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¿Sabías que...?
Los insectos son el grupo de organismos dominantes por el número de individuos, especies y biomasa en el planeta. ¿Te sorprendió este dato? Pues aún hay más acerca de estos pequeños animales de la clase de invertebrados y hoy te vamos a platicar un poco de ellos.
Estos los puedes encontrar en ecosistemas terrestres y dulceacuícolas, estimando que existen entre cinco y diez millones de especies en el mundo. Poseen una gran capacidad de adaptación a múltiples cambios en el medio, explotan diferentes recursos por diversas vías y tienen una alta importancia en el equilibrio de la biósfera. Por su abundancia y gran diversidad, desde hace mucho tiempo son utilizados como alimento en diversas partes del mundo.
En la actualidad, cerca de dos mil millones de personas en el mundo los incluyen como parte de su dieta, por lo que su consumo ha llamado la atención de científicos para determinar su valor nutrimental, encontrando que un insecto aporta mayor contenido de proteína que la carne de res o de pollo ¡¡SORPRENDENTE!! Además, tienen grasa, hierro, aminoácidos esenciales y otros nutrientes que son benéficos para nuestra salud. Increíble, ¿no lo crees? Por esto, en un futuro, comer insectos formará parte de nuestra dieta.
La industria alimentaria busca innovar con alimentos enriquecidos con harina de insectos, con el objetivo de ofrecer alternativas funcionales o crear alimentos como barras energéticas, incluso el ofertar una pizza con ingredientes especiales (insectos), algo extraño, pero que pueden ser una alternativa muy atractiva. Para lograrlo, se tiene el gran reto de informar a los consumidores sobre el beneficio de su consumo y de cómo estos se pueden integrar a su dieta ayudándoles de forma positiva en su salud.
Hablemos de entomofagia
La entomofagia es la ingesta de insectos, arácnidos y artrópodos como alimento de humanos y animales; se practica en países desarrollados como una alternativa culinaria exótica o moda peculiar, mientras que en los países subdesarrollados se consumen para sobrevivir debido a la escasez de alimentos y a la desnutrición.
El número de insectos comestibles a nivel global es de alrededor de 1 881 especies, de las cuales en México existen 540 que se ofertan en el menú de restaurantes y de cocinas gourmet. En el territorio nacional se estima que el 83% de especies pertenecen a insectos terrestres y el 17% a ecosistemas acuáticos continentales. Además, el 55.7% de ellas se consumen en estado inmaduro (huevos, larvas, pupas, ninfas) y el 44.3% en estado adulto; asimismo, hay especies que se consumen en todas su etapas de desarrollo.
México es el único país del mundo que consume unas 549 especies de insectos, mucho más que China (200 especies). El gusto por su consumo se ha compartido por generaciones en donde se aprovechan especies nativas comestibles, siendo los estados de México, Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Campeche, Puebla, Tlaxcala e Hidalgo, donde se practica la entomofagia o consumo de insectos. Tan solo el estado de Hidalgo cuenta con una gran diversidad de insectos comestibles entre los que destacan los xamues, saltamontes, jumiles, chicatanas, cuetlas, escamoles o huevo de hormiga, gusano rojo y blanco de maguey.
Tanto es el gusto por el consumo en diferentes municipios de Hidalgo, que realizan la muestra gastronómica de Santiago de Anaya, Hgo., considerado el encuentro más grande y antiguo de todos los festivales gastronómicos del país, en donde se congrega a más de un millar de cocineras tradicionales, quienes expresan su cultura y patrimonio inmaterial en múltiples recetas que proceden de herencias ancestrales, siendo su principal materia prima los insectos.
Pero, ¿qué hay en el interior de los insectos?, ¿te lo has preguntado?, ¿serán seguros? Con los estudios microbiológicos que se han realizado en diversos insectos, se ha determinado que estos poseen una gran cantidad de microorganismos con grandes beneficios.
Microbiología de los insectos
Estudios microbiológicos han demostrado que los insectos presentan una numerosa y variada microbiota intestinal, la cual juega un papel fundamental en numerosos procesos vitales del insecto como nutrición, fisiología, desarrollo, comunicación, entre otros. Los simbiontes bacterianos que habitan en los insectos presentan efectos significativos en la biología de su huésped, ya que participan en complejas interacciones que van del parasitismo hasta el mutualismo. En las relaciones mutualistas se llevan a cabo actividades nutricionales o de defensa, proporcionadas por los simbiontes a sus anfitriones. Los mutualismos nutricionales proporcionan nutrientes como aminoácidos, vitaminas o enzimas digestivas que ayudan a la degradación de los complejos dietéticos o la detoxificación de metabolitos secundarios nocivos. En la mayoría de las familias del microbioma intestinal asociado a insectos, se encuentran Proteobacteria, Acidobacteria, Actinobacteria, Bacteroides y Firmicutes.
Algunas de las bacterias simbiontes son transmitidas verticalmente de una generación a otra a través de secreciones agregadas a la superficie de los huevos que luego son consumidos por las larvas al eclosionar. Su alta adaptabilidad metabólica les permite sobrevivir en asociación con los huevos, en donde pueden permanecer en estados inactivos hasta llegar al intestino de las larvas, ahí reactivan su metabolismo y comienzan su actividad simbiótica. Por otro lado, otras bacterias se transmiten de manera horizontal de un individuo a otro a través de su ingesta en la dieta. Lo anterior demuestra la adaptabilidad de las bacterias a diversos hábitats.
La complejidad y variedad de microorganismos que conforman la microbiota intestinal de los insectos, ha despertado el interés para la investigación médica y la aplicación en diversos campos como la producción agrícola y pecuaria.
Pero, ¿qué nos falta conocer de los insectos?
Como vimos, los simbiontes asociados a los insectos no solo participan en procesos metabólicos, también tienen importancia en la producción de metabolitos con potencial en diferentes áreas como la industria alimentaria, cosmética, farmacéutica, agrícola y pecuaria. La explotación de la microbiota intestinal de los insectos representa un área de interés para la obtención de enzimas y compuestos antimicrobianos. Además, tienen potencial para solucionar problemas enfocados al control de plagas agrícolas y enfermedades transmitidas por vectores. Por lo tanto, será importante realizar más estudios al microbioma de insectos, los cuales pueden presentar beneficios a la humanidad.
Para Saber Más:
Avendaño, C., Sánchez, M. y Valenzuela, C. (2020). Insectos: son realmente una alternativa para la alimentación de animales y humanos. Revista Chilena de Nutrición, 47(6), 1029-1037. http://dx.doi.org/10.4067/S0717-75182020000601029
Cruz, P.D. y Peniche, C. (2018). La domesticación y crianza de insectos comestibles: una línea de investigación poco explorada y con gran potencial para el desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria en México. Folia Entomológica Mexicana (nueva serie), 4 (2), 66-79. https://revistas.acaentmex.org/index.php/folia/article/view/116/109
Rodríguez-Carreón, A., Ortiz-Rivera, Y., Hernández-Peña, C.C. y Figueroa, C. (2021). Biodegradación de espumas plásticas por larvas de insectos: ¿una estrategia sustentable? TIP Revista Especializada en Ciencias Químico-Biológicas, 24, 1-10. https://doi.org/10.22201/fesz.23958723e.2021.311
Jorge Álvarez Cervantes. Cuerpo Académico Manejo de Sistemas Agrobiotecnológicos Sustentables, Universidad Politécnica de Pachuca.
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Edna María Hernández Domínguez. Cuerpo Académico Manejo de Sistemas Agrobiotecnológicos Sustentables, Universidad Politécnica de Pachuca.
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