Mitos y realidades sobre el pez león: Invasor del Océano Atlántico

Escrito por Alfonso Aguilar-Perera

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El pez león (Pterois volitans) es un pez marino tropical de aspecto llamativo que es cotizado en la industria del acuario a nivel internacional. Su población se convirtió en una invasión y amenaza para la estabilidad ecológica de los arrecifes coralinos. La hipótesis más viable es que el pez fue introducido por acuaristas descuidados en arrecifes de Florida, Estados Unidos y, eventualmente, se ha diseminado en el Océano Atlántico. Su amenaza reside en que es un pez carnívoro, originario de los arrecifes coralinos de la región del Indo-Pacífico, y puede competir por alimento con la fauna nativa.

Desde hace un tiempo, en los medios noticiosos y entre el público en general, ha existido gran controversia y mucha desinformación sobre este pez y su invasión, su origen, biología, amenazas y consumo. Por tanto, en este artículo, te revelamos los mitos y realidades sobre este pez en el Océano Atlántico.

 

¿Por qué se llama pez león?

Este pez debe su nombre a que sus aletas pectorales son amplias y le dan un aspecto de «melena»; sin embargo, su nombre científico es Pterois volitans, donde Pterois quiere decir ‘alas’ y volitans ‘volador’. El nombre científico fue establecido en 1758 por Carlos Linneo, naturalista sueco, debido al aspecto de las aletas pectorales que parecen «alas». Pero este calificativo no tiene nada que ver con los leones ni tampoco «vuela». Su población es nativa u originaria del arrecife coralino de la región del Indo-Pacífico, entre el Océano Pacífico y el Océano Índico.

Prácticamente, es imposible que el pez haya migrado, o se haya desplazado de manera natural nadando hacia el Océano Atlántico, ya que no tiene la capacidad biológica para un desplazamiento a gran distancia, como sí la tienen grandes peces, como atunes y tiburones. En su lugar de origen, el pez comparte el arrecife coralino con seis especies del mismo género (Pterois) y ninguna de sus poblaciones ha aumentado en número como para considerarlas sobrepoblación o dispersión en otros hábitats como un posible problema para la naturaleza.

 

¿Es un peligro para los buzos y bañistas por su agresividad?

El pez león es tranquilo. Vive cerca de rocas y corales o dentro de cuevas, su único mecanismo de defensa contra los depredadores (peces más grandes) son sus espinas de la aleta dorsal que portan un veneno neurotóxico, por lo tanto, no representa problema alguno para bañistas y buzos. Cuando el pez se siente atacado, se encorva dorsalmente mostrando las largas espinas de su aleta dorsal para defenderse. Su comportamiento es pacífico por lo que no es agresivo y no ataca a seres humanos. No se han registrado accidentes por pinchadura de espina en bañistas y buzos, como es el caso de los peces piedra, que son parientes del pez león, pero nativos del Océano Atlántico y pasan la mayor parte del tiempo asentados en el fondo del mar y pueden ser «pisados» accidentalmente por bañistas.

 

¿Devora de todo en el arrecife coralino?

En sí, el pez no se alimenta de todo lo que hay en el arrecife coralino. Es un pez carnívoro, por lo que se alimenta principalmente de crustáceos (camarones, cangrejos) y otros peces. De hecho, el problema principal de su invasión es que puede consumir, en grandes cantidades, el alimento de peces nativos y también puede consumir peces alevines (juveniles) de organismos nativos, como langostas y otros peces de importancia comercial. Los científicos han encontrado que el pez tiene una dieta generalista que implica que come de todo, y no tiene preferencia por alguna especie en particular. A pesar de su amenaza, en estudios de contenido estomacal aún no se han encontrado que consuma langostas y peces comerciales en grandes cantidades.

¿Alcanza un tamaño corporal muy grande?

En su lugar de origen, los científicos han reportado una talla corporal máxima de 39 cm de largo total, del hocico al borde de la cola. Sin embargo, en el Océano Atlántico, donde representa una invasión biológica, los científicos han registrado una talla máxima, ya que alcanza los 50 cm de largo total. La madurez sexual tiene lugar cuando el pez alcanza los 18 cm.

 

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¿Vive a más de 200 m de profundidad?

El pez puede vivir en arrecifes mesofóticos, más allá de 100 m, e incluso hasta 300 m de profundidad, sin problema alguno. Científicos han encontrado que los peces de mayor talla corporal suelen hallarse a mayor profundidad. Esta situación puede ser una amenaza para la vida marina a grandes profundidades porque el pez puede alimentarse de poblaciones importantes de fauna marina a esas profundidades.

 

¿Se reproduce todo el año?

Sí se reproduce todo el año. Como la gran mayoría de los peces en el mar, se reproducen por fertilización externa. Esto quiere decir que tanto macho como hembra liberan sus gametos al mar y los óvulos son fertilizados en el agua y flotan dentro de una masa gelatinosa, la cual es transportada por las corrientes marinas por más de 30 días. De hecho, el mecanismo para su desplazamiento a grandes distancias en el mar ha sido en fase de huevo flotante como parte del plancton. Al convertirse en larva, el pez busca fondo donde se establecerá y crecerá hasta adulto. Entonces, su desplazamiento como adulto queda restringido a un par de kilómetros, ya que el pez es territorial y escoge lugares en el arrecife para vivir y reproducirse.

 

¡Es una especie exótica invasora!

Fue introducido al Océano Atlántico donde su población ha crecido a tal grado que se ha diseminado ampliamente. Desde hace más de 30 años, acuaristas aficionados introdujeron al pez en arrecifes de coral del Océano Atlántico por desconocimiento. Esto pudo haber ocurrido en Florida, Estados Unidos, ya que este país tiene uno de los mayores índices de importación de peces marinos del Océano Pacífico y existe una mayor cantidad de acuaristas de peces de agua marina. El pez león logró adaptarse a su nuevo hábitat, donde ahora se ha transformado en una invasión biológica que amenaza la estabilidad de los arrecifes de coral. Esta amenaza reside en que puede consumir el alimento de otros peces, competir y también alimentarse de los alevines de muchos organismos marinos. Entonces, el pez llegó por el comercio de acuario. En México, fue avistado en 2009 en Cozumel y frente a la costa de Yucatán en 2010.

 

¿Se puede erradicar del Océano Atlántico?

En vista del rango de profundidad que alcanza y los hábitats variados donde puede vivir en el mar, no es posible erradicarlo. Los gobiernos de los países donde se ha reportado su presencia, como Estados Unidos, México, Belice, entre otros, han establecido campañas para remover el pez del arrecife coralino. Se ha incentivado que tanto buzos recreativos como pescadores, remuevan tanto pez como sea posible con arpón tradicional o con arpón hawaiano, incluso los gobiernos, así como la iniciativa privada, han organizado torneos de pesca. En varios países se han tenido resultados positivos en cuanto a la respuesta del público, pero en términos generales, la erradicación del pez es prácticamente imposible porque vive en un rango de profundidad que no puede alcanzarse fácilmente el ser humano.

 

¿No se puede comer su carne porque es un pez venenoso?

La carne es completamente comestible y segura para el consumo humano. Los gobiernos lo han promovido como una alternativa para fomentar su captura y remoción del arrecife coralino, y así combatir la invasión. El consumo es confiable debido a que el veneno del pez está concentrado en las espinas de las aletas dorsales y, ha sido tal el auge, que chefs en distintos lugares han promovido usar su carne para platillos gastronómicos de alto nivel.

  

¿El público no está ayudando a combatir su invasión?

Desde hace 10 años, gobiernos y asociaciones civiles han logrado una promoción creciente para que buzos recreativos y pescadores comerciales participen en campañas de difusión y de extracción del pez del arrecife, e incluso para incentivar su consumo. En varios lugares invadidos, los buzos deportivos han ayudado con fotos sobre el pez y han colaborado capturándolo con arpones tipo hawaiano. Varias asociaciones civiles han impartido charlas al público y a pescadores para involucrarlos en el combate de la invasión, a la vez que se han promovido alternativas para consumir la carne del pez y hacer joyería con las espinas y aletas disecadas. El público puede involucrarse al conocer más sobre este pez y evitar comprarlo para acuario, porque aún se sigue vendiendo como mascota en el mercado internacional, pero no es recomendable seguir con esta práctica.

 

 

Para Saber Más: 

Aguilar-Perera A. (2012). El pez león en la costa de Yucatán. Revista de Ciencia y Desarrollo -CONACYT. https://www.cyd.conacyt.gob.mx/archivo/259/articulos/exploraciones.html

 

Aguilar-Perera A. y Carrillo E. (2014). Revisión sobre la invasión del pez león en el Sureste del Golfo de México. Especies invasoras acuáticas: casos de estudio en ecosistemas de México, 253-270. https://www.researchgate.net/publication/268216977_Revision_sobre_la_invasion_del_pez_leon_en_el_Sureste_del_Golfo_de_Mexico

 

Morris J., Akins L., Buddo. D., Green S. y Lozano R. (2012). Invasive lionfish: a guide to control and management. Gulf and Caribbean Fisheries Institute Publication. http://www.car-spaw-rac.org/IMG/pdf/The_invasive_lionfish_manual_english.pdf

 

Alfonso Aguilar-Perera. Profesor-Investigador, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Departamento de Biología Marina, Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida, Yucatán, México.

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