Los adelantos en el mundo de la medicina y la ciencia avanzan a pasos agigantados. Esta vez, un conjunto de especialistas rusos han asegurado que el primer órgano humano podría ser impreso en 3D a mediados de marzo del año 2015.
Varios grupos de científicos en el mundo, aseguran que en breve tiempo podrán crear piel, órganos, huesos y articulaciones mediante la impresión 3D, ya que realizan investigaciones científicas para la creación de una nueva generación de bio impresoras 3D, la cual deberá construir capas delgadas de biomateriales para formar piezas hechas a medida.
Actualmente hay dos técnicas para imprimir órganos. La más desarrollada es la que fabrica estructuras hechas con polímeros biocompatibles con el cuerpo humano. Éstas se recubren de células en un biorreactor y de ahí salen tejidos y órganos. La segunda, y más compleja, consiste en imprimir los órganos capa a capa, con una sujeción llamada biopapel. Ambos sostenes se degradan para no dar problemas en el interior del cuerpo humano. Los cartuchos que utilizan este tipo de impresoras son células fabricadas en el laboratorio.
Desde hace 3 años se han desarrollado pequeñas masas de tejido para los implantes, pero se está dando el siguiente paso y hacerlos funcionales. Los materiales empleados para estas impresiones tridimensionales estarán compuestos de células madre, proteínas que ayudan a estas células a desarrollarse y una sustancia sintética similar al colágeno.
En el laboratorio 3D Bioprinting Solutions de Rusia, se trabaja en la impresión 3D del primer órgano, la glándula tiroides, que demostrará el éxito al implantarse en un organismo vivo. También hay avances en intentar imprimir órganos más vitales como el hígado o un riñón.
La empresa que lleva la delantera en los órganos en 3D es la estadounidense Organovo, que ya ha llegado a acuerdos con farmacéuticas para probar tejido de hígado en ensayos clínicos de forma experimental. El padre del concepto 3D es el cirujano Anthony Atala, en cuyo laboratorio del Instituto Wake Forest de Medicina Regenerativa ya se han creado tejidos y órganos completos.
A nivel de investigación, ya se han implantado una traquea de impresión 3D en Europa y una vejiga en EEUU, sin embargo se prevé que estos avances serán aplicados en cinco años, pero de manera más cotidiana en los próximos 25.
La posibilidad de que en un futuro -no muy lejano- sean pocas las estadísticas sobre discapacidades humanas porque exista la bioimpresión en 3D, es una realidad claramente tangible.