El reverdecer de los hielos

Escrito por Ek del Val de Gortari

 

Los seres humanos tenemos una particular afición por el verde, consideramos que todos los ecosistemas y todos los sitios a donde vamos deberían ser verdes, sin embargo, nuestro biodiverso planeta Tierra dista mucho de serlo. En épocas recientes hemos transformado todo de tal manera que lugares que antes eran “cafés” es decir los desiertos, los matorrales y en general las zonas áridas y semiáridas, hoy en día parecen verdes. Lo cual implica que los humanos hemos invertido muchísima agua y energía para que esto ocurra.

Con el cambio climático además de estas zonas modificadas en las regiones áridas, los hielos perpetuos del Ártico y la Antártida se están volviendo también verdes. Esta noticia podría parecer buena, es decir, que una porción más grande de la Tierra está haciendo fotosíntesis y por lo tanto, se está generando más oxígeno y podríamos producir alimentos en un mayor fragmento del territorio. A pesar de que esto si es verdad, también lleva consigo modificaciones importantes en los procesos ecosistémicos y en los ciclos biogeoquímicos que ocurren en los polos, se derriten los polos y por lo tanto hay más agua disponible y se liberan todos los minerales que estaban albergados en el hielo.

Otro efecto inesperado del reverdecer del ártico que se ha observado recientemente, es que las poblaciones de grandes herbívoros nativos como los Caribús, se han visto disminuidas. Al parecer las plantas nuevas que están colonizando estos sitios no son del agrado de los herbívoros. ¿Cómo puede ser esto?, resulta que las nuevas especies colonizadoras son arbustos que tienen defensas en contra de los herbívoros, éstas no son apetitosas para ellos puesto que sus hojas presentan compuestos tóxicos, de tal manera que una vez que llegan los arbustos pueden crecer sin límites porque nadie las regula, mientras que las otras plantas que normalmente se encontraban ahí (hierbas, musgos y pastos) al ser preferidas por los grandes herbívoros, no crecen mucho. Entonces lo que podría parecer benéfico para estos animales en realidad es todo lo contrario. En un artículo aparecido en la revista Science Advances recientemente se documentan estas fluctuaciones poblacionales de los caribús en once poblaciones independientes que habitan en diferentes lugares del Ártico, entre Alaska, Canadá y Noruega; en todos los sitios estudiados el número de caribús va a la baja y el índice de verdor ha aumentado. Por ello, los autores concluyen que el verde no siempre es vida.  

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2017. Fauchald, T. Park, H. Tømmervik, R. Myneni, V. H. Hausner. 2017. Arctic greening from

warming promotes declines in caribou populations. Science Advances 3, e1601365.

DOI: 10.1126/sciadv.1601365