Imagen de Dimitris Vetsikas en Pixabay
Los huracanes son fenómenos atmosféricos naturales que se forman por la acumulación de tormentas eléctricas que se desplazan sobre aguas oceánicas cálidas. Cuando el aire cálido de la tormenta y de la superficie oceánica se combinan, empiezan a elevarse en forma de remolinos, esto genera una baja presión en la superficie del océano, los vientos que circulan en direcciones opuestas hacen que la tormenta comience a girar. Inicialmente se forma lo que se conoce como tormenta tropical, la cual trae fuertes vientos que alcanzan velocidades entre los 63 a los 118 kilómetros por hora (Km/h), así como abundante lluvia. Si esta tormenta aumenta su fuerza, haciendo que los vientos aumenten a velocidades sostenidas mayores de 119 Km/h, se considera un huracán. El impacto de un huracán suele ser severo siempre que toca tierra; para poder evaluar los peligros y la capacidad de destrucción de los huracanes, se creó la escala de Saffir-Simpson.
La escala de los huracanes es de gran utilidad para conocer la intensidad con la cual un huracán puede ocasionar daños materiales, permitiendo a su vez establecer las medidas de contingencia que se deben tomar para proteger a la población, por ejemplo, la posibilidad de desalojo por un posible riesgo. En el siguiente esquema te presentamos las diferentes categorías o escalas de los huracanes, lo que depende de la fuerza de los vientos (Km/h), aunado al nivel de destrucción que estos ocasionan.
En este artículo te mostramos, aunque conocemos algunas de las desventajas de los huracanes, las ventajas que estos puedan tener en el o los sitios por donde pasan.
Escala de los huracanes. Por Miguel Santoyo-Martínez.
¿Tiene ventajas un huracán?
Las tormentas tropicales y los huracanes tienen funciones ambientales claves, sobre todo para los océanos. Ayudan a evitar el blanqueamiento de los corales, debido al estrés que estos sufren por el incremento de temperaturas en las aguas de los océanos, lo cual provoca que pierdan sus nutrientes y mueran. Al morir los corales, se genera un desequilibrio en el ecosistema, ya que mueren con ellos cientos de especies marinas como las anguilas, peces, mantarrayas, tortugas, entre otras especies.
Las tormentas tropicales y los huracanes son de gran beneficio en las zonas que permanecen bajo sequías la mayor parte del año, por lo que el efecto de los huracanes puede evitar que se conviertan en zonas desérticas. También ayudan a limpiar los ríos y arroyos de la basura que produce el ser humano y que se acumulan en su caudal. Asimismo, ayudan a limpiar y renovar las aguas subterráneas y estancadas que se vuelven una fuente de reproducción animal como los insectos, los cuales juegan una función importante en la cadena alimenticia de otros organismos. Además, con ellos se recargan los acuíferos, fuente de agua para llenar las represas y arrastrar nutrientes en el mar a zonas que lo necesitan.
Asimismo, contribuyen a derribar árboles enfermos y permiten que proliferen nuevos individuos, facilitando la regeneración vegetal en las selvas y bosques. En las zonas agrícolas se aprovecha el periodo de lluvias para la producción agrícola de temporal, sembrando y recolectando leguminosas y frutos para su distribución, y para el consumo tanto en mercados como en supermercados.
Uno de los grandes beneficios a nivel global, es el sistema de enfriamiento derivado del calentamiento en los océanos por emisiones de contaminantes que generan un incremento en la temperatura, este sistema de enfriamiento en el planeta ayuda a regular la temperatura global mediante la formación de tormentas tropicales y huracanes.
Desventajas de un huracán
Las desventajas de un huracán son las que más conocemos, ya que las tormentas tropicales y los huracanes representan amenazas o peligros latentes en poblaciones cercanas a las costas. Los efectos negativos son asociados a la estructura del huracán, como el viento y la lluvia, lo que aumenta la probabilidad de afectación en viviendas, servicio eléctrico y de comunicación, así como en las actividades económicas de la población afectada. Además de los efectos inmediatos, se ven afectaciones a mediano y largo plazo, por ejemplo, la destrucción de infraestructura como las carreteras, lo cual impide la llegada de alimento y medicina a los lugares afectados. Otro ejemplo es la reconstrucción de las viviendas afectadas, lo que puede llevar meses o incluso años.
Sin embargo, en la actualidad existen mecanismos de alerta de la formación o llegada de un huracán a sitios poblados, todo con el propósito de aminorar algunas de las desventajas de estos fenómenos naturales. Los modelos probabilísticos para el pronóstico anual de las tormentas, han permitido que los sistemas de alerta funcionen para propiciar la atención y prevención en áreas identificadas con mayor exposición hacia el interior de los centros urbanos.
Huracanes en México
Ante la amenaza de los desastres ocasionados por fenómenos naturales en las últimas dos décadas en México, se tiene evidencia que los huracanes (Isidoro en 2002, Wilma y Emily en 2005 y Dean en 2007) han sido devastadores, dejando daños ocasionados en infraestructura a la población, particularmente en el estado de Yucatán.
De acuerdo con el último documento de la serie Impactos Socioeconómicos de los Desastres en México del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), hay una tendencia hacia el aumento en la incidencia de los fenómenos hidrometeorológicos y en la magnitud de los daños, y más aún si se consideran los riesgos debido al cambio climático.
Existe evidencia que en México se presentan problemas de eventos meteorológicos extremos por las temperaturas y precipitaciones máximas. Una gran parte del territorio mexicano ha padecido huracanes y olas de calor, así como efectos directos e indirectos por dichos fenómenos. A menudo experimenta el impacto de tormentas tropicales y huracanes que se originan tanto en el Océano Atlántico como en el Pacífico.
Dentro de los registros de los huracanes más devastadores de México se tiene a Gilberto, en septiembre de 1988, el cual ocasionó severos daños en Quintana Roo. Alcanzó vientos sostenidos de 296 km/h, dejando inundaciones, daños en playas de Cancún y pérdida de hectáreas de cultivo de frijol y maíz en el estado, ocasionando la muerte de 26 personas. Mientras que en Nuevo León este huracán generó vientos de hasta 285 km/h, dejando 56 víctimas mortales a su paso. Este huracán alcanzó la categoría 5. Entre ambos estados dejó cerca de 675 000 personas damnificadas y daños materiales superiores al billón de pesos, en áreas como infraestructura, ganadería, pesca y agricultura, entre otros.
La importancia de la toma de decisiones ante la llegada de un huracán
El análisis de los eventos meteorológicos es de utilidad para prevenir y/o mitigar dichos efectos por los tomadores de decisiones y, con ello, alertar a la población en periodos de temporada de huracanes.
Esta información es relevante a nivel regional o local para prevenir a la población de daños por inundaciones. También permite planificar adecuadamente el crecimiento urbano para evitar riesgos y afectaciones como consecuencia de la magnitud de los eventos hidrometeorológicos. El acceso a softwares para analizar los valores hidrometeorológicos es de gran utilidad para procesar miles de datos de las estaciones meteorológicas de las ciudades; asimismo, es importante optar por la resiliencia ambiental para mitigar riesgos a mediano y largo plazo, realizar divulgación de estudios enfocados a la variabilidad climática en la planificación del territorio, así como implementar programas de reforestación para reducir el incremento de la temperatura y prevenir y/o mitigar riesgos en la población ante los eventos extremos meteorológicos.
Los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, como las olas de calor, huracanes e inundaciones, son una expresión de la variabilidad climática. No resultará extraño entonces que a medida que se incrementen las temperaturas, como consecuencia del calentamiento global, los huracanes se vuelvan más numerosos y violentos.
Para Saber Más:
Capurro L. (2002). Huracanes, tifones, baguíos, willy-willies y ciclones. Revista del Centro de Investigación, 5(19), 13-22. https://revistasinvestigacion.lasalle.mx/index.php/recein/article/view/321
Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED). 2009. Impacto socioeconómico de los principales desastres ocurridos en la República mexicana en el año 2008. SINAPROC, México, D.F. https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwiZhsLw1_r7AhUpM0QIHY0VCWQQFnoECA0QAQ&url=http%3A%2F%2Fwww.proteccioncivil.gob.mx%2Fwork%2Fmodels%2FProteccionCivil%2FResource%2F375%2F1%2Fimages%2Fno_9.pdf&usg=AOvVaw2evpaNPfx9e2Qd5P6Ajc-V
Cerón M. y Barroso F. (2011). Prevención de desastres ante el impacto de huracanes en los municipios costeros de México. El caso del litoral de Yucatán. Ponencia. XXIII. Congreso Latinoamericano de Estrategia. https://www.academia.edu/26717635/Prevenci%C3%B3n_de_desastres_ante_el_impacto_de_huracanes_en_los_municipios_costeros_de_M%C3%A9xico_El_caso_del_litoral_de_Yucat%C3%A1n
Arcaeli Gabriela Andrade-Servín. Profesora de asignatura de la Facultad de Ingeniería Mecánica, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán.
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Miguel Santoyo Martínez. Investigador independiente, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma del Estado de México.
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