A inicios de este año, un contenedor sellado con semillas de algodón, colza, papa y arabidopsis, así como huevos de mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) y algunas levaduras, fue enviado a la Luna por el Programa de Exploración Lunar Chang’e-4 de China, diseñado para crear el primer micro-ecosistema en algún lugar de nuestro satélite, por el científico Xie Gengxin, diseñador y decano de este experimento en el Instituto de Tecnología Avanzada de la Universidad de Chongqing en China.
El experimento fue ideado para formar una mini biósfera simple, en la que pudiera observarse la germinación de estas semillas, así como la eclosión de las moscas y el desarrollo de las levaduras. En esta mini biósfera, las plantas que germinaran generarían oxígeno y alimento para el desarrollo de las moscas de Drosophila melanogasters y la levadura, los que, al descomponer partes de las plantas, generarían dióxido de carbono, útil para la fotosíntesis de las plantas.
Este experimento compuesto por productores, consumidores y descomponedores, realmente no funcionó, los encargados del experimento comentaron que germinaron semillas de algodón, las que después murieron. Aunque el contenedor tenía las condiciones de mantener la temperatura óptima, el sistema se apagó para ahorrar energía. La temperatura durante la noche de dos semanas en la Luna puede ser tan fría como -170 grados Celsius, bajo la cual los brotes de algodón no tenían ninguna posibilidad de supervivencia.
Desde el contenedor se enviaron fotografías a la Tierra, mostrando la germinación de al menos una semilla, que no llevó al desarrollo de la planta, muriendo por las condiciones tan bajas de temperatura. Aunque este experimento pareciera un fracaso, el haber obtenido los datos de la germinación de esa semilla, es de un alto valor científico.
Las semillas restantes y los huevos de mosca de la fruta llevados a la Luna, no son viables después de dos semanas de privación de la luz y temperaturas de congelación. Según la Administración Nacional del Espacio, se descompondrán y permanecerán selladas para evitar contaminar la superficie lunar.