Hace apenas unos meses las noticias y redes sociales se volcaron en difundir que el último rinoceronte blanco macho del norte se extinguió, al morir el único individuo macho, ya que aún existen dos hembras en cautiverio de esta subespecie de rinoceronte (Ceratotherium simum cottoni).
La existencia de estas hembras ha ofrecido otra oportunidad para este rinoceronte blanco, ya que científicos del Instituto para la Investigación de la Conservación del Zoológico de San Diego, espera revivir esta subespecie, haciendo uso de las técnicas modernas del cultivo de células y la biología molecular para restablecer una población viable de este tipo de rinocerontes.
El 24 de mayo del presente año, el grupo de investigadores liderados por el Dr. Tate Tunstall publicó en la revista “Genome Research” (https://genome.cshlp.org/content/28/6/780.full.pdf+html), los avances de su trabajo cuyo principal objetivo es demostrar el potencial del material genético almacenado a temperaturas ultra bajas (crioconservación) para reproducir clonalmente al rinoceronte blanco. Ellos han analizado el genoma de este animal, secuenciado a partir de células somáticas (fibroblastos) crioconservadas, encontrando una alta posibilidad para ser utilizado con el material genético de las hembras rinocerontes que aún viven e incluso con los rinocerontes blancos del sur, una subespecie abundante (Ceratotherium simum simum).
Desde hace unos treinta años, en el Zoológico de San Diego se mantienen doce líneas celulares de fibroblastos de ocho individuos de rinocerontes blancos del norte, las cuales seguirán analizándose para salvarlo de la extinción definitiva.