilidad y autonomía. Este respirador cuenta con controles de las variables básicas requeridas como frecuencia, volumen, mezcla de oxígeno, presión y flujo, manteniendo valores de saturación de oxígeno en la sangre entre el 97 y 100%. Es el primero en el país en su tipo que se entrega a una institución de salud como el IMSS, ya que cumple con los requerimientos y lineamientos establecidos por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), para su uso y comercialización.