En general, la gran mayoría de las veces, no solemos prestar atención a las moscas, ya que estamos convencidos de que son insectos insignificantes; sin embargo, y gracias a la historia de la agricultura, ahora sabemos que, por ejemplo, las moscas de la fruta son un insecto considerado de importancia económica, puesto que afectan a los cultivos frutícolas, en el caso particular que nos compete en este artículo, se trata de la mosca de los cítricos que afecta, entre otras, a la toronja doble rojo.

¿Por qué el interés en este tema?

Mi familia es productora de cítricos; no obstante, sus conocimientos en la materia han sido empíricos, incluidos los que tienen que ver con el manejo de las plagas del cultivo. Este negocio familiar me permitió pasar cada fin de semana en la huerta, pues mi padre me invitaba para que lo ayudara en las labores del campo y, también, para que conociera un poco más de todo lo que involucraba el negocio.

En una ocasión me tocó estar presente en una cosecha de toronjas, este rico cítrico lleno de vitamina C. Lo que nadie sabía, es que estas frutas llevaban en su interior un daño que no podía ser observado a simple vista, solo al partir el fruto. Me refiero a que las toronjas tenían larvas. Aunque no sabíamos cómo habían llegado ahí, supimos después que esta es la manera en que las moscas de la fruta ocasionan daños. Este hecho despertó gran curiosidad en mí, al grado que decidí estudiar la carrera de Ingeniero Agrónomo, pues quería conocer más a fondo las consecuencias de los retrocesos en el cultivo.

Ahora puedo decir que estas moscas de la fruta son insectos fitófagos, entendiendo por ellos a todas las especies de insectos que pueden atacar a las plantas, sean cultivos, bosques naturales o jardines y áreas verdes, aunque en ocasiones también pueden causar molestias en el entorno humano. Principalmente, son herbívoros que se alimentan de las hojas, tallos y flores de las plantas, sin embargo, también hay especies depredadoras que se alimentan de otros insectos.

 

Las moscas de la fruta

Estos insectos voladores conforman, a nivel mundial, uno de los grupos más extensos de insectos fitófagos que ocasionan pérdidas económicas importantes debido a los daños directos que producen al poner huevos en el interior de los frutos (epicarpio y mesocarpio), es decir, que lo hacen a través de la cáscara, así como en los tejidos de las plantas. Debido a que las larvas se alimentan durante su desarrollo en el interior del fruto, tornan inviable el consumo o uso industrial de las frutas, ya que estas, por el daño interno, pasan a la pudrición.

Los daños indirectos son el resultado de la infestación de microorganismos patógenos en la fruta que, al ser atacados por estos insectos, impiden su distribución y comercialización. Las principales familias de estas moscas son Drosophilidae, Lonchaeidae, Tephritidae y Ulidiidae, y existen cuatro especies de moscas de la fruta de importancia económica: la mosca de los cítricos, la mosca del mango, la mosca de la guayaba y la mosca de los zapotes. Estas son nativas de América y se distribuyen en las áreas tropicales y subtropicales.

 

 Tephritidae ¿La más importante?

Los tefrítidos (Familia Tephritidae) son una de las plagas que más han afectado a la fruticultura en varios países en América Latina. En cultivos como el mango, pueden causar pérdidas de hasta un 30 %; mientras que en la citricultura se han reportado pérdidas de hasta un 10 %. El género Anastrepha, de esta familia, está conformado por un gran número de especies que constituyen las principales plagas en las plantaciones frutales. La mosca mexicana de la fruta, cuyo nombre científico es Anastrepha ludens (Loew), es una de las plagas de mayor impacto en la citricultura, ya que ataca hospederos de importancia comercial, como naranjas, toronjas y mandarinas, restringiendo su movilidad comercial a mercados nacionales o internacionales.

En la toronja, el daño directo lo causa al ovipositar a través de la cáscara; las larvas se alimentan de la pulpa, provocando la caída y la contaminación del fruto por patógenos, produciendo pérdidas del 10 al 25 %. Además de los daños directos de pérdidas en rendimiento e incremento de costos de control, se añaden los daños indirectos que incluyen la restricción en la comercialización nacional y de exportación, la construcción y mantenimiento de instalaciones para el tratamiento de frutas, a la vez que aumentan los programas de erradicación. Por todo ello, se debe hacer un manejo adecuado y a tiempo de esta plaga.

 

¿Qué daños ocasiona la mosca de la fruta en las toronjas?

El daño principal del insecto consiste en la oviposición de huevecillos en la fruta, provocando un deterioro en la calidad y una caída prematura del fruto, lo que lleva a los productores a tener pérdidas económicas.

Los daños producidos por la picadura de la hembra en la oviposición pueden ser observados, ya que produce —en el caso de la toronja— un pequeño orificio en la superficie del fruto que forma a su alrededor una mancha amarilla/rojiza.

Hay varias alternativas para controlar el ataque de estas moscas sobre los frutos —en particular en toronjas—, una de ellas es el trampeo mediante el uso de atrayentes, la cual, por cierto, es amigable con el ambiente y en el control de estos insectos.

 

¿Qué es el trampeo en cultivos?

El trampeo masivo es un control o manejo cultural que se utiliza para el control de plagas que afectan a distintos tipos de fruta, en este caso cítricos, en el cual se utilizan envases de plástico con cuatro orificios que in-

dican cada punto cardinal y que permiten entrar al insecto; con un alambre, son colgados en las ramas del árbol.

El método se basa en colocar una alta densidad de trampas con un atrayente o bien un atrayente tóxico con acción insecticida que puede capturar o eliminar al insecto. Si se utilizan distintas densidades de trampas por hectárea, no es necesario el uso de otros métodos de control como el químico que es a base de insecticidas o el biológico que se genera a partir de los enemigos naturales de la mosca de la fruta.

En el trampeo se utilizan atrayentes alimenticios que sirven como sustituto alimenticio de las moscas de la fruta, con el objetivo de evitar que la plaga ocasione un daño directo en el fruto. Este método de control se considera como manejo cultural de cultivo, ya que no se emplean agroquímicos, lo puede realizar cualquier persona y es totalmente accesible al público en general por su bajo costo de elaboración y fácil colocación en los árboles.

 

Héctor René Maldonado-Ibarra. Estudiante del Programa Institucional de la Maestría en Ciencias en Sistemas Agropecuarios y Medio Ambiente, Facultad de Ingeniería y Ciencias, Universidad Autónoma de Tamaulipas.

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Eduardo Osorio Hernández. Profesor-Investigador, Facultad de Ingeniería y Ciencias, Universidad Autónoma de Tamaulipas.

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SIAP (Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera). (2020). Producción Agrícola. https://nube.siap.gob.mx/cierreagricola/fechadeconsulta/08-04-2021