PERSPECTIVA DE GÉNERO UN TEMA QUE NOS CONCIERNE A TODOS/AS

Escrito por Morelia Peña Belmonte

En las últimas décadas ha cobrado gran interés el tema de equidad de género, sin embargo no existe mucha claridad en cuanto a qué es el género y la equidad, y se confunden frecuentemente las palabras sexo y género, por lo tanto no se logran los avances deseados en la cotidianidad.

Así que habrá que decir primero, que la palabra sexo, se refiere a las características biológicas diferenciales que existen entre mujeres y hombres. Por ejemplo la genitalidad.

Por otra parte el género, define al conjunto de ideas, creencias, representaciones y atribuciones sociales construidas en cada cultura, tomando como base la diferencia sexual.

La influencia del Sistema Sexo-Género, históricamente ha generado situaciones de discriminación y desigualdad, asociando a las mujeres al ámbito privado, mientras que a los hombres se les asocia al espacio público, esto se debe a la asignación de roles de género, entendiendo a estos, como el conjunto de normas, costumbres, leyes y tradiciones que la sociedad y la cultura imponen al comportamiento de hombres y mujeres.

Existen dos asignaciones una del orden productivo y otra del reproductivo; el productivo se centra en el desarrollo de actividades del ámbito público que generan ingresos, reconocimiento, poder y autoridad y que generalmente se otorga a los hombres.

Y el reproductivo, que es el relacionado con actividades que garantizan el bienestar y la sobrevivencia familiar como la crianza, educación, alimentación, éste último generalmente no cuenta con reconocimiento, ni ingresos, el cual generalmente es asumido por las mujeres.

Sin embargo, cuando vemos a una mujer o a un hombre jugando roles que generalmente le son asignados a su opuesto, formamos juicios discriminatorios, cabe decir que la palabra “DISCRIMINACIÓN”, según el diccionario etimológico de la lengua española, editado por el Fondo de Cultura Económica significa separar, distinguir. Proviene del vocablo latín “DISCRIMINATIO”, derivada del verbo “DISCRIMINARE” (distinguir). Se compone del prefijo “dis”, marcando la separación de la raíz “crimin”. En latín “crimen” significaba “acusación” o “cargo”.

Actualmente los roles se han modificado, sin embargo, aún se conservan ciertas creencias como: Los hombres ayudan en las tareas domésticas, pero… “no es su obligación”. Porque cultural e históricamente se nos ha enseñado que aunque las mujeres lleven a cabo actividades productivas, conservan la responsabilidad del trabajo doméstico y el cuidado de la familia.

El INMUJERES -Instituto Nacional de las Mujeres- tiene datos estadísticos interesantes, por ejemplo: Las mujeres realizan el 52% de las horas trabajadas en el mundo, pero sólo es pagado un tercio de éstas horas; Las mujeres son dueñas de sólo un 10 por ciento del dinero que circula, y del uno por ciento de la tierra cultivada en el planeta; El 48% del trabajo remunerado lo realizan los hombres y el 52% del trabajo lo realizan las mujeres; El 90% del dinero lo detentan los hombres y el 10% del dinero las mujeres. El 1% de tierra cultivada es de mujeres, el resto pertenece a los hombres.

La perspectiva de género, nos permite identificar las condiciones desiguales entre hombres y mujeres respetando sus diferencias de sexo; reconoce la diversidad de realidades, propicia la deconstrucción de la desigualdad y el reconocimiento de los derechos de las mujeres y los hombres como personas.

Es pues, tarea de todos y de todas, reculturizar, educar a las nuevas generaciones con una visión diferente de los roles y estereotipos para cada género; en la medida en que cada persona desde su cotidianidad e individualidad comience a hacer las cosas diferentes, modificaremos nuestro entorno.

Dra. Morelia Peña Belmonte es profesora de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y de la escuela preparatoria número Dos, Pascual Ortiz Rubio de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y Consultora en perspectiva de género.

{jcomments on}