Un clavado a las características de los insectos
Los insectos son los animales más diversos del planeta. Se calcula que, de un millón ochocientos mil especies de los diversos organismos descritos en la tierra, un 57 % corresponde a los insectos. Poseen un exoesqueleto de quitina que les da protección, un cuerpo organizado en tres partes (cabeza, tórax y abdomen), ojos compuestos, un par de antenas, tres pares de patas con articulaciones y, debido a sus formas y colores, se clasifican en alrededor de 30 órdenes, por ejemplo, las libélulas son del orden Odonata y los escarabajos del orden Coleoptera, por mencionar algunos.
Los insectos son sumamente exitosos ya que pueden vivir en casi todo tipo de hábitat y se adaptan morfológica y fisiológicamente. Por su tamaño tan pequeño, pueden refugiarse en espacios reducidos, como debajo de las piedras, hojarasca y troncos. Además, requieren pequeñas cantidades de alimento que toman de diferentes fuentes dependiendo del gremio, por ejemplo, los insectos herbívoros se alimentan de diferentes partes de una planta y los carnívoros de otros animales. Los insectos tienen un exoesqueleto resistente y liviano que funciona como una armadura que cubre su cuerpo de depredadores, de patógenos y de sustancias tóxicas, además es impermeable al agua evitando que se deshidraten. Algunos insectos «secuestran» compuestos químicos tóxicos de las plantas que consumen y que utilizan en su beneficio, como la oruga de la mariposa monarca (Danaus plexippus) que retiene calotoxina del algodoncillo (Asclepias spp), ayudándole a ser desagradable para sus depredadores.
Importancia ecosistémica de los insectos. Esquema A. Pérez-Solache
Importancia ecosistémica de los insectos en el bosque
Los insectos son de gran importancia para los bosques por sus diversas funciones ecológicas en el ecosistema. Por ejemplo, el 85 % de las especies de plantas con flor son polinizadas por insectos; además, la diversidad de polinizadores provenientes de bosques aumenta considerablemente la producción de cultivos en sistemas agroforestales, principalmente las abejas a quienes se les atribuye casi el 50 % de la polinización de los 115 cultivos más ampliamente distribuidos en el mundo. La polinización por insectos también es importante para los animales frugívoros, como el murciélago «zorro volador» (Acerodon jubatus) que se alimenta exclusivamente de frutos como higos (Ficus sp.) y que, por una baja polinización, puede escasear el alimento para estos murciélagos y llevarlos a extinciones locales.
Otra función ecosistémica de los insectos es la herbivoría que ayuda a mantener la diversidad vegetal en los bosques al consumir plantas cuyas poblaciones crecen rápidamente, evitando que predomine una sola especie de planta. Los insectos también son importantes dentro de la cadena alimenticia, al ser el mayor recurso alimenticio de otros animales como aves, reptiles, anfibios, arañas y peces. Por ejemplo, un murciélago insectívoro se alimenta de miles de mosquitos en una sola noche para cumplir sus requerimientos nutricionales. Por otro lado, la melaza secretada por algunos pulgones, que es producto de su digestión, tiene gran importancia ecológica al ser rica en carbohidratos, proporcionando un recurso alimenticio para especies de hormigas, colibríes y abejas melíferas.
Por su parte, los insectos carroñeros son recicladores ecológicos de nutrientes, ya que al consumir animales y plantas en descomposición, reincorporan la materia orgánica al ciclo de los nutrientes. El mutualismo es otra función de los insectos, por ejemplo, la hormiga de cornizuelo (Pseudomyrmex ferruginea) protege a las plantas cornizuelo (Acacia cornigera) contra insectos herbívoros y plantas trepadoras a cambio de hospedaje y alimento.
Principales amenazas a los insectos
Los insectos se han visto perjudicados por las actividades humanas, siendo las principales causas de su declive la exposición a pesticidas, pérdida de hábitat y cambio climático. Se estima que el 40 % de las especies de insectos del mundo se encuentran amenazadas. Los principales grupos que han disminuido a nivel mundial son los tricópteros con el 68 %, mariposas con el 53 %, escarabajos y Ortópteros con el 49 %, y abejas con el 46 %.
Particularmente en América del Norte, la migración de la mariposa monarca desde Canadá hasta México, se ha visto disminuida en un 80 % en la última década, debido a la pérdida de hábitat a lo largo de su ruta migratoria, principalmente la planta de la que se alimentan, el algodoncillo (Asclepias spp.) y la deforestación del bosque templado de oyamel (Abies religiosa) en México donde hibernan.
La pérdida de hábitat como consecuencia de las actividades humanas, como el cambio de uso de suelo, urbanización, agricultura y ganadería, ha transformado grandes áreas boscosas en pequeños fragmentos, cada vez más aislados, que alteran los procesos ecológicos y, por ende, la disminución de la diversidad de insectos, los cuales resultan ser muy sensibles a la pérdida del hábitat y de recursos. Un ejemplo son las poblaciones de polillas que hibernan y se desarrollan en herbáceas y árboles, la eliminación de estos por cultivos agrícolas provoca la disminución de las polillas.
Como mencionamos, la contaminación por pesticidas es otro factor de amenaza, ya que tiene efectos en su comportamiento, provocan estrés y enfermedades. Particularmente en el caso de las abejas, los pesticidas provocan trastornos en el crecimiento, neurológicos, reducción de la eficiencia del sistema inmunológico, función respiratoria, reproductiva y supervivencia. Las abejas cercanas a cultivos, consumen alimentos contaminados por pesticidas y el resultado es que el 75 % de la miel recolectada en el mundo, presenta algún porcentaje de contaminación de este tipo.
Además, los plaguicidas lixiviados de la agricultura desembocan en los cuerpos de agua cercanos, provocando que las comunidades de insectos acuáticos como los tricópteros, específicamente la especie Potamyia flava, sean menos abundantes y diversos por la poca tolerancia a los contaminantes.
El cambio climático también ha ocasionado una migración de insectos de partes bajas donde habitaban, a zonas más elevadas, debido al aumento de la temperatura. Asimismo, estudios actuales muestran que el cambio climático ocasiona que surjan plagas que dañan el bosque, como el insecto barrenador Dendroctonus ponderosae en los pinos.
Otro factor menos documentado que amenaza a los insectos es la contaminación lumínica. La composición espectral de las fuentes de luz exterior aumenta la exposición a depredadores y tiene efectos perturbadores en el comportamiento y ciclo de vida de las polillas. Adicionalmente, los campos electromagnéticos, como cables de alto voltaje, afectan la orientación y conducta de algunos insectos, perjudicando el aprendizaje, el vuelo y la alimentación, esto aumenta el gasto de energía, la colecta de alimentos y su salud.
Causas y disminución de los insectos en la última década. Fuente: Sánchez-Bayo & Wyckhuys, 2019.
Ilustración Modificada de Virginia R. Wagner (artista).
¡Contribuyamos al cuidado de los insectos!
Sabemos que los insectos son numerosos, que ocupan múltiples funciones y todos son necesarios para el ecosistema; los insectos cumplen importantes funciones ecológicas y sin ellos la mayoría de los procesos en el bosque no serían posible. Sin los insectos, no existiría la polinización de un tercio de nuestros cultivos alimenticios, ni alrededor de tres cuartas partes de todas las plantas florecientes, y la tierra estaría llena de basura orgánica y muchas especies que se alimentan de ellos padecerían hambre y algunos dejarían de existir.
Antes de finales del siglo XX, se creía que los insectos por ser muy numerosos no se podían extinguir. Sin embargo, hoy en día se prevé que si el deterioro del hábitat continúa igual, en dos décadas tendremos un tercio menos de insectos. Es por ello que es necesario su estudio y conservación, ya que en las últimas décadas se han visto amenazados por la acción humana. El manejo, conservación, concientización y divulgación será de vital importancia para la supervivencia de muchas especies, incluida la humana.
Todos podemos contribuir al cuidado de los insectos, por ejemplo, plantando vegetación nativa en nuestro jardín y evitando los pesticidas, prácticas agrícolas sin monocultivos, no importar plantas o animales que dañen a las especies nativas, hasta proponer a los gobiernos la construcción de áreas verdes en la ciudad y áreas naturales protegidas. Por lo tanto, debemos valorar y entender las múltiples funciones ecológicas, ambientales y ecosistémicas que proveen los insectos, tanto en ambientes naturales como en sitios urbanos, y que son gratuitos para todos los seres humanos. Te invitamos a crear conciencia sobre el valor que tienen los insectos para los bosques y las ciudades.
Para Saber Más:
Arizmendi C. (2009). La crisis de los polinizadores. Biodiversitas, 85, 1-5.
https://www.uv.mx/personal/tcarmona/files/2010/08/Coro-2009.pdf
Del-Val E. y Sáenz-Romero C. (2017). Insectos descortezadores (Coleoptera: Curculionidae) y cambio climático: problemática actual y perspectivas en los bosques templados. TIP. Revista Especializada en Ciencias Químico-Biológicas, 20(2), 53-60.
http://www.scielo.org.mx/pdf/tip/v20n2/2395-8723-tip-20-02-00053.pdf
Guzmán-Mendoza R., Calzontzi-Marín J., Salas-Araiza M.D. y Martínez-Yáñez R. (2016). La riqueza biológica de los insectos: análisis de su importancia multidimensional. Acta Zoológica Mexicana, 32(3), 370-379.
http://www.scielo.org.mx/pdf/azm/v32n3/0065-1737-azm-32-03-00370.pdf
Abel Pérez Solache. Estudiante del Programa Institucional de Doctorado en Ciencias Biológicas, Facultad de Biología, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
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Pablo Cuevas Reyes. Investigador, Laboratorio de Ecología de Interacciones, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
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