Sin lugar a duda, el agua dulce es el recurso más preciado de todo el planeta. El agua es importante para el mantenimiento de todos los seres vivos y sus ecosistemas. México recibe alrededor de 1 489 mil millones de metros cúbicos de agua al año en forma de lluvia, de esta cantidad, 73 % se evapotranspira y regresa a la atmósfera, 22 % llega a ríos y arroyos, mientras que 6 % recarga a los acuíferos. Aún así, y tomando en cuenta las exportaciones e importaciones de agua (sí, eso existe), México está considerado como un país con baja disponibilidad de agua, dada su distribución orográfica que no permite la formación de lagos profundos. Por lo anterior, la vigilancia de su calidad y su preservación, es importante para asegurar su disponibilidad en el futuro. Entre las fuentes de agua dulce encontradas en México, tenemos el agua superficial (agua que se encuentra en la superficie del suelo) y que proviene de las lluvias y las aguas subterráneas (estanques, arroyos, lagos y canales). En este artículo describimos una de las consecuencias de la contaminación de aguas, principalmente por la presencia de bacterias causantes de enfermedades en animales y, por ende, en nosotros los humanos.
Bacterias en el agua y en el medio ambiente
La contaminación en el agua puede incluir compuestos orgánicos e inorgánicos. Los contaminantes inorgánicos suelen provenir de descargas domésticas, agrícolas e industriales o de la erosión del suelo; asimismo, también corresponden a los desechos humanos y animales, incluyendo las heces. El agua en sí es un ecosistema complejo donde conviven muchos organismos, algunos de ellos invisibles al ojo humano como las bacterias, que son organismos microscópicos que viven en todos lados. Entre el grupo de las bacterias encontramos algunas que no causan enfermedades, e incluso son benéficas para la salud, como las bacterias probióticas, pero también están las que causan enfermedades.
En este artículo nos referimos a las bacterias que causan enfermedades, y más específicamente, a las que son zoonóticas. Los microorganismos zoonóticos pueden pasar de animales a humanos y causar enfermedades, pueden encontrarse además de forma indirecta en los alimentos, en el agua o en el medio ambiente. Las enfermedades zoonóticas han cobrado mayor importancia desde la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 causante del COVID-19, cuyo mapeo descifró que este virus antes de pasar al ser humano tuvo su origen en murciélagos y en pangolines.
¿Cómo llegan estas bacterias zoonóticas al agua?
La contaminación por bacterias causantes de enfermedades proviene principalmente del contacto del agua con materia fecal, ya sea humana o animal; como las heces pueden venir de varias fuentes, se hace más complejo el control microbiológico de la misma. Entre las fuentes de contaminación del agua por bacterias, tenemos las producciones de animales intensivas, donde al tener gran volumen animal se producen también gran cantidad de heces que llegan a las fuentes de agua por la escorrentía de las lluvias. Otra importante fuente de contaminación son las aguas residuales crudas, las cuales contienen heces de diversas fuentes, incluyendo las humanas. Incluso la fauna silvestre local y los animales migratorios son importantes fuentes de contaminación.
El agua como vía de entrada de las bacterias a los alimentos
El problema se complica al considerar que las fuentes de agua superficial en México son utilizadas, entre otras cosas, para riego y diversos fines agrícolas, además en producción animal, incluyendo la acuicultura. La contaminación del agua dulce por heces cobra importancia, ya que se ha demostrado que la contaminación bacteriana de productos agrícolas, pecuarios y acuícolas, proviene comúnmente del suelo y del agua utilizada durante las actividades de producción. De esta forma, se pueden introducir las bacterias en los alimentos que consumimos, causando enfermedades en el ser humano.
Además de esto, los antibióticos usados en medicina humana y animal terminan directa o indirectamente en las fuentes de agua, contribuyendo a la selección de bacterias con genes de resistencia a antibióticos, lo cual las hace resistentes a los tratamientos antibióticos, complicando los casos clínicos y pudiendo desencadenar la muerte de los pacientes.
Salmonella no tifoidea en el agua y su riesgo epidemiológico
Las principales bacterias zoonóticas causantes de enfermedades y transmitidas por alimentos en México son Salmonella no tifoidea, Escherichia coli, especies del género Listeria y especies del género Campylobacter.
Una de las más importantes es Salmonella no tifoidea, considerada una de las principales zoonosis emergentes y una de las causas más comunes de enfermedades transmitidas por alimentos en el mundo. México reporta aproximadamente 70 000 casos de salmonelosis cada año. La Salmonella no tifoidea causa un cuadro de gastroenteritis que puede llegar a ser mortal en personas inmunocomprometidas, niños o ancianos. Aunque Salmonella no tifoidea se asocia comúnmente con alimentos de origen animal (carne, aves, huevos, mariscos, etc.), un número cada vez mayor de casos de salmonelosis se ha relacionado con el uso de aguas superficiales para el riego de frutas y verduras que se consumen crudas, como tomates, melones, brotes, verduras de hoja verde y bayas, entre otros.
Estudios genómicos han evidenciado que cepas de Salmonella no tifoidea con genes de resistencia a antibióticos y encontradas en casos clínicos, son cercanas genéticamente a aquellas provenientes de aguas superficiales y alimentos frescos. Otros estudios, también han demostrado que estas bacterias pueden sobrevivir por largos periodos de tiempo en aguas superficiales, mediante mecanismos como formación de biopelículas o reintroducción continua de reservorios naturales como protozoos, vertebrados y escorrentías superficiales. Por lo tanto, es importante monitorear la contaminación bacteriana de las aguas superficiales usadas para riego de cultivos, producción animal o acuicultura, especialmente en países como México, que es uno de los mayores exportadores de productos frescos del mundo, así como un gran productor de productos cárnicos, avícolas y de acuicultura.
Importancia de la nueva cultura del agua en México
La nueva cultura del agua en todo el mundo está enfocada en mejorar los comportamientos de la sociedad de manera que se haga un uso eficiente, responsable y sustentable del agua. La creciente escasez del agua en México es agravada por la contaminación microbiológica de las fuentes de agua superficial, contaminación muchas veces causada por la actividad humana, impactando de forma negativa en la calidad de vida (especialmente de los más pobres), en el equilibrio en el ambiente y en la disponibilidad de agua dulce para las próximas generaciones. A su vez, es necesario vigilar la contaminación microbiológica del agua, tomando en cuenta todos los ejes involucrados y bajo el concepto de Una Salud, es decir, unificando a la salud humana, la salud animal y la salud del medio ambiente. Lo anterior, con el fin de prevenir la posible propagación y el riesgo de la presencia de patógenos, tonto en el agua como en la cadena agrícola y pecuaria en México, y de esta forma ayudar a minimizar sus posibles riesgos epidemiológicos, así como el advenimiento de nuevas pandemias.
Para Saber Mas:
Ballesteros-Nova N. E., Sánchez S., Steffani J. L., Sierra L. C., Chen Z., Ruíz-López F. A., Bell R. L., Reed E. A., Balkey M., Rubio-Lozano M. S., Soberanis-Ramos O., Barona-Gómez F., Brown E. W., Allard M. W., Meng J. y Delgado-Suárez E. J. (2022). Genomic Epidemiology of Salmonella enterica Circulating in Surface Waters Used in Agriculture and Aquaculture in Central Mexico. Applied and Environmental Microbiology, 88(5), e02149-21. https://doi.org/10.1128/aem.02149-21
Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental., A. C. (2006). El agua en México: Lo que todas y todos debemos saber. https://www.cemda.org.mx/wp-content/uploads/2011/12/agua-mexico_001.pdf
Jiménez C. M. E. (2018). Enfermedades transmitidas por alimentos. México, Secretaría de Salud, Dirección General de Epidemiología. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/334668/7._Vigilanca_Epidemiol_gica-Ma._Eugenia-DGE-SSA.pdf
Nayarit Emérita Ballesteros-Nova. Investigadora Posdoctoral con beca DGAPA, Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México.
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Enrique de Jesús Delgado-Suárez. Profesor Titular en el Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México.
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