Debido a que ninguna prueba o ensayo de laboratorio puede identificar todos los organismos que nos provocan una infección, y a menudo las que funcionan para uno, no son eficientes para otro, los encargados de hacer la prueba para confirmar el organismo infeccioso que se considera como el más probable que está causando los síntomas de la enfermedad, deben de realizar varias pruebas diferentes. Se realizan en un orden concreto para descartar y hasta llegar a la confirmación. Las hay desde muy sencillas como tinciones específicas y examinación al microscopio o hacer cultivos en medios específicos, hasta las que usan la detección de anticuerpos del enfermo o antígenos de un organismo en específico o la detección de material genético (como ADN o ARN) del organismo infeccioso. Pero, cuando se trata de detectar un agente infeccioso de manera rápida y precisa, el protocolo puede ser diferente, por ejemplo, hacer una exploración y preguntas que lleven a sospechar en uno en particular, para hacer un diagnóstico rápido y seguro, realizando una sola prueba, ya sea por la premura para dar un tratamiento eficaz o por lo costoso de la prueba. Para la prueba diagnóstica de la enfermedad Covid-19, se están utilizando tres ensayos: una consiste en la técnica de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, por sus siglas en inglés), que consiste en extraer una muestra del fondo de la nariz, de la boca o de la garganta del paciente, con la que se detecta la presencia del material genético del virus. Aunque es un procedimiento común, debe de realizarse en laboratorios equipados con equipo especializado, tarda varias horas y ofrece resultados fiables. Las otras pruebas son ensayos rápidos, portátiles, menos costosas, que ofrecen resultados en pocos minutos, con fines de aumentar la capacidad de diagnóstico. La prueba de antígeno detecta si un paciente alberga el virus, mientras que los ensayos de anticuerpos detectan si el paciente ha generado defensas inmunes contra el virus. Esta última prueba no detecta el virus, sino la respuesta del sistema inmune a la infección vírica, por lo que solo diagnostica después de varios días después de la infección. Es muy útil ya que es indicativa de si una persona ha superado la enfermedad.